CAPITULO 7

1449 Words
  Ha pasado una semana, mi licencia se terminó...   No pude evitar volver al trabajo, ya no quiero estar aquí, amo mi trabajo pero, es muy incómodo el ver a Eder, el día que regrese intenté no caminar acercarme al área de comidas para no verlo, pero a los dos días lo encontré en el comedor del personal, fue horrible, iba caminando después de calentar mi comida en el horno de microondas, estando por llegar a una de las mesas donde se encontraba Fany lo ví, el me fulminaba con la mirada, me observaba él sentado en una mesa, ese chico estaba por entrar al comedor, cuando se percató de que era el centro de atención de su novio, me alcanzó y paso junto a mi, yo solo intenté dirigir la mirada hacia otro lado, pero Omar fue más rápido y me dió un golpe casi impredecible en un costado, lo que provocó que tirará mi comida.   Apenada solo me rei con una enfermera con la que llevo buena relación, estaba comiendo en la mesa más cercana, así que ella me ayudó a levantar todo lo que tire, y me compartió parte de sus alimentos. Apartir de ese día busque estar en contra turno con Eder, mi jefa no lo entendía, pues para mí siempre me gustó mi turno de día, pero después de insistir después de la auditoría mensual lo consideraría, dependiendo de los resultados.   Al menos por mi parte ha quedado bien, la mayoría de mis errores, los he corregido al momento, nada ha causado perdidas o algún gasto inútil.   Pasan los días cada vez más pesados, mis ánimos están por los suelos, han estado entrando cada día más pacientes, continuo llendo de un lado para otro, entregando facturas, llevando cosas a piso, al subir me da miedo encontrarme a él. Los días transcurren lentamente, son grises, llenos de trabajo, que aunque recorro todo el hospital, me están ayudando a distraer mi mente. Karla me prometió ver lo de cambiar mi horario, espero que en la auditoría de mañana salga todo bien, tengo miedo por la forma en la que últimamente se ha estado comportando ella, puede que sea solo mi imaginación por mi estado de ánimo, pero siento que se está excediendo en la carga de trabajo hacia mí. El día a de hoy me dejó el doble de lo normal de las facturas para capturar, no me molesta porque es mi trabajo, pero saldré tarde. Marlene y Fany terminaron retirándose así de la oficina, mi jefa por su parte continua aquí conmigo, estoy frente a mi computador cuando a los 10 minutos escucho como apaga su equipo. - ¡Nos vemos mañana Dora! - se despide de mí. - ¡Si!, hasta mañana Karla - le contesto sin dejar de ver mi pantalla. - Terminando las facturas, puedes retirarte. Acuérdate que mañana es la auditoría - me ordena. - ¡Claro Karla!, solo una duda Karla, ¿Sabe a qué hora comenzarán esta vez? - le pregunto mientras volteo.a verla. - A las 09:30  AM, como siempre - me dice mientras toma su cartera, que es lo único que podemos subir siempre y cuando sea pequeña. - ¡Ha ya! - le contesto sin interés. - ¿Porqué preguntabas? - me pregunta curiosa. - ¡Ah!, nada en especial, solo que pará organizarme para darle entrada a lo que este en la mañana - cada mañana al empezar el día, están sobre mi escritorio facturas de compras que hicieron en la noche mis compañeras Ana y Janin. - ¡No les den entrada!, solo acomodenlo todo al fondo sin abrirlo - me indica con su mano el lugar. - ¡Ok! -  - ¿Ocupas algo más? - me pregunta mientras se acerca a la puerta. - No, nada más era esa duda - miro su recorrido. - Ok, nos vemos mañana, bye, si terminas antes esperas a Ana y Janin, les comentas dónde acomodar lo que vallan a recibir -  se despide mientras abre la puerta de la oficina, me ordena esperar a mis compañeras que cubren en el turno de noche. - ¿Ok?, ¡Hasta mañana Karla! - le contesto para seguir capturando las facturas.   