Nada ha cambiado...
En el taxi me derrumbo y empiezo a llorar sin poder hallar consuelo. Me tapo el rostro con las manos porque el taxista frenó y se volteó a indagar qué estaba sucediendo. Pero enseguida le expliqué:
__ El amor de mi vida me acaba de romper el corazón. ¡No te detengas porque no tendría el valor para volver a rechazarlo! __ Él taxista comprende y acelera. Quería llegar a casa para llorar sin que nada me quedara por dentro.
Una vez en casa me encerré en la habitación con seguro, quería morirme, la insistencia de Noel me hizo abrirle e intentar hablar con él. Pero no me salían las palabras, sentía un nudo que me trancada la respiración.
Ésta sensación jamás la había experimentado. Entonces él me acercó un vaso con agua fría y me pidió inhalar y exhalar con calma para e
