Sospechas confirmadas...
Vi la hora por décima vez y faltaban quince minutos para la cita en el baño, con bastante disimulo deje a las chicas para que ninguna me siguiera y se dañarán los planes.
Di varias vueltas por el lugar pensando si era correcto lo que estaba a punto de hacer. Pero sobre todo reclamaba en mi mente si era normal sentirme deseada por ese hombre al que yo veía como mi mejor amigo.
Aunque estar dispuesta a estregarme a su merced es porque en definitiva siento cosas más especiales que amistad. ¿Y si después de todo ésto no podemos ser amigos? ¡Yo me muero! ¡Es muy arriesgado!
Ya no nos podríamos ver de otra forma. Pero estoy muy caliente, necesito aliviar esto que estoy sintiendo. ¡Lo deseo! Estoy a unos cuantos pasos de entrar a los baños. Observo en ambas direcciones e ingreso casi que corriendo. Pero adentro hay varios chicos lavando sus manos y acomodando su cabello, me miran con intriga y uno de ellos dice:
__¡El baño de chicas está del otro lado! __ La incomodidad que sentí fue monumental. Entonces asentí y agradecí, pero me devolví corriendo y salí del lugar. Había sido una señal, no debía estar con Ignacio y menos dentro de un sanitario. Tomé el teléfono y le escribí:
✓✓ Lamento no poder cumplir con la cita. Ya voy camino a casa, quiero estar a salvo de tu mirada lujuriosa que me invita a pecar y no debo. __ Terminé de escribir el mensaje y apagué el teléfono.
Llegué a casa, saludé a Noel con un beso en la boca y me dijo que me bañara porque apestaba a alcohol y era verdad, me bañé con agua caliente y me puse una pijama de algodón. Me tomé una aromática para hablar con Henry.
Cómo es normal debía ir a buscarlo a su cuarto. Las únicas ocasiones en las que le veía paseándose por la casa era cuando iba a lavar su ropa, según el, yo no sabía dejar la ropa como a él le gustaba. La verdad es que con tantas cosas por hacer en ésta casa, que intentarán ayudar era un alivio.
__¡Henry, necesito hablar contigo! ¿Me abres? __ Y di varios golpecitos a la puerta. Luego intenté girar la perilla de la puerta pero estaba trancada. Entonces escuche que gritó:
__¡Dame un momento! Espérame en la cocina… __ ¡Qué misterioso que está éste pequeño! Entonces caminé a la cocina a untar un poco de mermelada a unas galletas mientras él llegaba. También estaba meditando las palabras adecuadas porque ahora que medio éramos amigos no quería retroceder.
Llegó cabizbajo y se sentó en un banco de la isla de la cocina, le ofrecí galletas pero negó con la cabeza. Entonces le dije:
__ Henry quiero que sepas que yo siempre te voy a apoyar con cualquier situación que te esté sucediendo. No quiero que me veas cómo una enemiga. Después de todo soy tu hermana y nunca querría algo que te dañe. ¿Qué sucede? Confía en mí. ¡Por favor! ___ Entonces torció sus labios hacia un lado y dijo:
__¡No sé de qué hablas! No tengo nada. __ Entonces saqué la tanga de mi bolsillo, se la enseñé y le pregunté:
__ ¿Qué significa ésto? __ El rápidamente me la rapó de las manos y protestó:
__¿Qué haces tú con mis cosas? ¿Estabas revisando en mi cuarto Salomé? __ Fue muy evidente que lo que estaba sucediendo tenía que ver con esa tanga entonces agregué:
__ No estaba revisando en tu cuarto. ¡Aunque ganas no me faltan! Cuando estaba limpiando el pasillo sobresalía por debajo de la puerta de tu cuarto y lo saqué. ¿Por qué tienes ropa interior femenina Henry? __ Necesitaba saber para poder ayudarlo y entonces bajó su cabeza y se tapó su rostro y gruñó:
__ Es mío, ya te lo dije. __ Seguía en las mismas y entonces me atreví a preguntar:
__¿De casualidad eres travesti, homosexual o qué? __ Me miró con odio pero luego calmó su mirada y preguntó:
__¿Si te digo la verdad dejaras de acosarme? __ Eso era justo lo que necesitaba para empezar a buscarle ayuda. No lo dejaría tranquilo pero conocer la verdad me ayudaría a sacarlo de ese mundo donde estaba internado.
Siempre le observaba los brazos, las piernas y la espalda para observar si se autoflagelaba o algo así pero no habían indicios de nada. Y de la forma más calmada le dije:
__ No le puedo prometer que lo dejaré de acosar, pero si le aseguro que buscare ayuda para que todo vuelva a ser como antes ¿Si? Puedes confiar en mí. ¡Por favor Nené! __ Se quedó pensando y respondió:
__¡Creo que soy gay! Me encanta usar ropa de mujer, por eso encontraste estás tangas. Espero que no se lo cuentes a papá. Él no lo entendería. Ayúdame a mantener el secreto y déjame ser feliz en mi cuarto con mis cosas. __ Ahí estaba toda la razón de sus repentinos cambios. Por supuesto que no le contaría a Noel. Sus ideales eran muy machistas y jamás aceptaría que su hijo mayor era distinto.
Lo abracé y le dije que siempre podía contar conmigo. Después de todo era mi hermano y respetaba sus gustos, ese detalle no lo hacia menos persona. Me pidió galletas para merendar en su cuarto y se las dí. Había sido sincero conmigo y me sentía muy contenta que hubiese depositado su confianza en mí.
Ahora que conocía su secreto cuando iba de compras buscaba algo de su talla y lo compraba, su padre les daba suficiente dinero pero no estaba de más consentirlo un poco. Siempre recibía las cosas que le compraba con cariño y me pedía otras. Lo más extraño que me llegó a pedir fue una bata de dormir muy grande. Pero se la conseguí. Sus hermanos tocaban su puerta por las noches para que los dejara entrar entonces yo acudía para que se alejaran y lo dejarán tranquilo.
Incluso estaba tomando vitaminas que él mismo se había automedicado pero en general me parecía que era bueno porque sus calificaciones en la escuela eran brillantes. ¡Estaba orgullosa de ese chico!