Nunca me ha pasado

1165 Words
Raúl y yo fuimos con las chicas y descubrí otro mundo por completo. El restaurante eta impresionante,t enían todo tipo de sabores y aromas preparándose y otros nos decantamos por un menú de degustación, además, disfrutamos de una vista gloriosa, llena de luces y con todo viéndose tan pequeño e insignificante. Es como si el cielo hiciera que el tiempo pasara más lento, a comparación de la ciudad tan agitada y ruidosa que tenemos bajo nosotros. El lugar, la vista, la comida y compañía con espectaculares. Esta ciudad es una recopilación de culturas, así que las comidas y bebidas eran impresionantes, la mezcla de culturas se sentía y se bebía ahí. Delicioso, romántico e impresionante. Comimos como locos y después fuimos a otro lugar solo por conocer y poder bailar un poco más. Las chicas aparecían tan contentas y muy enamoradas. Raúl estaba demasiado relajado, del hombre gruñón que siempre está dando órdenes y haciendo caras de mal humor, pasí a un hombre divertido, relajado ya puesto. —¿Cómo se conocieron? —Trabajo —respondemos al unísono y compartimos una sonrisa. —¿Ustedes? —El colegio. —Ese es el amor más puro, inocente y difícil de olvidar—comenta Raúl y todas reímos. —¿Qué sabes tú? —Así se conocieron mis padres y así conocí a mi primera esposa. —¿Cuántas veces has estado casado?—pregunto a Raúl interesada por el dato. —Dos veces —Los dos se ríen. —Una que se siente especial. —Nunca te sientas especial—bromea Emma. —¿Qué pasó con ella? —El amor se apagó, cinco años juntos después de casaros y un día me puso los papeles del divorcio en el desayunador, se los firé y fui por mis cosas. —¿No te dolió? —No, más que dolor fue costumbre, por ejemplo, tuve que aprender ir al súper porque ella siempre lo hacía o la cama como la tendía… La intimidad de estar siempre con alguien.—se encoge de hombros. —Hace unos años luego estaba con mis hijas y un día estaba en el parque ella pasó corriendo, la miré y ella a mí y sonreímos, fuimos por un café y nos reímos como en años no hacíamos. —¿Se aman todavía? —Nos vamos a querer toda la vida, pero no como se debe amar a un esposo. —¿Cómo se debe amar a un esposo?—pregunta Mina. —Cuando encuentres a la persona adecuada le adoraras. Es absoluto y no hay maldad, quiero todo lo bueno, pero entiendes lo que no es bueno y aprendes a respetarlo. En días fríos o cálido, cuando está o cuando no esté. Sientes que si se va, vas a morirte y sabes que no es verdad, hacerle daño te duele y cuando te lastime se multiplica el dolor. —Eso es muy triste. —Sí, el amor es muy intenso, pero creo que son las cosas pequeñas, como cuando alguien entiende que no tienen que quitarte la taza de café justo después de terminar su desayuno porque te gusta a esa temperatura. —Yo asiento y todos me miran. —¿Nunca has estado enamorada?—pregunta Emma. —Sí, pero estoy joven—todos se ríen. —¿Tu primer amor del colegio? —No tuve primer amor o último. Nunca me ha pasado. —Eres guapísima, cómo no has estado enamorada. —pregunta Sara y Raúl me ve incrédulo. —Soy guapa, rubia, sexi, pero… no tonta —todos en mi mesa ríen y yo bebo un poco de mi maracuyá con carambola y me encojo de hombros. —Tiene que haber una razón. —No, nunca me he enamorado. —¿Ustedes dos…? —Raúl me cae muy bien, es muy bueno en la cama y aparentemente es entretenido. La noche está llena de sorpresa porque soy divertida incluso cuando soy la única persona sobria en esta mesa y Raúl tiene un sentido del humor fascinante unido a pasos de baile que matan. Definitivamente, mañana será un día que recordaré todos los músculos que existen en mi cuerpo. —No estamos enamorados, salimos y nos divertimos juntos. Entre mis opciones para tercera esposa estás tú. —Gracias, pero yo no quiero ser madrastra. Puedo ser tu amante —me ofrezca y todos ríen. —No conoces a mis hijas. —Seguro son fantásticas, pero es algo que sé que no quiero, lidiar con tu exesposa y a veces somos mejores amigas, pero después recuerdan la lealtad a la mamá y me pasan por el culo con mierda, no, no, no, puedo ser tía Mina. Cuando necesites niñera me llamas. —Gracias por el dato. Las chicas se disculpan porque la pieza que les encanta acabas de sonar, se van a la pista enloquecidas, se mueven para un lado y para otro y nosotros dos las observamos, acaricio el brazo de Raúl y le obligo a mirarme. —¿No te has resentido? —No, Mina, eventualmente, mi mujer y yo lo arreglaremos, porque yo la amo y ella a mí. Espero que tú y yo seamos los mejores amigos para entonces y sí te conviertas en la tía Mina, parte de mi vida. —Ojalá que no sea pronto porque me gusta pasar tiempo contigo—respondo y él me da un beso en los labios. —¿Vamos a bailar, sí? Raúl se pone en pie y me toma de la mano, él baila salsa conmigo, y yo sonrío. Me acerca a su pecho y me da un beso en la mejilla antes de prometerme que el amor llegará, me río y le advierto que no he o conocido a nadie enamorado, verdaderamente, feliz, me señala a las chicas y me gira para que las vea. —Haz el favor de no ser tan cínica. —¿Sabes qué sí me gustaría? —¿Qué? —¿Me harías el amor? —Puedo hacértelo despacio, y con todo el amor del mundo, pero si no me amas no será lo mismo. —Tú solo ve despacio hoy. —Tal vez no prometo nada, vas muy sexy—los dos nos reímos. —Esto no es un top, es mi brasier. Yo ya iba a dormirme y me puse el blazer encima y siento que se ve bonito. —Te ves muy bien —dice mientras me besa el cuello. —Estás muy bien. Casi a alas tres de la mañana nos despedimos de nuestras amigas, pero la fiesta inicia en nuestra habitación, somos fuego. No nos detiene nada. Raúl simplemente se abalanza sobre mí y me besa, me come, no tiene nada que ver con la escena romántica en mi cabeza, pero tiene mucho que ver con su capacidad de encenderme, de mostrarme que no solo hay una forma de hacer las cosas bien y con él guiando la situación, yo simplemente tengo que mantenerme a su nivel.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD