El espacio entre los vagones es muy pequeño, los pasillos estrechos, el movimiento molesto y, en resumen, no puedo entrenar en este lugar.
– Párate correctamente, mantén la concentración.
Danil no tiene el físico para sostener una espada, tampoco para la lanza y ni hablar de un hacha, lo que nos deja con los cuchillos, el tren se mueve, ¿ya mencioné que este lugar es pésimo para entrenar?, y lanza el cuchillo.
Vaya, se clavó en la pared.
– ¡Lo logré!
Lejos del blanco, pero logró acertar – buen trabajo.
Sonríe de oreja a oreja y corre para desencajar el cuchillo, el cual parece muy atorado porque no puede sacarlo, doy un paso y William fue más rápido que yo.
– Gracias – dice Danil y regresa conmigo.
– Una vez más.
El tren se mueve, pasamos por un túnel, la única iluminación viene d
