El sueño de una princesa (4)

2083 Words
La carta no fue muy amable, lord Gregory Leonidova podía tener un parentesco muy distante con el príncipe, pero seguía siendo un noble y más importante que eso, era el presidente de la sociedad de comercio y alguien a quien Axel no podía ofender. En otros tiempos, su compromiso se sintió como la decisión correcta que impulsaría su carrera, nunca pensó que los eventos subsecuentes lo dañarían tanto. – ¿Es cierto que por las noches se escuchan los lamentos de sus víctimas? – preguntó Kimberly, su compañera de estudios con los ojos muy abiertos. – No hay tal cosa, ¿cierto Axel? Axel resopló – no la hay – recogió su libro y se levantó – los veré pronto – se despidió. Víctor tomó el libro que necesitaba y lo alcanzó – ¿de verdad piensas que no es una asesina? – le preguntó con gran interés – la investigación estuvo a cargo de mi padre y él la condenó. – Tú la conociste, ¿qué clase de mujer te pareció? Semanas atrás, Víctor Sharov escuchó claramente a su primo llamar ¡estúpida!, a Sasha Leonidova, y nada pasó, no despertó con un cuchillo enterrado en el pecho o algo similar, la chica en cuestión, ni siquiera reaccionó – me pareció, muy sumisa. – Eres observador, en mi opinión se necesita un alto grado de agresividad o cierto nivel de inteligencia para cometer un homicidio y Sasha Alina Leonidova carece de ambos. Víctor alzó una ceja – no puedo decir sí la quieres o la detestas. ***** Me preguntaste qué me pasó, ¡cómo fue que terminé con la mitad del cuerpo quemada! Hoy te lo contaré. La conexión entre las diferentes dimensiones ocurre gracias a melros, el camino de los dioses, imagina un tubo que metes al agua, esperas a que un pez entre, sellas las dos entradas y llevas el tuvo a un río diferente, eso es melros, una forma segura de cruzar entre mundos. Pero además de melros existe otro camino, kareydanel y ese maldito sendero es un tubo caliente que vaporiza el agua y quema el pescado, una vez dentro jamás llegaras al lugar que deseas llegar, en su lugar te quemarás. Literalmente. Pero, estoy siendo muy ambiguo, verás, hay una regla sagrada en kareydanel, ¡nunca mires atrás! Hace veinte años entré a kareydanel para un recorrido, no me importaba a dónde llegar, solo entré, caminé y entonces lo vi, te dije que hay una regla sagrada, la única que importa, en kareydanel puedes ser un idiota, quemar los árboles, escupir, gritar o maldecir, puedes caminar hacia atrás, trazar una curva o repentinamente doblar a la izquierda o a la derecha, no importará en tanto jamás mires atrás y ese día delante de mí apareció una sombra, era yo, mirando hacia atrás. La mitad de mi cuerpo se quemó y una parte de mi alma fue consumida. Mi futuro yo, la versión de mi con la mitad del cuerpo quemada hizo exactamente lo que no debía hacer y rompió la única regla sagrada, ¡no tiene sentido!, yo nunca sería tan idiota, así que explícame, dime por qué carajos miré hacia atrás y me condené. Lo que perdí esa noche jamás podré recuperarlo y desde entonces estoy atrapado, todos los días a la misma hora me quedo dormido y es así por doce malditas horas, a veces no puedo levantarme, siento mucho dolor y tengo la necesidad de comer. ¿Querías saber lo que me pasó?, ¡era eso!, tu vida, princesa patética, ¿te sigue pareciendo más trágica que la mía? ***** Hay un sentimiento amargo en mi pecho, siento que estuve llorando por un largo tiempo. – Buenos días señorita. – Buenos días Marina. – Señorita, ¡sus ojos!, le traeré un poco de agua, no sufra, estoy segura que el joven Sharov cambiará de idea. Podría sonar extraño, pero no estoy llorando por el prometido que me abandonó, sino por el demonio de cabello rosa en mis sueños, él no me lo dice, pero sufre mucho y en medio de