La cena llegó, de un restaurante de pollo frito con puré de papas que Dominick siempre llamaba, Alexa lo sabía porque fue el mismo que le dio cuando la llevó a Gladys – tienes que comer algo más que pollo frito. – Cuando tengo tiempo cocino – explicó Dominick abriendo las bolsas del supermercado – y cuando no lo tengo, ordeno a domicilio, sí no lo quieres, hay bistecs – mostró la bolsa – y vegetales. Alexa se inclinó para mirar el resto de las bolsas – ¿a qué hora compraste todo esto? – Lo encargué – mostró su celular. Alexa deslizó los dedos por la mesa de la cocina mirando en dónde podía Dominick cada parte de la despensa, todo estaba muy bien organizado. – ¿Sucede algo? Sí no lo decía, perdería la oportunidad – no puedes usar mi poder cuando quieras y lo que digo, es que no puedes