Cuando llegue a la universidad mis amigas corrieron a mi, yo les sonreí de oreja a oreja.
— ¿Que te paso? — Me preguntó Clau.
— ¿Nada por qué? — Le contesté.
Kendall me miró de arriba a bajo.
— habla o te lo sacamos a la fuerza —
Yo les sonreí.
— Estoy con Viviano — Les conté.
Se que era un secreto, pero ellas eran mis mejores amigas.
Kendall y Clau empezaron a gritar y a brincan.
— ¿Ya lo hicieron? — Me preguntó Kendall.
— No, pero estoy segura que hoy lo haremos, he planeado una cena romántica —
Mis amigas me miraron y después empezaron a reír.
— Tu no sabes cocinar — Me recordó Clau.
Yo puse los ojos en blanco.
— Me ví un vídeo en Youtube, ya he apuntado todo lo que necesito, y no es tan difícil cocinar —
Yo me tenía mucha confianza, me había visto varias veces el vídeo, así que ya sabía como tenía que hacerlo.
— Lo bueno es que si se intoxica con tu comida, tu eres la que lo vas a cuidar — Me dijo Kendall y Clau se rió.
— ¡Gracias! No saben lo mucho que aprecio sus palabras — Les dije de mala gana.
Clau me dió un par de golpes en la espalda.
— Solo estamos bromeando, ahora vamos, que la profesora es capaz de no dejarnos entrar si llegamos tarde — me dijo Kendall.
Yo Asentí con la cabeza y camine con ellas al salón.
*
Después de la clase, que fue tan aburrida como siempre, fui con Clau y Kendall al súper, habíamos quedado en que me iban a ayudar a comprar todos los ingredientes.
— ¡Barb! — me grito Clau.
Yo fui al lugar donde ella estaba.
— ¿Que paso? — Le pregunté.
— ¿Que clase de cebolla es? Acá solo escribiste cebolla — Yo mire a las cebollas y me fui por la que se veía más linda.
— Me imagino que da igual, ambas son cebollas — Clau asintio y metió al carrito las cebollas más bonitas.
— ¿Dónde está Kendall? — Me preguntó Clau.
— está buscando el pollo, vamos por ella —
Kendall estaba mirando en el enorme refrigerador, se veía muy concentrada.
— ¿Que te lleva tanto tiempo? — Le pregunté.
Ella me enseñó dos bandejas.
— ¿Con hueso o sin hueso? — Me preguntó.
Yo me acerque y los mire, en el vídeo que me ví, no había huesos.
— Sin hueso — Le dije.
Ella asintio, metió una bandeja al refrigerador y la otra al carrito.
— ¿Que más tenemos que comprar? — Me preguntó Clau.
Yo saqué la hija de mi bolso y la lei.
— Tomillo — Dije.
Clau y Kendall me quedaron mirando.
— ¿Que es eso? — Preguntó Kendall.
Yo me encogi de hombros. Lo más racional en estos momentos era buscar a alguien que trabaje aquí y nos diga que es el tomillo.
— Preguntemosle a esa chica — Les dije señalando a la chica.
Las tres caminamos a la chica que estaba acomodando algunos productos.
— ¿¡Hola! Una pregunta, que es el tomillo? — Le pregunté.
La chica nos miro a las tres y sonrió.
— ¿tomillo fresco o seco? — Clau y Kendall me quedaron viendo la cara, yo le sonreí a la chica.
— Fresco — Le contesté como si yo supiera de lo que hablaba.
La chica se levantó, se fue a otro lado y después volvió con el tomillo.
— Gracias — Le dije a la chica y tire el tomillo al carrito.
Kendall, Clau y yo nos dimos la vuelta para seguir comprando lo que nos faltaba.
— ¿Y para que es el tomillo? — Pregunto Clau.
— No lo sé, pero estaba en la receta, me imagino que debe ser como presentación — Les dije.
— ¿De verdad piensas cocinar? ¿no es mejor comprar la comida ya hecha ? — Yo negué con la cabeza, me negaba a hacer algo así, ya Viviano me había dicho que le gustaban las mujeres que cocinarán y yo obviamente iba a prender para poder consentirlo.
— Cuando ustedes se enamoren de verdad, van a entenderme — Les dije.
— Me parece mucho trabajo, yo definitivamente compraría la comida — Me dijo Kendall.
— Sigamos que aún nos hace falta muchas cosas — Les dije y seguimos comprando en el súper.