ese sufrimiento, me acompaña, me muestra paisajes hermosos y busca la forma de hacerme sonreír. Demonio de cabello rosa, ¡no se qué haría sin ti! – Señorita, le prepararé el baño. – Sí, gracias. ***** Mi corazón late apresuradamente y cada latido duele, la visita de Axel no fue programada y lo que hace que mis manos tiemblen, es el aroma en el aire – Franklin, trae gasas y pañuelos, Marina prepara una cama, necesitamos agua hervida y una habitación libre, de prisa. Me miran de forma extraña, pero hacen lo que les pido, el caballo llega a la entrada, es Axel cubierto de sangre. Siento que el piso se mueve bajo mis pies, voy a caerme. César lo ayuda a bajar, ahora que lo veo la sangre no es suya, es del hombre a su lado que a veces lo acompaña. – ¿Qué sucedió? – Ladrones, nos alcanzaron en el puente, mi primo está muy grave, lo apuñalaron. Franklin regresa – ya está todo listo. El otro hombre fue apuñalado y Axel tiene una herida en la frente y otra en la mano, es un académico, no es un hombre que apoye la violencia física, ¡cómo pudieron lastimarlo!, él es tan lindo y tan inteligente. Quisiera buscar a los ladrones, tomarlos del cuello y romperles los huesos o aplastarlos con mis manos, ¡ah!, de nuevo son las imágenes de mi sueño, yo jamás podría hacer eso. Marina sostiene mis manos – señorita, el joven Sharov estará bien, siéntese, es malo que se altere. Tiene razón, ¡por favor!, dioses de Verium, que esté a salvo, que se recupere, por favor. Las noticias tardan en llegar. – Señorita, el joven Axel se encuentra bien, el otro joven, me informan que es su primo, el joven Víctor Sharov, tendrá que quedarse en cama, señorita, su condición es muy grave, pero tenemos que moverlo. – ¿Por qué? Su sonrisa se vuelve nerviosa – se aproxima la hora. Cierto. Cada noche a las ocho de la noche mi cuerpo se desploma y el sueño da inicio, es en esos momentos de inconsciencia cuando las personas a mi alrededor mueren y para evitar que suceda, los sirvientes tienen la consigna de irse a la mansión del otro lado de la barda. – No hace falta que lo muevan, sellen mi habitación por fuera, coloquen muebles sí es necesario, no pondremos en riesgo su salud. Franklin me mira con tristeza – se hará como usted diga. Nadie quiere ser asesinado por mí. Ah pasado tanto tiempo desde que hubo un cuerpo ensangrentado a mi lado, que olvidé que ese riesgo existe. Veo a Axel y lo alcanzo – siento que pasara eso, los ladrones fueron muy injustos – él me mira y resopla, también me olvidé de eso, el gesto en su rostro que me dice que soy ingenua y estúpida, tengo que cambiar el tema – pensé que volverías a Argenta. – Hice un viaje para la boda de mi hermana. – ¡Anabela se casó! Se detiene y voltea a verme – olvidé mencionarlo, no es algo en lo que debas preocuparte, me llevaré a Víctor en cuanto se sienta mejor, gracias por la ayuda. Lo entiendo, pero me aferro a la manga de su traje – tú, ¡venías a verme! Niega con la cabeza – íbamos de camino cuando nos encontraron, la ciudad está a medio día, la aldea más cercana a dos horas y tu mansión a quince minutos, tomé la decisión que sería la más ventajosa para salvar la vida de Víctor. ¡Pensó en mí! Escuchaste eso, demonio de cabello rosa, ¡pensó en mí!, hoy soy tan feliz, quiero ver las llanuras, las que están junto a los volcanes donde viven los hijos de Lujuria y por dónde corre el río de sangre, demonio de cabello rosa, muéstrame algo hermoso. ***** ¡Maldita sea!, quisiera meterme a mis sueños y darte un puñetazo, es tan molesto, rogarle a un hombre, ¿dónde mierda dejaste tu dignidad?, sí es que alguna vez la tuviste. Soñar me pone de mal humor. Cuando camino arrastro mi pierna y debo apoyarme en Viola y en mi bastón, trepo el marco de la ventana y espero a que