Propuestas

1632 Words
Álvaro, Álvaro, Álvaro. Básicamente, es todo en lo que pienso todo el día. Viene una semana al mes, la pasamos maravillosamente, planeamos nuestra próxima salida, nos permitimos conocernos un poco más y continuamos con nuestra vida laboral y el sexo telefónico con el que nunca he estado de acuerdo, pero, bueno, cuando no hay más, escuchar guarradas por el teléfono mientras me toco me pone a mil. El avance en el proyecto en estos cuatro meses ha sido espectacular, ya va tomando forma y podemos darnos el lujo de abrir una parte del proyecto a invitados y familia para la celebración de la boda de Xóchil y Marco. Por alguna razón, la pareja ha estado ocultando la feliz noticia de la llegada de su primogénito, pero creo que después de este bodorrio enorme que han planeado, pueden finalmente contárselo a un par de almas más. Y sigo a Xóchil por la casa, ella y su madre son voraces en cuanto a la planificación de este evento y María José tiene a todo el rancho contribuyéndoles, poniendo luces, toldos, sillas y todo lo que sea necesario para que sea un día feliz y mágico para su hijo y su esposo. Yo le escribo a Álvaro. Mina ¿Seguro no puedes venir? Sr. Mafia ¿Eres la novia? Mina No... nadie nunca me ha puesto un diamante en el dedo. Sr. Mafia Mi amor, yo te puedo cubrir en diamantes, ¿qué te parece? Mina Que tendré que bailar sola. Sr. Mafia A ti se te da genial bailar sola o acompañada. Ahora, tengo negocios en Nueva York, ¿quieres que envíe a alguien por ti, pasamos juntos tres días? Mina Envía lo que sea necesario, tres días o dos horas. Sr. Mafia Mina, mi novia la poeta. Mina Te extraño, nos vemos en nada. Guardo el teléfono y me dirijo a la oficina, Marco y Pablo están esperándonos a mí y a su padre para la reunión. Pablo le dice a su hermano que puede relajarse, y este lo mira con cierto fuego que jamás he visto. Tomo asiento y los escucho. —Es solo una presentación. —A dos días de casarme, sabes lo que va a hacerme papá si no está a su gusto. —Tu hermano y yo tenemos voto. —De todas formas me iré a casarme como el idiota que no puede ser respetado por su padre. Pablo intenta apaciguar su miedo, pero es más grande que todos nosotros, entonces me doy cuenta de que algunas personas simplemente crecen junto a un padre al que le tienen terror y eso es tan triste como estar solo. Brenda me manda su emoticono del día para controlar si estoy viva y piensa que dos meses son demasiados para estar enojada con alguien, pero de todos modos respondo de la misma manera y cierro de nuevo el chat. Gabriel y María ingresan a la habitación y esperan con ansias la presentación de marketing y publicidad por parte de su hijo. Primero me preguntan cómo voy con la selección de personal y les informo que la boda básicamente será una prueba para ver si el entrenamiento y el trabajo que he estado haciendo con el personal nuevo para el restaurante y hotel. —¿Estás segura de no contratar chefs profesionales? —insiste Gabriel. —Estoy segura de no contratar profesionales para la comida, el estilo es regional mexicano y lamentablemente por ese estilo a muchos no les dan una estrella Michelin, pero las tortillas de doña Leti o doña Benita no las conseguirán en ningún lugar, los huevos en salsa, creo que nuestro mayor reto será mantenernos fieles a la cultura y al pueblo. —respondo.—Al final les he conseguido clases de cocina, las dos han estado al 100% en la ciudad aprendiendo con profesionales sobre el manejo de una cocina y de hotelería e innovación culinaria. He dado clases a la gente para atender el bar de forma adecuada, y siendo el tequila la especialidad de la casa, he preparado un concurso para la fecha de inicio y que se cree una bebida única a base de tequila. —Me encanta tu visión, Mina, muchas gracias —responde María José. —Tu contrato está por terminarse en un par de meses, ¿tienes alguna oferta laboral? —Tengo negocios en Mainvillage. —Demetrio y yo hemos hablado de hacer algo similar en la zona agrícola de Mainvillage, ¿crees que quieras dirigir el proyecto? —Dependiendo del salario. —Mina, de verdad eres hija de Demetrio —Asegura María. —Hablaremos de esto después, me gustaría hacerte una oferta formal y Pablo no sé si quieras participar en la construcción. —Estaré delegando el negocio de la familia, al finalizar me iré a África