ANONADADA
MAGDA
Estaba leyendo la carta robada de Edgar Allan Poe cuando escuche el grito de Camila llamándome. Me sorprendí mucho por su llamada y decidí aceptar.
Cada vez me siento más relajada en presencia de Marco, es como tener un amigo de confianza, un amigo sexy al cual quiero desnudar cada dos por tres, por eso cuando llamó no dude en decirle que sí. Tal vez no lo quiero solo como amigo.
Me encontré queriendo verlo ansiaba y esperaba con ilusión que me llevara a casa cada día y platicar de cosas triviales.
Me sentía normal y eso ya era mucho.
La platica en el carro fue relajada, banal y sobre cosas cotidianas y los silencios cómodos, no teníamos que llenar el silencio con conversaciones que no necesitábamos, y eso me gusta, era tener paz cada cierto tiempo.
Marco se notab