un diablo aparezca. ¡Las llanuras!, ¡eh!, bien, te llevaré, sujétate fuerte princesa patética, te mostraré lo hermoso que es el inframundo. Los árboles altos con hojas rojas, las bestias que persiguen a sus víctimas, los vertederos y más adelante, las llanuras, ahí está el río de sangre, tiene la forma de una cadena porque fue lo que usó Tinieblas para abrir la tierra y ese es el volcán más alto de esta zona, dentro hay una villa, aguarda, por aquí debe estar… Estallido* Maldición, las nubes se han vuelto muy grises y ya no puedo ver los volcanes, debí desviarme, no, no lo hice, esta tormenta no es normal, pareciera que entré a un inmenso vórtice y hace frío. El clima…, ¿es frío? Entré a kareydanel. ¡Mierda!, ¡mierda! Estoy atrapado, hay días en los que no puedo levantarme de la cama, vivo con dolor, cada maldito día es una tortura y cuando llega la noche me atormenta una princesa patética, ¡esa es mi realidad!, y todo, es por tu culpa, tú, maldito puente colgante, no sirves para lo que te crearon. Bajo a gran velocidad para verlo y aterrizo en ese bosque espeso cubierto de neblina, sé que jamás vivirás en la realidad princesa patética, pero de ser así siempre recuerda mis palabras, nunca mires atrás y busca las luces en el cielo, ellas te marcarán el camino. Mis alas desaparecen y el miasma que conforma al diablo se convierte en una pequeña roca que guardo en mi bolsillo, bien, maldito tuvo de porquería, veamos a dónde me quieres llevar. Hoy hay mucha neblina, las lianas se mueven en el suelo y se arrastran, se siente como serpientes, antes no sería un problema, pero con mi equilibrio es posible que caiga en cualquier momento, tengo que hacer algo tan denigrante como aferrarme a los troncos de los árboles para mantener el paso. Algo sostiene mi mano, me lanzo hacia el frente y me recargo, el viento ya no golpea mi espalda, debo estar… – ¿Estás bien? Ojos color violeta, cabello azul, rostro redondo y un tono de voz tan suave que me dan ganas de golpearlo – suéltame, mocoso – maldita sea, ¿dónde estoy?, y quién es este idiota. – ¡Hoy es un mal día! – No pudiste decirlo mejor. Mete las manos a su bolsillo y saca una planta, más bien, una flor color azul. – ¿Qué mierda quieres que haga con eso? – Tienes que comerlo, calma el dolor. – ¿Según quién? – Tú, el otro día lo dijiste, en los días malos debo darte esto. ¡El otro día! – Mocoso, ¿cuántas veces me has visto? – Quince. Princesa patética, no recuerdo sí ya lo mencioné, kareydanel se mueve en tiempo y espacio, significa que yo he estado aquí antes – mocoso, ¿qué otra cosa te dije? – Me diste permiso para obligarte. ¿Obligarme a qué? Abre mi boca y empuja la planta junto con sus dedos. Tos seca* ¡Maldita sea!, quiero vomitar, mocoso maloliente, yo nunca te diría que hicieras eso, sí estuviera en mejores condiciones lo sujetaría por el cuello, sí tan solo… ¿Qué demonios? El dolor, se ha ido, no tengo mucha fuerza y tendría problemas para ganar en una carrera contra un diablo, pero el dolor disminuyó, puedo ver mis dedos muy claramente, también a él, antes solo noté su cabello azul, ahora que lo veo, tiene un lunar bajo el ojo izquierdo, se le forman hoyuelos en las mejillas y sonríe de una forma muy boba. No me gusta. Pero, tiene razón, puedo levantarme, estirar los brazos y saltar, y todo es gracias a esa planta, lo que él dijo, podría ser cierto – tienes mi permiso para obligarme a comer, pero no uses tus dedos, es asqueroso. – Siempre dices eso. Y si siempre lo digo, ¿por qué sigues metiendo tus dedos a mi boca?, ¡maldito niño! – oye, ¿qué otra cosa te he dicho? Básicamente estoy recibiendo mensajes de mi futuro. – Que soy especial para ti. ¡Voy a matar a este niño!
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