9 | ¿apostamos? |

1080 Words
WILLIAM No puedo dejar de mirar el reloj. Son solo las 7 de la noche y no puedo esperar que sean las 12 para ir por mi princesa. Abro y cierro mi laptop tratando de trabajar un poco para que el tiempo avance pero nada, siguen siendo las 7. Cierro los ojos y veo su rostro de niña tierna, sus ojitos redonditos hasta que me mira con lujuria, esa que me hace perder la cabeza. FLASHBACK — Date la oportunidad de conocerme ¿Qué dices? — pregunto mientras la tengo abrazada a mi pecho. Mis manos recorren la piel desnuda de sus brazos. > Siento como se separa de mí, para conectar sus ojos con los míos. No se que me hace, me siento perdido, cada que veo sus hermosos ojos azules. No dice nada, me atrae hacia ella tocando mi espalda desnuda, enviando descargas de electricidad a todo mi cuerpo. Esta pequeña mujer me pone a temblar con tan solo mirarme. Aparta la sábana que cubría mi cuerpo y nuevamente me tiene desnudo frente a ella. Siento como se acerca, y junta sus labios con los míos en un beso lento y suave, pero lentamente se vuelve s****l y apasionado. Me deja saborearla pero ella también lo hace conmigo. Baja repartiendo besos en mi cuerpo, causándome un temblor en mi interior. Su mano llega a mi polla, para empezar un sube y baja delicioso. Hasta que me tiene donde quiere, baja y queda a la altura de mi polla, antes de que pueda decir algo, ya la tiene dentro de su boquita. Está de rodillas en el piso dándome una vista espectacular. Succiona hasta que me tiene temblando, y me vengo en su boquita. Se levanta lentamente y deja un último beso en mi mejilla. Finalmente sale de la habitación y me deja solo. FIN DEL FLASHBACK No se que es esto que siento, es tan fuerte, se siente tan potente que mis sentidos no funcionan. No se que me hiciste Zafiro, pero lo voy a averiguar. Si me hechizaste, vas a tener que responder por que no pienso apartarme de tu lado. Me quedo dormido y me levanto con el sonido de mi teléfono. — William Stagliano — contesto sin que se me escuche que me acabo de levantar. — ¡Hijo de perra! te fuiste y me dejaste solo — dice mi mejor amigo en el otro lado de la línea — ¿Dónde estás? — En el hospital un idiota me pego por que bese a una de las bailarinas. Al parecer es su novia o algo así. — Siempre eliges a las difíciles — digo y él suelta una carcajada — Ella no será difícil ¿apostamos? — este idiota no cambia — No voy a apostar nada, no deberías jugar con los sentimientos de otras personas. — En menos de una semana la tengo en mi cama ¿Qué dices?, te daré mi Aston Martin por una semana. — Un mes y es un trato. — Hecho, pero si yo gano tú harás mi trabajo del mes, bye bye — me corta el teléfono, él no cambia, solo espero que más tarde no le den otra paliza. Veo la hora y aun no son ni las 10, nunca me he sentido tan ansioso. Creo que será mejor que salga a buscar que comer. Había pensado comer aquí pero si salgo mataré el tiempo. Llego a un restaurante donde venden pastas y vino. Estoy por sentarme cuando escucho una voz conocida llamándome. — William — dice Casandra con su sonrisa de siempre — ¡Hey! ¿Qué haces aquí? — Yo salí a comer con unas amigas pero ya se fueron decidí quedarme a tomar algo, ¿Quieres acompañarme? — Recién voy a cenar, creo que si puedo acompañarte un rato — digo algo dudoso. Me siento frente a ella y empezamos a conversar mientras yo termino mi comida, ya que ella terminó su plato hace mucho. La conversación es agradable. Desde que empezamos a conversar, se ha perdido esa formalidad que antes teníamos y la verdad me gusta que me traten de tú, hace el trabajo más liviano. Ella es una mujer muy inteligente hasta hace poco me entere que tiene un titulo en administración. Le he ofrecido trabajar en esa área pero se niega. Alex dice que es por que esta enamorada de mi, pero no tengo motivos para pensar que lo hace ya que si bien tenemos mas confianza no hemos pasado ningún limite. Veo que está tomando mucho, cuando nos levantamos para retirarnos veo que tambalea y me acerco a sostenerla, no puedo dejarla caer. — Casandra, ¿está bien? — No, creo que no podré manejar a mi apartamento. — ¿Dónde están tus llaves? Yo manejaré — la ayudo a caminar hacia el estacionamiento como puedo, ya que ella se tambalea de un lado a otro. La acomodo en el asiento de copiloto. Prendo el auto y por un momento me quedo pensando en esta extraña situación. — ¿Ya olvidaste la dirección de mi apartamento? — niego con la cabeza y me dirijo al lugar. Cuando bajamos nuevamente la ayudo. Cuando estoy por dejarla en su puerta, ella conecta sus ojos azules con los míos. Los quedo mirando por un momento, ya que todo lo de color azul me hacen recordar a cierta mujer que me trae loco. Embozo una sonrisa, pero esta se me borra cuando veo a Casandra avanzar hacia mi, se cuelga de mi cuello y sus labios se direccionan a los míos. Como puedo me separo, ya que ella aún no tiene equilibrio. — Casandra lo siento, pero no es correcto — digo y ella asiente con la cabeza. Ingresa a su departamento, y yo salgo del lugar. Son casi las 12 de la noche, y tengo que llegar a ver a mi hermoso Zafiro. CASANDRA ¡Maldita sea! No funcionó, nuevamente me rechazó. Antes de que llegara estaba pensando en él. Es casi inevitable, es tan guapo. Y yo no soy fea, pero simplemente nunca será suficiente para él. No sé por qué no me mira, yo sé que hay química, que tenemos una conexión. Lo siento, ¿es tan malo intentar ganarme su amor? ¿Por qué se resiste? ¿Hasta cuándo? Ya sé, pero no quiero esperar. Serás mío William, te enamoraras de mi o me dejaré de llamar Casandra Sanders.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD