Rachel
Me encuentro atrapada entre la pared y la presencia dominante de Adam, su cercanía abrumadora mientras me observa con intensidad. Sus ojos, profundos y llenos de determinación, me mantienen cautiva, despertando una oleada de sensaciones que apenas puedo comprender.
Siento su aliento cálido rozando mi piel, y mis manos instintivamente se aferran al borde de mi ropa. Su proximidad es abrumadora, sus brazos colocados a ambos lados de mi cabeza, encerrándome en su aura poderosa.
El aroma masculino que emana de él, mezclado con el toque sutil de su gel para después del afeitado, llena mis sentidos, embriagándome con su presencia. Es diferente, único, y aunque intento resistir, una parte de mí se siente atraída hacia él de una manera que no puedo explicar.
—¿Qué me está pasando, A
