Jeremías. —¿Porqué uso esto?. —Isa se rie atrás mío y ella se enoja mucho que parece que va a llorar—. No te rías Isa, no seas malo. —Keren. —la agarro de los bracitos haciendo que me mire—. Debes usarlos hija, así corriges tus ojitos. —Pero me molesta papi, por favor, no quiero usarlos. —Ya te vas a acostumbrar amor. —me da mucha ternura donde se pone triste—. Debes esperar un poco a ver si lo soportas y vas a ver que vas a ver mejor y no te va a doler tanto la cabecita. —le limpio unas lágrimas que salen—. Son hermosos y te quedan hermosos amor. —Es verdad hija. —la mira a Sara que le acaricia la cara con ternura—. Pareces una muñequita con esos lentecitos. —Esta bien, voy a intentar. —Bien. —el médico nos mira sonriendo porque se había puesto testaruda en que no quería usarlos—.