¿CELOS O RECLAMOS?

1909 Words
NARRA GERARDO Un brusco empujón en mi brazo, me hizo despertar de golpe, pero mi reflejo fue darme vuelta en la cama. El dolor de cabeza se hizo más grande cuando recuerdos de la noche que pase con Chloe vinieron a ella. No puedo creer que tuvimos sexo y no una vez, ni dos, si no varias veces durante la madrugada. Recuerdo que aún dormida ella, la hacía despertar. ¿Que me pasó anoche? Solo tome un par de tragos en la barra y yo mire cuando los estaban sirviendo, no pudieron ponerle algo a mis bebidas. Al menos solo de una no tuve control y fue a el agua que me ofreció Francine. No me extrañaría es una mujer adulta y sabe lo que quiere y claramente quería tener sexo conmigo. Que bueno que no caí con ella, la conozco hace unas semana y su petición querer estar conmigo, es muy extraña. Afortunadamente mi subconsciente me hizo escribirle a mi salvavidas. Aunque ahora viene lo más difícil, enfrentar a Chloe, se que ella tiene sentimientos por mi. El problema es que yo no puedo quererla mas que eso. Después de ver en lo que me he convertido, no soy digno de ella y después de lo que la hice hacer menos. Literalmente, yo la orillé a que aceptara acostarse conmigo. No me arrepiento para nada de lo que pasó entre nosotros, pero no debió pasar. Escucho que cierra la puerta del baño y yo me acomodo sobre la cama para analizar cómo decirle o que decirle. La verdad que estoy en una situación bien extraña en la cual jamás pensé en meterme. Chloe es hermosa, cabello rojizo, un poco mas baja que yo, un cuerpo espectacular, algunas pecas en sus mejillas, labios grandes y unos hermosos ojos grises. Observó un poco su habitación y hay una pared con fotografías nuestras de ella y sus pequeñas pasarelas con la ropa diseñada por la empresa de mamá y Patricia. La ducha para de sonar y yo empiezo a ponerme cada vez más ansioso en especial porque, por estar nadando en mi subconsciente olvide ponerme mi ropa. Así que estoy completamente desnudo debajo de las sábanas. Me recosté en el respaldar de la cama. Para esperar que saliera del baño, cuando ella salió y mi respiración se cortó por un momento. Ella es hermosa y no me canso de decirlo. Chloe camina aún desenredando su cabello y secándolo con la toalla. Se acerca a la mesa a su lado de la cama, para luego ofrecerme un bote de agua. No me esperaba las palabras que salieron de su boca. Me tense cuando menciono lo de comprar y tomar la pastilla. Hasta en eso fui un irresponsable, le había dejado toda la responsabilidad a ella. Se que puedo confiar que ella la tomara, ella quiere ser una modelo y será de las mejores. Embarazarse le traería muchos problemas, quería ofrecerme en ir a comprarla ya que fue ella quien la menciono, pero las palabras seguían atoradas en mi pecho, luego sin esperarlo. Sentí de nuevo sus labios en los mío, pero esta vez fue diferente. Cuando sentí que ella quiso apartarse la abracé a mi para no darle escapatoria, ese beso se profundizó y provocó un deseo de volver a meterla en la cama conmigo, quitarle su ropa y adéntrame de nuevo en su cuerpo. Ella forcejea levemente para salir de mi agarre. Cuando menciona que si pasa de nuevo no va a poder dejar su corazón de fuera, supe que no podía seguirla viendo sin desearla nuevamente o recordar lo que pasó entre nosotros. Su frase “amigos que cometieron el error de tener sexo” se repite en mi cabeza. Ella sale de la habitación y aprovecho a tomar un baño y ver que tiene en su armario que pueda usar. Saco una camiseta color azul marino me la coloco y me siento nuevamente en la cama a esperarla. Ella regresa con una bandeja con desayuno para los dos. Ella me mira con una sonrisa y me siento tan tonto. La verdad es que no merezco tener cerca a Chloe, con los problemas de mi familia, ella ha sido mi soporte mi pilar, pero yo encontré otro camino y me agrada más que lo que me agrada estar con ella. No puedo ser su amigo o hacer como si nada paso entre nosotros. Tomo el valor de decírselo, después de haber tomado de golpe la taza de café y aunque no reacciona violentamente acepta lo que le digo, una parte de mi sabe que esta dejando ir a alguien muy importante, pero hago caso omiso a ese pensamiento. Ella me da la espalda para después decirme que le pida a Leo su chofer y guardaespaldas que me lleve a donde quiera. Me debatí en si solo salía sin despedirme o decirle algo. Más después de la noche que pasamos, ya nos habíamos dicho mucho y no quería seguir embarrándola o herirla más. Solo me acerque y le di un beso en su mejilla para luego salir. Salí de su habitación casi corriendo hasta llegar a la entrada donde estaba Leo. —Buenos días, joven ¿en que puedo ayudarlo? — me pregunta amablemente el hombre. —Podrías llevarme a donde me recogieron ayer, mi auto está ahí. — le digo el asiente y salimos sin demora. Al llegar solo hay 3 autos en el estacionamiento. Uno de ellos es el mío, saco la llave de mi pantalón y me dispongo a entrar a él. Después de unos minutos llego a mi casa. Me preparado para recibir el mismo sermón de todos los días que no llego a dormir a casa, lo notan nada más cuando al momento de desayunar no estoy allí con ellos. —¡Gerardo! ¿Por que demonios no llamas a decir que no vas a llegar? Sabes cómo hemos estado de preocupado por ti. ¿Porque diablos no contestas el teléfono?