A veces me pregunto, ¿hice algo para vivir en completa soledad? ¿Algo muy malo que me haya condenado a vivir sin poder ser amada? Veo a las personas, felices con sus parejas y yo… sola. Pasan los años y ya me he cansado de tener intentos fallidos de amar. Y cuando ya he aprendido a olvidar, a resignarme, aparece él, con su hermosa sonrisa rosada y me besa. En el mes que viví sola en la cabaña, aprendí a encontrarme a mí misma, a ver de buena forma mi futuro, me dije “saldré de esta”, dormí feliz en las noches al verme construyendo mi vida poco a poco. Mi rutina consistía en escribir de día y leer de noche, ponerme muy al día con el mercado literario y así planear el volver a ser editora. Los fines de semana hablaba de forma animada con Carl y hacíamos planes a futuro. Todo en mi