—Era mi mejor amigo —la corregí—. Y yo su más íntima amiga. —También eso dice Jorge, piensa que era él el mejor amigo de Tommy —me recordó—. Tampoco tiene idea de quién está detrás de todo esto y tiene ligeras sospechas de que tú podrías saberlo. Exhalé una risa fingida mientras sacudía la cabeza con simpleza. —Eso cree él —dije con un deje de molestia—. Pero quién despertaba a Tommy de sus pesadillas, quién secaba sus lágrimas, quién le atendía cuando se enfermaba, su caja de confidencias y todo lo que consista en amigo íntimo, lo era yo. —¿Entonces cómo es que no sabes a quién pudo haberle dado acceso a su cuenta? Bien, esta mujer me apretaba el cuello con sus preguntas. —Hay numerosos sospechosos, pero ninguno de ellos arroja un positivo ante el CICPC —di