Martin. Abro la puerta hasta atrás, quedo de pie mirándola fijo y sin rastros de querer desviar la mirada, está en ropa interior que no es de juego pero, ufff Dios que está mujercita está como quiere, grita y se ríe tapándose la boca y medio que salta en el lugar. —Nooooo Saaaaalllll. —Por Dios santo. —la verdad es que no sé que hacer, mi mente me dice que no sea un pervertido y que salga pero mi cuerpo reacciona de otra manera. —Martín por Dios sal. —cuando se da cuenta de que esta en ropa interior se vuelve loca. —Brisa. —agarra la toalla que hay colgada y se tapa—. Por favor... Dime que salga otra vez o no me voy a contener. —Sal de una vez Martin. —lo hago de inmediato, me apoyo en la puerta sintiendo mi corazón latir a mil por hora, ¿Cuándo me sentí así por ver a una mujer