Mauro se fue temprano, y en el transcurso del día no le dijo nada a Mariel sobre comer juntos, aunque tampoco sobre algún compromiso que les obligara a comer separados; y, al final del día, tampoco le avisó sobre la cena, así que Mariel se sintió un poco perdida. Entre ellos las cosas eran cordiales y respetuosas, y en su acuerdo de parecer buenos esposo debían estar al tanto de lo que hacía el otro, pero ese hombre no se había comunicado con ella en todo el día, eso le sugería que algo estaba mal y le inquietaba un poco. Pensó en llamarle para preguntar, pero no quería interrumpirlo en lo que fuera que estuviera haciendo, por eso, lo dejó por la paz, de todas formas, ese hombre tenía que llegar a dormir a la casa que compartían, sí o sí. Sin embargo, la noche había caído varias hora