POV María —Me alegra que todo esté yendo bien, tu cercanía ha ayudado a que Gia sea más expresiva —comento, bebiendo de mi batido de plátano. —La pequeña ya era una niña muy alegre, no hice mucho —me responde Keith, pinchando con un palillo una uva que se lleva a sus labios. Ambos estamos compartiendo nuestro fin de semana, mientras tenemos de fondo la vista de las olas del mar. —Pero por otro lado, espero que tu esposo no se ponga celoso, no quiero terminar con un ojo morado. Sabes que siempre evito los problemas que tengan que ver con golpes, a pesar de tener errores en mi vida personal, trato de demostrar mi mejor postura a mis estudiantes. —Eso no pasará —niego con mi cabeza—. No estamos haciendo nada de malo, solo comemos, además, para que estés tranquilo, él lo sabe. Keith abre