Madison Al día siguiente abrí mis ojos lentamente, solo pude dormir un par de horas y mi subconsciente me despertó, debía enviarle el dinero a Harry, tomé mi teléfono y revisé la notificación del banco, tenía los 2.5 millones prometidos por parte de Benjamín, me sentí fatal… Revise los mensajes que me había enviado el día anterior Harry y ahí estaban todos los datos, marque primero unas cuantas veces a su teléfono, pero nadie me dio respuesta, suspire resignada, no enviaría ningún dinero sin su confirmación, ya eran las 8 am, y la hora del desayuno había pasado en la mansión, afortunadamente en mi cuenta había dinero para comer. Suspire mientras recogía mi cabello en una cola, cuando mi teléfono sonó, era Harry. —¡Harry! ¿en dónde estás? —le pregunté angustiada —Ya te dije ayer, t