CAPÍTULO SIETE Estefanía estaba sentada mirando al horizonte, haciendo todo lo que podía por ignorar el balanceo del barco e intentando calcular el momento en el que debería asesinar a la capitana del barco. No había duda de que debería hacerlo. Felene había sido como un regalo de los dioses cuando Estefanía y su doncella la conocieron en Delos. Felene había sido un modo de salir de la ciudad y un modo de llegar a Felldust. Todo mandado de la mano del propio Thanos. Pero por ser de Thanos, debía morir. El simple hecho de que era lo suficientemente leal para llevarlas hasta aquí significaba que era demasiado leal para confiar en todo lo que Estefanía pretendía hacer a continuación. Ahora la única cuestión era la elección del momento oportuno. Era un malabarismo. Estefanía alzó la vista