Narrador omnipresente Leandro y Katherine subieron al auto, dirigiéndose al juzgado donde se llevaría a cabo el juicio que Antonella había iniciado en su contra. Aunque Leandro estaba en libertad tras pagar una millonaria fianza, la sombra del proceso seguía pesando sobre él. Sus pensamientos eran un caos, su mayor temor era que el jurado fallara en su contra, y esa misma mañana podría acabar en prisión, dejando a Katherine sola, lidiando con su enfermedad terminal. —Todo va a salir bien, cariño —dijo Katherine, brindándole seguridad, una que ni ella misma tenía, porque también estaba hecha un manojo de nervios—. Confío en que Federica testifique a tu favor, y Stella sabe lo que hace. Katherine tomó su mano, y Leandro, en respuesta, acarició su mejilla con ternura, él tambien quería dar