Busque llegar a uno de los pocos baños individuales que tiene el hospital para nosotros los empleados, entre cerrando con seguro la puerta, me senté en el piso abrazando mis piernas, ¡Me siento una estúpida!, caí en sus juegos, pensé que me amaba, pero me cambio por otra persona, sé que no soy muy femenina y puedo llegar a ser ruda por mi estilo de música y mi época de rock, pero en el fondo lo soy, o no soy nada, no parezco mujer, o ¿Por qué me cambió por un chico?
Pasan los minutos cada vez más amargos, en mi bolsillo vibra mi teléfono, lo saco de mi bolsillo viendo las veinte mil llamadas perdidas y cientos mensajes de Eder, no quiero hablar con él ni con nadie, vuelve a hacer ruido mi teléfono, miro de nuevo la pantalla viendo que es Marlene.
Perdí la noción del tiempo, me levanté rápido del piso, para lavarme la cara, tengo que regresar al trabajo, sé que me dirán que porque lo hago, aunque no lo parezca soy muy dedicada a mi trabajo y siempre cumplo con ello, aunque ahorita mis sentimientos estás fotos y mi autoestima ha sido destruida tengo que fingir por el momento que no pasa nada.
Me lavo la cara intentando secarme el rostro con el cuidado más delicado de no atrofiar mi leve maquillaje, afortunadamente uso maquillaje a prueba de agua. Al salir me regreso al pasillo principal para llegar a mi área, durante el camino puedo recordar cada momento en el que me toque aquí con quién hasta hace unos minutos era mi novio.
Creo que será más difícil de lo que creí, continuo avanzando hasta que algo comienza a estorbarle en un costado, ¡El reloj! , más tarde pensaré que podré hacer con él.
Al llegar a mi área paso las puertas de seguridad como si fuera un fantasma, flotando, ausente, pérdida de mi misma, mis compañeras lo notan y corren a la puerta a recibirme.
- ¡Dora! ¿Qué te ocurrió? - grita Fany.
- ¿Dónde habías estado muchacha? ¡Te hemos estado buscando! - me dice Marlen.
-Y-yo me sentí mal de repente, y-y descanse un poco en el baño - tartamudeo, la realidad no se qué cara tengo en este momento pero ambas me mirar preocupadas.
- ¡Te sientes mal! ¿Porque no nos dijiste antes? - Grita Marlen preocupada.
- ¡Sí!, Estás muy muy pálida Dora - me hace la seña de sentarme Fany.
- ¡Niña! ¡Estás ardiendo en fiebre! - grita Marlen.
- No, Y-yo estoy bien - digo intentando levantarme.
Intento levantarme pero de la nada todo comienza a brillar, viéndose cada vez más blanco todo, escucho las voces de mis compañeras gritando mi nombre, cada vez se van escuchando más lejos, de pronto todo es silencio, veo mucha luz blanca que me deslumbra, intento acoplarme a la luz abriendo lentamente mis ojos.
- ¿Dónde estoy? - mi voz extrañamente se escucha débil.
- Estás en el hospital - escucho la voz de mi mamá.
- ¿Mamá? ¿Eres tú? ¿Co-como llegué aquí? - no recuerdo nada.
- ¡Tranquila Dora!, Iré a hablarle al médico - escucho como sale de la habitación.
- ¿De verdad no te acuerdas de nada? -
- Si recordara algo no estaría preguntando Andrés - me molesta.
- Tranquila hermana, lo digo bien, es que ...- es extraño que me hable de buena manera mi gemelo.
- ¿Qué? - pregunto malhumorada
- Cuando llegamos al hospital, mamá entro contigo a la sala y yo me quede afuera esperando, pasaron unos minutos y llegó corriendo Eder...- hizo una pausa, de la nada vuelve el recuerdo de que le tenía que dar el reloj.
- ¿Y dónde está Eder? - pregunto confundida, una parte de mi me dice que fue solo una pesadilla a causa de mi perdida del conocimiento.
- Dora, él no se quedó, llegó preguntando por ti y al verme solo se acercó a decirme que no fueras a decir nada de lo que viste, que recordarás los viejos tiempos del instituto - ¿Fue real todo?, vienen a mi memoria todo lo que ví, entrar en aquel alcancen, ver a mi novio siendo infiel con su amigo.
- ¡Fue real todo! - rompo en llanto, mis gritos se escucharon por todo el pasillo, mi hermano me abrazo dejándome llorar en su pecho, nunca se había comportado así conmigo.
- ¡Dora! ¿Qué te hizo? - me pregunta preocupado.
- ¡Me engaño Andrés!, me engaño de la peor manera - mis labios no pudieron pronunciar aquello, sabía que con lo que se refería Eder a lo del instituto era que nos agrederáá a mi famila o a mi, lo cual lo hace aún peor persona.
Termine de llorar gracias al consuelo inesperado de mi hermano, entro el médico junto a mi mamá terminando de revisarme para anunciarnos que pudo ser mi presión arterial que bajo por algún esfuerzo físico o por mi mala alimentación, me indico nulos medicamentos para poder dejarme ir a casa.
Cuando mamá quería preguntar algo intercedía Andrés, no quería hablar con nadie, pedí la semana con permiso sin goce de sueldo, sé que no debí pero necesitaba asimilar las cosas, el estar en el hospital era estar viendo a Eder a cada instante en los recorridos del hospital, dejaré que se enfríen un poco las cosas.
Solo espero que no piense que le estoy huyendo por sus amenazas, vaga mi mente en todo esto mientras vibra mi teléfono móvil, estando recostada en mi cama me levanto hasta mi mueble con espejo para ver mi teléfono y ahí estaba, un mensaje de Eder... "Más vale que no digas nada de lo que viste mi amor...sabes lo que te espera si dices algo...ojalá no regreses al hospital, aquí está a quien verdaderamente amo así que ni te hagas ilusiones de que iré a rogarte..."
Ha destruido lo poco que tenía, ¿En que momento se convirtió en esto?, ¿Porque no lo ví venir?, Arrojo mi teléfono en la cama, para seguido tirarme yo abrazando una almohada y volver a llorar.
Amigos lo siento, pero hoy estoy destrozada, los dejaré hasta aquí, solo espero que se mejore todo esto y podamos volver a reír la juntos...