Me quedo de piedra en medio de la pista de baile, mirando cómo se aleja de mí en medio de las personas. No pide permiso, no se disculpa, él solo intenta esquivar a quien pueda para largarse de aquí sin mirar atrás. Sus palabras retumban dentro de mi cabeza repitiéndose una y otra vez. Cada vez que se repiten, se oyen más fuerte y se siente el golpe cada vez más dentro de mi pecho. «Él sabía del departamento, de nuestro hogar, ¿desde cuándo lo sabía?» Su cara al ver a Chris jamás la olvidaré. Su mirada de asombro quedo grabada en mí, sus ojos cristalizados y los leves segundos donde su rostro se desencajó para luego endurecerse y así hablarle al fin. Aún siento el temor en mi pecho, el miedo al creer que perdería la cordura bajo la ansiedad. No lo hizo, pero la vi aparecer en su rostro, h