Sara. —Mmmggg. —pongo las manos en la pared para sostenerme porque siento que me caigo—. Jere. —Tranquila amor. —me sostiene de la cintura por atrás ayudándome a mantenerme en pie—. Respira. —Mmmjjjj. —Pa, ¿Qué hago?. —Quédate con mamá, ya vengo. —me mira super nervioso donde no sabe que hacer—. Voy por el médico, ya vengo. —Si. —se va dejándome con Isaías que pobrecito no sabe que hacer. —¿Mami qué hago? Dime lo que necesites. —¿Me traes agua por favor? Tengo mucha sed. —Si. —preparo la cama como puedo, compré una cuerina así no se me mancha el colchón, con Isaías hice lo mismo y pasamos de nuevo por lo mismo, en una cama nueva—. Toma mami, traje fresquita. —Gracias amor. —me tomo el vaso lleno y con tanta ganas que llego a gemir de satisfacción. —¿Y ahora qué hago?. —La ropit