—¿Por qué te demoraste tanto? Estaba a punto de subir a buscarte, creí que no bajarías —me dirigí a María para acompañarla hasta la puerta del auto y abrirla, dándole paso a ella a entrar. —¿Qué hacía, Annet aquí? —preguntó con curiosidad, ocupando el asiento que va a mi lado. —No sé, ni me interesa, dijo muchas cosas a las que realmente no les tomé atención, simplemente estaba esperando a que aparecieras para poder irnos. Rodeé el auto para hacer lo mismo y tomar mi lugar detrás del timón, mas cuando vi a María con los dedos bajo la barbilla, decidí preguntarle: ¿Sucede algo? —Empiezo a creer que en realidad quería coquetear contigo. —¿Y por qué dices eso? Tal vez lo haya hecho, pero no le presté atención, de hecho, un cactus hubiera llamado más mi atención que ella. —¿No te agrada