Capítulo V

2005 Words
Noticias dolorosas... El viaje me renovó, llegué con las energías a millón. Estaba muy contenta de que mi padre aprobará mi relación. El día que regresé a la universidad tomé un taxi porque Noel no se sentía muy bien. Cuando Ignacio me vió camino hasta donde yo estaba me estrecho a su pecho, lo rodeé con mis brazos y el bajo sus manos hasta mis nalgas y me pegó a su entrepierna. Me sonroje de inmediato, ¡Qué loco! Hacerme eso y de paso delante de todo el alumnado. Les mentiría si les digo que no me gustó el roce con su cuerpo, pero yo estaba comprometida y eso se veía mal. Entonces lo separé de mi cuerpo y le dije: __¡Échate pa’ya manisuelto! __ Y lo alejé de mi cuerpo, pero su mirada pervertida recorría cada centímetro de mi cuerpo, tenía sus ojos pegados en mis senos y es que hoy me había puesto un vestido largo con un escote bien pronunciado. Era él chico que no tenía miedo de decir lo que sentía o lo que deseaba. Y era atractivo, por lo menos su espalda ancha me gustaba mucho. Si no estuviese comprometida de pronto le prestaría atención, pero soy muy fiel. No me pasa ni la mínima idea de traicionar lo que estoy empezando a construir con Noel. Cuando regresé a la casa, entré al cuarto y allí sentado en el piso recostado a un borde de la cama estaba Noel, con sus manos sosteniendo la cabeza. Saludé y no obtuve respuesta así que me quité los zapatos, caminé y me senté al lado de él. Y después de un incómodo silencio le pregunté: __¿Qué ha pasado? __ No comprendía la razón por la que estaba tan preocupado. Pero algo muy duro había sucedido y estaba segura. O a menos que tuviera episodios de depresión momentáneos. Pero habló y arrancó mis dudas: __¡Tengo cáncer! __ Esto ponía mi mundo de cabeza en dos segundos, ahora comprendía lo que estaba atravesando por su mente. Pero no podíamos quedarnos a lamentarnos. Teníamos que aprovechar cada minuto para empezar a luchar. Era la noticia más fea que estaba recibiendo, por lo poco que había estudiado sabía que la batalla con ese enemigo silencioso estaría reñida. Intenté de atraer positivismo a mi mente y le dije: __ Lucharemos y ganaremos ¡Oíste! No te puedes derrumbar en este momento. ¡No! Además están tus hijos, piensa en ellos. Los has sacado adelante y ahora no puedes abandonarlos. ¿Qué es eso? Es más difícil ser padre soltero de tres que luchar por una enfermedad. Lo quiero bañado y bien vestido porque ahorita vamos para la clínica a consulta para empezar quimioterapias o lo que debamos hacer para salir de esto muy pronto. ¡Voy por un café y ya regreso! __ Besé su espalda y me levante, tenía mi corazón a punto de partirse en dos. ¡Qué mala jugada del destino en mi contra! Yo pensando que todo se iba a arreglar y en realidad se estaba poniendo peor. Lo bueno de todo era que la actitud de Noel después de ese día había cambiado. Intentaba sonreír y a sus hijos les había dicho que tenía una pequeña enfermedad pero se recuperaría. Los días difíciles estaban prontos a llegar, pero había una gran posibilidad que ganará la batalla, las células malignas no estaban tan avanzadas. Pasamos los peores momentos, llenos de dudas, de dolor y sufrimiento. Por supuesto tuvo que pedir vacaciones indefinidas en la empresa porque el malestar era cada vez más fuerte. A los niños los envío de vacaciones para donde un hermano de él y de esa forma ellos no están al tanto de lo que está padeciendo él. Dice que no quiere dañarles su felicidad. Yo le respeto su decisión aunque no esté de acuerdo, ellos deberían estar presentes en esta dura batalla. Se ha quedado sin cabello y cada día amanece con menos ánimos. Aunque existen días que se levanta y prepara el desayuno para luego salir a caminar. Y otros días no se quiere mover del dolor tan fuerte que experimenta. Pero su cuerpo está respondiendo positivamente al tratamiento y eso es lo que más agrada. ¡Lo quiero! Veo las marcas de los años en su rostro y sé que ha peleado grandes batallas, así que esta no le quedará grande. Hay días que quisiera salir huyendo y desaparecer del mundo, escucharlo quejarse toda la noche sin poder hacer nada, trasnochar por la universidad, perder los cabales por impotencia y ansiedad; son los antagonistas de mi vida. En este semestre Ignacio se ha alejado un poco de mi, está saliendo con una chica y yo no entiendo por qué la odio. He intentado socializar con ella pero me siento muy hipócrita. Así que busco cualquier excusa para escapar cuando se acerca con ella. Pero si lo veo solo necesito acercarme y que me cubra con sus brazos. Su sonrisa me envuelve y se torna tan agradable el tiempo que pasamos los dos juntos, pero luego recuerdo que ambos estamos comprometidos y una amargura me corroe el corazón. ¿Estaré sintiendo cosas especiales por él? ¡No! La verdad que no, yo lo quiero como si fuese mi hermano. No me veo teniendo intimidad con él ¡Ay no que vergüenza! Pero cuando me habla de los juegos eróticos que tiene con su novia siento un poco de curiosidad. Con Noel no experimentamos nada de eso que él menciona. Solo conozco una posición, él arriba y yo abajo. Algunas veces alcanzó a tener mi orgasmo, pero la mayoría del tiempo no. Y apenas el consigue eyacular la acción se termina. ¡Bueno yo pensé que el sexo era más divertido! Así tal cual como lo pasan en las películas pero que va. Bueno y en ocasiones estoy tan cansada que cuando me dice: __¡Salomé ésta noche la quiero utilizar! __ Abro mis piernas y cierro