La indicada

1063 Words
Nathan caminaba hacia los estacionamientos cuando escucho voces tras él, se ocultó tras uno de los pilares, pues se dio cuenta de quien se trataba. Aún seguía triste, dolido, molesto con Antonella por haberle visto la cara, él confió en ella, y por mas que buscaba que fuese mentira, que hubiese inocencia tras ese hermoso rostro de ángel, eso no parecía suceder. Antonella se había teñido el cabello un tono mas claro que el suyo, parecía rubio rojizo, la realidad era que se veía aún mas hermosa que antes, era perfecta, una figura que te hacía enloquecer con solo verla, comprendía por qué Harry hacia lo que hacía. Observo como ambos caminaban muy juntos hacia el auto de Harry, él le abría la puerta y ayudaba con amor a subir al auto, estaba enamorado de ella, no había duda de ello, eso le hacía hervir la sangre, le ponía tan de mal humor que deseaba agarrar a golpes lo que hubiese frente a él. Sin poderlo evitar sintió los mas terribles celos, odiaba tenerla lejos, pero no podía permitir que le siguiera viendo la cara, recordaba el día en que aquellas mujeres le habían abierto los ojos, algo que él no había ni siquiera notado. Nathan estaba en el ascensor cuando escucho a las mujeres hablar. — Te lo digo, solo basta ver como la observa el señor Richmond, su esposa es hermosa, pero tener una amante aun con esa hermosa familia que tiene y que llena los periódicos, te lo digo, esa Doctora solo es la amante del jefe. Nathan interrumpió a las mujeres molesto, ella era su novia, no seria capaz de hacer algo malo, mucho menos indebido. — No creo que tengas razón, la Doctora Petters parece muy profesional, es una dulce chica, además creo que tiene novio. Decía Nathan interrumpiendo a las mujeres, pero ellas con mayor confianza hablaron. — Pobre muchacho, si tiene un novio debe ser un tarado, ¿Cómo no darte cuenta de que tu novia tiene un amante? Es mas que obvio, la manera en como él la besa en la mejilla cada vez que la ve, como la abraza, la cuida, protege a esa mujer, además supe que esa nueva y hermosa camioneta fue un obsequio del señor Richmond, dime, ¿quién te da algo así solo por ser la medico de la empresa? Basta con ver como se miran, la forma en la que se sonríen, una chica tan joven no puede ser la jefe de médicos, te lo digo, hay mejores y mas profesionales con mas experiencia, pero se lo dieron a ella. Nathan no había pensado en nada de eso, ni siquiera prestaba atención a esos detalles, cuando las mujeres bajaron del ascensor solo le dijeron por último que no tenía que ser muy listo para darse cuenta. Él se quedó pensativo, camino de regreso a su despacho, pero vio algo que lo dejo asombrado, y que lo hizo comenzar a preguntarse si lo que esas mujeres decían era verdad. Harry tomaba la mano de Antonella, ellos entraron en el consultorio y se unieron en un abrazo, Harry acaricio el rostro de Anto y beso su mejilla, eso era verdad, ella era su cuñada, no tenía porque verla de esa manera, mucho menos besarle así, sobre todo al estar en la compañía, se daba cuenta de que lo que esas mujeres decían no era tan descabellado ahora que no tenía esa venda en sus ojos, parecía que Antonella sabia aprovechar las oportunidades. Hablo con ella y efectivamente, ese había sido un obsequio de Harry, pero antes de que ella pudiera contarle que él era su hermano o algo mas Nathan se puso de pie sin poder evitarlo y se alejó con una tonta excusa, después le dijo a Anto todo lo que ella tuvo que contarle a su madre por el dolor que le provocaban las palabras de Nathan, él ni siquiera pudo ser sincero con ella, pues de haberlo hecho, Anto le habría contado que Harry es su hermano, no su amante, y que buscaba llenarla de obsequios al recibir una negativa de parte de Anto para recibir el dinero que le correspondía. Nathan acepto hacer el viaje que Harry realizaría, necesitaba alejarse, dejar de sentir ese deseo por ir a tocar la puerta del consultorio de Antonella, le dolía tenerla tan cerca, amarla como lo hacía aun sabiendo que ella no merecía ese amor que sentía por ella. Lidiaba con Harry, pero tenía en ocasiones la necesidad de preguntarle el porqué, ¿por qué engañar a una buena mujer? Si el tenía a una familia hermosa, una buena vida, sobre todo porque Antonella era su cuñada, él no era la persona que había pensado, quizá mas adelante tendría que dejar ese trabajo, seria muy difícil para el seguir adelante sabiendo lo que sucedía. — Necesito sacarte de aquí dentro Antonella, tú no eres la dulce chica que pensé que eras. Decía tocando su pecho mientras los veía partir, cuanto le dolía verlos juntos, sabiendo que no podía hablar, no podía destruir una familia, aun cuando Harry cometía un gran error al ponerla en peligro, pues las habladurías tarde o temprano podían llegar a oídos de mas personas. Incluso llamo la atención a las mujeres del Ascensor, les pidió terminar con esas habladurías, mando memos para los departamentos dejando claro que en esta empresa se respetaba la intimidad de cada persona, si se les sorprendía hablando mal de cualquier compañero, habría medidas disciplinarias, no lo hacía por Harry, mucho menos por Antonella, sino por Alison y sus hijos, pues por lo que sabía de ella es que había sufrido mucho en la vida, y no quería ver que esos niños y esa buena mujer sufrieran, aun que quizá el día algún día llegaría en que Alison se enteraría de la triste verdad tras su hermana y esposo. Nathan regresó a su despacho, por un momento su apetito había volado lejos del lugar, en ese momento solo podía sentir la tristeza y el dolor de perder a la mujer que pensaba era distinta, que equivocado había estado, incluso le pediría matrimonio, estaba seguro de que era la indicada para ser la mujer con la que quería compartir toda la vida, pero eso ahora solo parecía un sueño que se alejaba mientras se daba cuenta de que ella no era la correcta.....
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