—¿Otro trago, amigo? —me pregunta Leonel, m*****o de la firma de abogados de Kevin y yo asiento—. ¿Champán o Whisky? —Whisky, por favor. Leonel le pide al mesero dos vasos de Whisky y este en seguida va a buscarlos. Estoy sentado con algunos miembros de la firma de abogados, los cuales conozco y el que está a mi lado, que me ha ofrecido el trago, trabaja para mí. Pero eso nadie lo sabe. El mesero aparece con ambos tragos dejándolos sobre la mesa. Lo tomo en mi mano y lo llevo a mis labios mirándola desde mi lugar. En realidad, no he dejado de verla ni un maldito segundo. Mis ojos están sobre ella como halcón en espera a enterrarle las garras. Me encantó ver su rostro cuando dije que había disfrutado de la vista. Palideció, vi el terror en ellos, vi el nerviosismo en ellos, pero prefer