*
Cuando llegue a casa, fui directo a la cocina a acomodar todo. Estaba tan emocionada por lo que iba a pasar hoy.
Saque mi celular y busque otra vez el vídeo, Yo no podía equivocarme en esto.
Le di play al video y empecé a cocinar.
La verdad pensaba que esto sería mucho más difícil, de hecho estaba viendo que tenía un talento natural para la cocina, definitivamente iba a ser una esposa fabulosa.
Puse un sartén en la estufa que ya estaba encendida, le puse un poco de mantequilla y el tomillo.
El segundo paso era poner el pollo, abrí la bandeja con el pollo y saque un pedazo, lo tire a la sartén y espere a que se empezará a cocinar.
Volví a darle play al video, la chica estaba picando un pedazo de cebolla, yo mire la cebolla y arrugue el entrecejo.
Mire la cebolla que yo tenia y no era para nada igual a la del vídeo, ¿por qué mi cebolla era redonda y esa era larga? ¿Acaso ella estaba utilizando algún tipo de cebolla importada?
— Da igual, me imagino que ambas sirven para lo mismo —
Pique la cebolla y la tire al sartén.
— Creo que esto necesita más mantequilla —
Corte un trozo más grande de mantequilla y se lo tire a la sartén, Espere a qué la mantequilla se redujera y le di la vuelta al pollo.
También iba a hacer algo de arroz, así que me puse manos a la obra, empecé a buscar algo con que cocinarlo, y encontré una olla, puse agua y el arroz, después lo lleve a la estufa, ahora solo me tocaba esperar.
Parti un par de patatas, la puse en una bandeja y arriba le unte aceite de oliva, abrí el horno y puse la bandeja dentro.
***************
Cuando llegue al edificio donde vivía uno de mis vecinos se me acercó.
— Creo que se está quemando algo en tu apartamento, ya hemos llamado a los bomberos — Yo corrí al ascensor y le pique a mi piso.
Cuando las puertas se abrieron, sali como alma que lleva el diablo a mi apartamento.
En la puerta estaba bárbara hablando con varios vecinos, yo me acerque a ellos y los saludé.
— ¡Viviano! — grito ella al verme.
— ¿Que pasa? — Pregunté preocupado.
— ¡Nada! Es que ellos estaban preocupados, pero ya les expliqué que estaba cocinando — Me contestó ella con una enorme sonrisa.
— ¡Ven vamos! te tengo una sorpresa — Yo reí con nerviosismo, mis vecinos me quedaron mirando y después se fueron.
Camine de mala gana a la puerta, el olor a quemado llegó a mi nariz.
— Quiero que pruebes algo — Me dijo ella.
Bárbara me agarró de la mano y me llevo a la cocina.
Casi me da un infarto al ver el desastre que había en ese lugar.
Bárbara pincho algo con un tenedor y me lo acercó a la boca.
— Abre — Yo abrí la boca y ella metió la masa extraña en mi boca.
Yo mastique rápidamente, tratando de descifrar que era lo que estaba comiendo.
— ¿Está rico? — Me pregunto.
Yo sonreí y asenti con la cabeza. No podía tragar eso.
— ¿Que es? — Le pregunté.
— Pollo, ahora siéntate que voy a servirte la comida —
Me senté en una de las sillas de la isla de mi cocina y observé como ella tiraba en un plato un masa viscosa color blanco, que si no estaba mal, era arroz.
Después saco del horno algunas patatas bastante quemadas y también puso algunas en mi plato.
Y por último fue el dichoso pollo, ella lo corto y algo de sangre salió de él.
¿Cómo era posible quemar un pollo y dejarlo crudo al mismo tiempo?
— Toma — Me puso el plato y después un tenedor.
— Está muy rico — Me dijo.
— ¿Ya lo probaste? — Le pregunté.
Ella nego cona cabeza, yo parti un pedazo de pollo y se lo acerque, ella abrió la boca, yo le metí el trozo de pollo.
— ¿Está rico? — Le pregunté.
Ella escupió el pollo en el lavadero.
— Que asco — Dijo.
Yo aleje el plato y la mire.
— Gracias por cocinar para mí, pero creo que es mejor pedir algo. ¿quieres pizza? — Le pregunté.
Ella se rió y asintio con la cabeza.
— Tomaré clases, creo que los tutoriales de YouTube no sirven — Me rei, está niña iba a poner mi mundo patas arriba, y lo más jodido era que esa idea no me parecía tan loco ahora.