p**o el vestido teniéndolo puesto, esto no sería raro. Salgo de la boutique con mis compras en mis manos y camino directo al gran salón de belleza del quinto piso. Tenía muchísimo tiempo que no visitaba uno de estos. Antes de que mi vida se viniera abajo a causa de los vicios de mi padre, solía venir mucho de compras y entrar a una tienda vistiendo de una manera y saliendo de otra directo al salón para hacerme las uñas, el cabello y un espectacular maquillaje. «Era bastante superficial» Pero una vez llegada la banca rota, y saber que un día puedes perderlo todo, aprendí a atesorar más que las cosas materiales. Sé que con casarme con Ares por dinero no es un buen ejemplo de mi parte, pero ya no soy esa pequeña Abigaíl materialista y superficial. «Si tengo lujos, bien, y sin no tengo, tam