Al tener listo la mitad de mis documentos, escucho al fondo como se caen varias cosas en la bodega, la cual ya tenían las luces apagadas, tenía más de una hora completamente sola, saber lo que ya sabía que ocurriría, decido poner música en mi teléfono móvil, me levanto de mi asiento y me dirigí con un par de facturas hasta llegar a uno de los estantes dónde había cajas hasta arriba, dónde se ocultaba un pequeño espacio de las cámaras de seguridad, encendí mi teléfono con la música en aleatorio, dirán que ¿Porque me tuve que levantar?, pues les diré que es porque en el hospital está prohibido su uso, en especial este hospital es uno de los más estrictos de la ciudad.   De regreso a mis labores, tomo asiento y empiezo al registro de los datos, pasan un par de canciones, los ojos comienzan a pésame, lo que temí está comenzó a ocurrir. Inesperadamente siento algo extraño bajo mi mano que está sobre el escritorio, quito la otra mano que estrujaba uno de mis ojos, mirando hacia abajo, observando como el teclado de mi ordenador comienza a moverse lentamente de atrás hacia adelante, y viceversa. Escucho como caen algo en los estantes de atrás, volteo con dirección al corredor que va a la bodega, viendo cómo ruedan un par de vendas que salieron de entre los pasillos de los estantes. - ¡Déjenme terminar! - les gritó.   Todo vuelve a estar en clama, mi música se escucha en todo el lugar, continuo con mis deberes, al quedarme solo un par de hojas por ingresar, un aire frío recorre el pasillo llegando hasta mi lado derecho, mi piel se eriza al sentir esa brisa inesperada, volteo nuevamente al corredor viendo cómo va pasando una sombra oscura que da vuelta en uno de los pasillos de dónde se han caído las cosas. - ¡Les he dicho que me dejen trabajar! - la verdad no estoy anímicamente bien para aguantar sus travesuras.   Están confundidos verdad, pues tengo que recordarles que tengo ese extraño don, maldición o no se cómo llamarle, estando en el hospital puedo ver y sentir más las cosas extrañas qué ocurren. Un claro ejemplo es esto, aparecen sombras en esta oficina, se la pasan molestándo, hasta ahora solo tiran cosas, hacen ruidos, mueven uno que otro objeto de lugar, etcétera, pero no ocurre nada más. A veces es molesto porque buscamos algo y ya aparece en otro lugar muy diferente, es ovio que aquí todo está organizado en los estantes por letra, por código y por lote, se debe mantener todo en orden por las fechas de caducidad de algunas cosas, además así lo dicta las reglas de salud pública del país.   Parece ser que las sombras me han dejado terminar por hoy mis pendientes, terminando inicio el apagado de mi equipo, me dirijo atrás para acomodar lo que han tirado, veo la casetera de las vendas tiradas, algunas suturas desordenadas, miro al fondo viendo en el área de ortopedia dónde tumbaron algunas muletas. Termino de acomodarlo, dirigiendo me nuevamente a mi escritorio viendo que la pantalla del ordenador se encuentra parpadeando. - ¿Ahora también van a saborear el computador? - les reclamó.   Cuando les hago mi comentario, aparece en automático el logotipo de la marca del ordenador para terminar de apagarse. En eso escucho un par de voces que se acercan, volteo para ver a mis compañeras abrir la puerta. Les comento lo que ha dicho Karla, para dirigirme a salir.    Bajo por rumbo al pasillo que recorre todo el hospital por el área de empleados hasta llegar a los casilleros, a esta hora hay mucho movimiento, pues van entrando todos los departamentos que siguen abiertos por la noche. Al tomar mis cosas salgo directo por el elevador que lleva a la salida de empleados, otra ventaja que olvide mencionarles es que ha esta hora Eder y su amigo ya salieron, por ese lado al menos por hoy estoy tranquila.   Al abordar el bus va medio vacío, somos la mayoría personal del hospital, me bajo en una de las estaciones del tren, subo las escaleras hasta llegar al andén, veo a parejas que van regresando a casa tomados de las manos, mi corazón se estruje, lo siento amigos, no es mi intención vivir con ustedes este duelo, así que los dejaré aquí, me despido, tomaré el siguiente tren, mañana continuamos, aunque no se que nos esperé, mañana es la auditoría, nos vemos!
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