11| Mentira de Sandribel |

1573 Words
SANDY Tomo la mano de mi hermana y caminamos a la salida del Eclipse, estamos yendo a cenar por mi cumpleaños pero en mi corazón siento una gran tristeza. No puedo evitar mirar a los lados buscándolo pero no lo encuentro. Salimos y cuando estamos por avanzar una mano toma mi brazo y volteo a ver. Cuando mis ojos conectan con sus hermosos ojos grises mi corazon empieza a saltar emocionado en mi pecho. — Zafiro, saliste temprano — dice atrayéndola hacia él para envolverme con sus brazos. Mi hermana voltea hacia atrás a mirarnos y cuando pienso que le hará algún problema a William un hombre rubio se cruza en su camino dándonos un poco de tiempo para conversar. — Si, Hola William — digo soltándome de su abrazo, no sé cómo actuar. Pienso que debo darle un beso en la mejilla, pero él toma mi rostro y me dio un tierno beso en los labios y luego uno en la frente. — Esto es para ti — dice y me entrega un ramo de hortensias azules, que derrite mi corazón — ¿Puedo llevarlas a su casa? — abro los ojos con terror, ya que no creo que Lis quiera que un desconocido conozca nuestra casa. Yo tengo que tomar en cuenta lo que ella decida, ya que yo si me iría con él — quizá solo dejarlas cerca — dice entendiendo el terror en mis ojos. — Le preguntaré qué opina, pero por ahora no vamos a casa, iremos a cenar algo, ¿quisieras ir con nosotras? — Claro que sí princesa, a donde tu quieras que vaya yo iré — toma mi mano y no puedo evitar emocionarme. Se me eriza la piel y siento un millón de mariposas revoloteando dentro de mi barriga. Me siento como cenicienta y quisiera que él sea mi príncipe. Vemos como mi hermana está un poco alterada hablando con ese hombre así que intervenimos. — Lis, él es Wi… — El desgraciado, ¿acaso no te enseñaron a usar un condón? — dicen y yo no sé donde meter la cara. — Mucho gusto, William Stagliano. Pido disculpas por mis acciones, la verdad fue una noche especial — dice cuando conectamos nuestras miradas — pero quiero hacer las cosas bien, estoy aquí porque quiero conocer a tu hermana, si es que ella me acepta — dice y yo siento que me derrito — Lis, él irá con nosotras a comer, así pueden conocerse mejor — le digo y parece que no le gusta la idea, pero nosotras no peleamos delante de la gente, solo asiente con la cabeza, y nos dirigimos a caminar hacia el auto de William. — ¿También puedo ir? — dice él rubio que ahora sé que es el amigo de William, el famoso “Alexander Bakker”. — ¡Si!¡No! — decimos con mi hermana al mismo tiempo. — Está bien ¡como sea! — dice Lis, dándome una mirada asesina y él se ve emocionado toma a mi hermana del brazo y se dirigen hacia su auto. Llegamos hacia su auto y no puedo evitar mirarlo, tiene un auto muy caro y se ve impecable. No entiendo por qué me hace sentir intimidada. Esta es otra diferencia entre nosotros a parte de la edad. Me siento un poco triste, sé que tendré que despertar de este sueño en algún momento. — Adelante mi hermosa Zafiro — dice con una sonrisa, pero yo no puedo corresponderle — ¿pasó algo hermosa? — Tú ,¿tienes dinero? — asiente con la cabeza — Es que yo nunca he salido con alguien que tenga tanto dinero, me siento un poco intimidada. Yo no tengo dinero, bueno eso lo sabes, me conociste en mi trabajo, y tengo otro trabajo aparte de ese. ¿De verdad te gusto? — no quería preguntar lo último simplemente se me salió. — No, no me gustas, ¡me encantas!, por favor que esto no sea un impedimento para conocernos — dice tomando mi rostro, y me da otro tierno beso, correspondo cerrando los ojos y lentamente. El beso se va intensificando, siento que me falta el aire y empiezo a separarme. Él se queda mirando mis ojos, y yo me pierdo en su gris. Toma mi mano y la lleva a su pecho, siento su corazón acelerado y me tranquiliza por que el mío esta igual. — No se que me has hecho que no dejo de pensar en ti — dice y yo tampoco sé qué es lo que siento. — Seguramente eso se lo has dicho a muchas mujeres — niega con la cabeza — A nadie, nunca he tenido