— me grita mi madre. —Ya mamá, ya estoy aquí y estoy bien me quede con un amigo. — le digo sin darle mucha importancia. —¡Gerardo! Que sea la última vez que le hablas así a tu madre, o serás el primero de ustedes en conocerme. — me dice mi padre saliendo del estudio. Ruedo los ojos antes de voltear a verlo. —El problema es ese papá, todos tus hijos te conocen, menos yo. O mejor dicho tú conoces a todos tus hijos, menos a mi. — es lo único que digo y subo a mi habitación. Me tiro en mi cama, suspiro al pensar en lo que pasó a noche. Recuerdo —Oh oh Gera, ve despacio, por favor, duele. — me dice Chloe y es que no podía controlarme, pero esta sensación es divina. Beso sus labios y sigo buscando avanzar más entre sus pliegues apretados y calientes. Ella muerde mi labio y más excitado me sentía. —Lo siento, es que se siente demasiado bien. Disculpa si no puedo controlarme, no se que pasa conmigo. — le digo dando suaves empujes en mis caderas. —Está bien, sigue, sigue, cada vez se siente menos dolor. Quiero sentirte mío aunque sea por hoy. Yo soy a partir de hoy eternamente tuya. — y así lo hice entre gemidos, gruñidos y jadeos la hice mía. Fin del recuerdo Estos serán los recuerdo que me acompañarán por un tiempo, en vez de sentirme mal, me hacen sentir tan bien en especial recordar sus besos en ese momento tan intimo y especial que estábamos teniendo, hacen quemar mis labios. No cabe duda que el sexo, se vuelve adictivo una vez que lo pruebas. Más no se me antoja nadie que no sea con Chloe, pero más adelante eventualmente tendré que superar esto y involucrarme con alguien más. Me quedo un rato recostado con mi sentimiento de culpa moral. Bajo a la hora del almuerzo porque si no lo hago será peor. Mi hermana Patricia está de visita con mi pequeña Aitana. Que puedo decir, tengo un vínculo muy especial con ella. La tomo en brazos cuando ella me ve y estira sus manitas en mi dirección. —Hola, mi chica chiquita. ¿Cómo estás? — le digo haciéndole cosquillas en su barriguita. Ella como siempre se carcajea. —Hola Enano. ¿Cómo estás? — me pregunta Pato. Solo asiento y camino a la sala con mi sobrina en brazos. Adora que le haga caritas y a ella es a la única que parecen gustarle mis perforaciones en especial el pendiente de mi ceja. Mama y patricia vienen a la sala mi hermana trae a nuestra hermana en brazos. —Liz está encargada de todo allá y no creo que tengamos mejor representación este año. Elizabeth salió ayer y parece que se intoxicó con los alimentos que ingirió, terminó en el hospital y entre el vomito y el dolor abdominal no podrá modelar todos estos días. — dice Patricia a mamá quien se sorprende mucho. —¿Y como vamos hacer? ya teníamos el show montado y ensayado desde aquí. Elizabeth es la modelo principal con las mejores prenda, estamos en problemas patricia. — dice mi madre preocupada. Miro que pato se ríe. —No te preocupes mamá, ya solucione eso. Mande a nuestra m*****o elite y me alegra mucho haber pensado en ella antes que en nadie. Se le abrirán muchas puertas, sin mencionar que la buscarán marcas también. — dice pato emocionada. Mi madre la ve con la ceja alzada. —¿No me digas que enviaste a Chloe, Patricia? — le pregunta mi madre sorprendida. Pato asiente. No se porque un poco de enojo corre por mis venas. Estará rodeada de un montón de lobos hambrientos en aquel lugar. —Si, mamá. Ya de hecho esta allá. Mira. — le dice y le enseña algo en su teléfono. Mi mamá se sorprende. —Guau, Chloe si que se volverá locos a los reclutadores. Se ve hermosa, sus ojos y sus pecas la harán llamar la atención de todos, pero debiste decirme para consultarlo con su madre, recuerda que aún no tiene la mayoría de edad. — le dice mi madre y ese comentario me termino de explotar de enojo. —¿Porque la mandaste a ella, Patricia? ¿Sabes la cantidad de hombres que la verán y querrán propasarse con ella? — le digo tensando mi mandíbula. Ellas me ven sorprendidas, pero Patricia me sonríe. —¿Celos o reclamos, enano? — me dice sarcástica. —Ninguna de las dos, solo me preocupo por ella. — dije tratando de sonar más tranquilo y creérmelo yo mismo. Patricia va hasta mi lado toma su teléfono y me enseña las fotos que le mostró a mi mamá. No cabe duda que Chloe tiene talento es una belleza y me preocupa. Me hace dudar de si haberla alejado de mi vida, fue lo correcto. A su vez veo que ella tiene un gran futuro por delante, y yo no tengo nada que ofrecerle, ya que ni yo se lo que quiero. Esperen un momento. ¿Porque estoy pensando en ella como si fuera mi pareja o alguien súper importante para mi y no mi amiga? Creo que es por lo que acaba de pasar entre nosotros, estoy confundido, el tiempo hará que olvide todo esto, lo único que espero es en no arrepentirme luego. ¿Podría ser capaz de olvidar mi primera vez?
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