a trabajar con una ONG para animales. —¿África, Pablo? —pregunta su madre. —Sí, África. —No es América un continente lo suficientemente amplio y México un país completamente lleno de fauna. —Creo que irme de aquí, ver otro ambiente y gente me hará bien. —¿Y quién va a ayudarme? —Marco, si deja de sudar. —No sé si pueda comprometerme a este nivel —El joven se seca el sudor con una servilleta. —Bueno hijo, estás por casarte, un salario ejecutivo te viene bien. —Sí, el problema son las horas, Xóchil está terminando su residencia y me necesitará en casa. —¿Planeas ser amo de casa? —Probablemente, mira papá, vine aquí a presentarte una campaña de publicidad, no me presiones. —El niño no tiene lo que hace falta para el puesto, creo que debes contratar a alguien. —Yo tengo mi propia compañía —Se defiende Marco y sus papás lo ven con un poco de pena, porque está muy sudado y nervioso. —¿No crees que deberías tratar la hiperhidrosis antes de la boda? —¿Hiperhidrosis? —repite con voz temblorosa y su pierna se mueve. —Yo puedo ser jefe. —No tienes pose de jefe, hijo —Le advierte su padre y Pablo y su madre tratan de ignorar la situación. —Eres excelente en lo que haces y muy creativo, ¿para qué quieres torturarte? —Puedo ser un mejor jefe que ustedes dos, lo que no puedo tener es la intimidación constante —comenta el joven y su madre sonríe orgullosa. —¿Intimidación? —Me estás viendo como cuando uno va a fracasar —Responde.—como cuando iba al fútbol y no atajaba la bola, deja de mirarme como a un imbécil, si no quieres mi trabajo, entonces contrata a alguien más —grita y yo asiento. —Acabas de decir que quieres ser amo de casa porque tu mujer tiene un reto en su carrera, ay, hijo ... es que eso es una abominación. —Tiene planes de vida diferentes a los tuyos —responde Pablo. —¿Hola? ¿Entonces me puedo ir? Esto suena terriblemente familiar. —Quédate donde estás, yo soy el que se va, renuncio. —Ay, Marco —le llama su madre. —María, no me importa lo que digas, la selección de nombre te fue fatal y por eso tenemos lo que tenemos, un Pablo que se porta mal, está loco y se va a vivir entre leones a África y este otro, llorando por las axilas —se queja. —Marquito. —Seguro tiene una amante o algún secreto oscuro y la verdad no quiero saber por qué adoro a Xóchil y tendría que desheredar a mi bebé favorito. —Wow, gracias por recordarme que soy hijo del medio. Bye —se despide Pablo. —Para mí Marco es el que tiene más huevos, mire ha renunciado y ahora necesitamos a alguien de marketing y publicidad urgente. —¿Tú a dónde vas? —A descansar, tú necesitas resolver tus negocios y familia urgente. —Digo en tono de enojo, pero la verdad me divierte cuando reta. Gabriel, el hombre que todo lo sabe y lo controla, de vez en cuando se humaniza con las locuras de sus hijos. Xóchil mira a su futuro esposo bebiendo tequila muy feliz y me hace una señal para que me acerque. —¿Has aceptado su propuesta? —Xóchil, he renunciado. —¿Has hecho qué? —Tengo mi empresa de Marketing y puedo ser mi propio jefe, tomar proyectos más grandes, tengo ofertas en otros países, podríamos irnos, solo... no tenemos que vivir bajo el zapato de mi padre o el tuyo. —Ellos comparten una mirada y Pablo me toma del brazo, me ofrece una de sus famosas meriendas de tortilla y huevo y me pregunta si quiero ir a cabalgar, lo cual es un hábito que he aprendido y me encanta. Hacemos un recorrido exclusivo para la familia de la novia y después les dejamos disfrutar del tequila, para ir a recorrer la finca un rato, ver el lugar, mi segunda oportunidad y mi nuevo hogar, observo pasar a la gente que estoy a punto de dejar. Comparto la vista preciosa con alguien a quien hace unos meses odiaba y ahora admiro muchísimo. Es increíble cómo todo en la vida puede cambiar. Todo lo que conocía como mío hace unos meses, la casa, el novio, la mejor amiga, simplemente ya no están. Cuando regresamos a la hacienda escuchamos la noticia de que Gabriel se ha ido a la ciudad. Marco parece un poco molesto, pero su hermano va y lo rodea con el brazo y le quita importancia, insiste en que celebremos la boda de ensayo y disfrutemos de la próxima unión de su hermano y su cuñada. Todos parecen contagiarse de su ánimo y van a vestirse para bajar nuevamente a la celebración.
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