mis ojos. Después me levantó a bañarme porque no me gusta apestar a sexo. Y después de eso a veces recibo un beso de buenas noches, otras veces ya está dormido cuando llego de asearme. Esa es mi vida íntima, la verdad me encanta más el café con pan que el sexo. A veces siento que necesito un poco más de acción en mi vida. Le he hablado del Kamasutra a Noel pero dice que ese libro lo sacaron para vender una realidad que no existe así que los temas eróticos con él están clausurados. Pero he sentido curiosidad y lo tengo en PDF en la computadora, cuando cálculo que todos están dormidos y no se van a levantar a ver qué estoy haciendo veo las imágenes y son tan sugerentes que me calientan el cuerpo. No sé si sentir éstas cosas sea bueno o malo. Los toqueteos de Ignacio han aumentado, y en ocasiones me siento excitada por sus manos pellizcando mis pezones mientras me abraza. Pero le doy un golpe y me alejo de inmediato. Por otro lado la salud de Noel ha mejorado, ya ésta en las últimas quimioterapias. Ha sido muy valiente y ha luchado con constancia. ¡Estoy orgullosa de su actitud! Ahora por fin me aceptan como hermana los chicos y hemos avanzado mucho. ¡Me agradan! Son tres mundos muy diferentes, el que más se parece a mí en su forma de ser es Alí. Para mi cumpleaños Noel me regaló un automóvil, tuve que aprender a manejar y ahora puedo ir para cualquier lugar. Marcia se ha hecho muy amiga, la pobre ha estado pasando por situaciones muy complicadas. Se metió con un hombre casado y la esposa se dió cuenta y por poco y pierde la vida en ese jueguito. Me he convertido en su paño de lágrimas y he intentado apoyarla para que se sienta mejor. Ahora estudiamos juntas, nos desvelamos cuando tienes sus crisis emocionales y en ocasiones lo único que la calma es salir a par paseos por la ciudad sin importar que sean las dos o tres de la madrugada. Hay días en los que me expresa que no quiere vivir más y por más que he tratado para que se haga ver de un especialista me rechaza la idea. En ocasiones quisiera gritarle en su cara que deje de ser tan dramática pero la verdad, la veo tan frágil y se me pasa. Compartimos muchos ratos divertidos, he tenido que hacerle un lugar para ella en la sala de huéspedes porque prácticamente vive conmigo. Ya después llegará el momento de que pueda volar sola pero por ahora estoy para ella. Por su parte Ignacio me dice que ella está enamorada de mí, la verdad él no entiende el proceso tan difícil que está llevando esa chica, simplemente ésta sanando un error que por poco y no lo cuenta. Si de enamorados hablamos, diría que el jueves de práctica nos quedamos los dos solos en el salón de patología, tarde en culminar mi ejercicio porque Noel pasó una mala noche y me quedé dormida por ende llegué tarde a clase y mientras yo examinaba con determinación las heridas que tenía el cadáver en una mano, Ignacio se me posicionó detrás y pegó su cuerpo a mis glúteos. Me confundí en lo que estaba haciendo y no podía ni agarrar el bisturí, las manos me temblaban y perdí la concentración de lo que estaba haciendo. Cerré los ojos por un instante y disfrutaba el roce de su cuerpo con el mío, era algo magnífico. Pero luego abrí los ojos y lo empujé, no conseguiría que cayera en sus juegos. Y menos ahora que habían elegido la fecha de la boda con su amada Flor. Qué cada vez me parecía más zorripondia y la odiaba con todas mis fuerzas. Pero después de todo le tenía que gustar era a él. Si en mis manos tuviese la decisión la desaparecería de su vida en un chasquido de dedos. Me salvó el profesor que entró a reclamar mi tardanza para entregar el trabajo, me disculpé y lo observé a el reírse entonces entre dientes le dije: __¡Lárgate! Déjame tranquila porque te podría sacar tus menudencias aquí mismo para hacer la práctica contigo. __ Se puso los ojos chinos con ambas manos, sacó la lengua, encorvó su cuerpo y salió meneando el trasero de lado a lado como una gallina culeca. Me divertía cada ocurrencia que hacía. Era un chico muy auténtico, de verdad era mi mejor amigo, aunque sus bromas eran bastante pesadas, y no tenía vergüenza alguna de toquetearme donde estuviese. Daniela insiste en que entre nosotros suceden cosas porque él me agarra con mucha confianza. Por su parte Marcia lo detestaba, si lo veía con intenciones de nalguearme o meter su mano en medio de mis senos me prevenía. Y más de una vez lo había insultado. Pero él ni se inmutaba y la sacaba de taquito diciéndole roba maridos. Las batallas campales entre los dos me abrumaban así que los dejaba solos y me iba con Daniela del lugar. Se llenaba de furia y me insultaba diciéndome mal amiga y me bloqueaba en el chat. A los veinte minutos me desbloqueaba y me escribía como si nunca hubiese pasado nada. Es decir que mi vida estaba confiscada a un marido frío en la cama, un amigo sexoso y su odiosa novia que amargaba mi día si solo la mencionabán, tres hermanos un poco traviesos, y una amiga tóxica y loca. Esto sin hablar de mi tía que me llenaba el teléfono con audios desesperantes y cadenas de oraciones y ¡Ay de mí si no respondía! Me acusaba con mi papá y terminaba regañada. Pero lo mejor de todo era que estaba haciendo realidad mi sueño. Me veía ayudando a la gente de mi aldea, ese era todo mi afan. Mi comunidad olvidada en las montañas también merecía tener acceso a las comodidades. Sería una gran batalla, pero lo conseguiriamos.
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