una cita, nunca he querido tener nada con nadie hasta que te conocí — dice sorprendiéndome, no creo que un hombre como él no tenga alguna ex loca, o algo así. — ¿Pretendes que te crea? no soy una tonta — mi tonto corazon ya le creyó, pero Lis me dijo que tengo que hacerme de rogar un poquito. — Te lo voy a demostrar, solo dame una oportunidad — dice y no puedo decir que no. Me acomoda en el asiento y cuando está ajustando el cinturón de seguridad, me animo a darle un pequeño beso, él corresponde de inmediato. Para luego regalarme una sonrisa. — Esto es para ti — dice abriendo una cajita y veo un brillo en la oscuridad del auto, prende la luz y frente a mi me encuentro con un collar con una “W” y un ¡¿ZAFIRO?! al lado. — Es demasiado no puedo aceptarlo — veo decepción en sus ojos. — Pero es solo un detalle, te prometo que no costó tanto. Mira atrás dice y volteo el dije y tiene escrita la fecha de ayer. — ¿No me dejaras olvidar el día que tuve mi primera vez? — digo y siento el calor subir hasta mi rostro. — Es la fecha que te conocí, para mi es importante — este hombre es peligroso para mis sentidos, mi corazón no aguanta tantas emociones. Creo que en vez de ir al restaurante iremos a un hospital. — Entonces quédatelo tú — le digo y él saca sus llaves, enseñándome un llavero parecido pero con la letra “Z” y atrás tiene la misma fecha. — Está bien, me lo quedaré. ¿Me ayudas a ponerlo? — me giro para que tenga acceso a mi cuello, cuando siento el frío del collar siento una electricidad recorriendo mi cuerpo. Termina de ponerlo y dejo caer mi cabello, pero él lo hace a un lado dejando besos en mi cuello hasta la mitad de mi brazo. Me volteo y veo lujuria en sus ojos y también la hay en los míos. Respira pesado y enciende el carro. — ¿A dónde iremos? — dice sorprendiéndome, pensé que intentaría seguir — ¡Al hotel Palace! — digo y él abre sus ojos — es que es él único lugar en el que pudimos conseguir reservación a esta hora — digo usando mi carita de niña y él suelta una carcajada. — Vamos — dice tomando mi mano y avanzando el carro, estamos así todo el camino, solo nos soltamos cuando llegamos para bajar. Toma mi mano e ingresamos. Nuevamente nos encontramos a mi hermana discutiendo con Alexander, realmente fue un error que viniera. Tenemos una velada casi agradable ya que mi hermana no ha vuelto a hablar con Alexander. Él habla con William y yo con Lis, y de a tres, pero ellos ya no interactúan. Llega la hora del postre y varios de los meseros se reúnen en nuestra mesa para cantarme Happy birthday, me da vergüenza, ya que no se como reaccionará William, pero él incluso se pone de pie y me abraza por detrás cantándome al oído y erizándome la piel. Aplaude como todos y me pide que pida un deseo. Soplo las velas y veo a mi hermana emocionada, hace mucho no celebramos un cumpleaños. Viene a mi y me abraza y veo como William ve el plato donde está mi postre ya que tiene escrito mi nombre. — “Sandribel” — dice y se escucha tan bonito de sus labios. — Puedes decirme Sandy si no te gusta — le digo pero niega con la cabeza. — ¡Me encanta! como toda tu — dice ruborizándome, se acerca a mí para darme un beso pero escuchamos un carraspeo. — No creas que todo esta bien solo por que he aceptado que nos acompañen, aún debemos hablar. — Si claro, podemos … — ¿Cuántos años cumples? — pregunta Alexander, interrumpiendo a William y Lis me mira a los ojos. — 22 — digo y tengo 3 pares de ojos mirándome, dos con sorpresa y uno con molestia. — ¡Ay Willy! Que afortunado — dice Alexander palmeando la espalda de William — tendrás mucho colágeno pronto te verás mejor que yo. William deja un beso en mi frente y Lis niega con la cabeza. Los dos se dirigen hacia la salida y creo que van a conversar cerca de la entrada. Yo estoy nerviosa, incluso mintiendo sobre mi edad, me di cuenta que esperaba que fuera mayor. Yo no se cuantos años tiene pero se ve mayor que todos nosotros. Solo espero que no se vaya. >
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD