DOLOR DE CABEZA

1352 Words
NARRA CHLOE El vuelo a Milán estuvo de lo más fascinante. Siempre había volado en primera clase acompañada con mis padres, ellos eran los que pedían todo por mi, pero esta vez no es la excepción, viajo sola por primera vez, y eso se siente tan bien. Poder tener esa libertad de moverte a tu gusto no al de los demás. Aterrizó en Milán y me recibe una señora. Que conozco muy bien, se llama Lizbeth, es mejor conocida como Liz entre las modelos. —Aquí está tu itinerario Chloe, vamos que ya vamos tarde. Tienes una sesión de fotos en aproximadamente 30 minutos, y no debemos perderla. — me dice la señora o la señorita mejor dicho, ya que no está casada. Asiento emocionada, la sigo hasta el auto que nos llevará hasta el sitio donde se hará la sesión. El paisaje que se observa en el camino es muy hermoso, hasta que llegamos a la locación y es un parque con una pequeña laguna en el centro. Hay pequeñas carpas cerradas, y personas por todos lados. Desde que me bajo del auto hay personas que vienen a mi y me hacen entrar a una de las carpas para hacerme el maquillaje, peinado y vestuario. Me veo en el espejo y me sorprendo de lo que miro. Estoy verdaderamente hermosa, el vestuario es hermoso. No me sorprendo pues Patricia y la tía Jimena se lucen con cada prenda que envían a estos eventos. —Andiamo, andiamo querida. El sol no estará allí para siempre y yo debo de completar mi trabajo andiamo. — me dice el fotógrafo sacándome casi corriendo de la carpa. Yo solo me dejo guiar por el, me ubica en una pared de piedras antiguas parte de las ruinas del parque. —Ahora, posa bella, dame tus mejores poses y sonrisas. He interactúa con tu ropa. — hice lo que me dijo. Tome la chaqueta entre mis manos mientras sonreía hacia otro lado, di varias vueltas haciendo que la falda se levantara. —Bellissimo, eres muy natural. Creo que tengo las necesarias con este vestuario, me agradas, me haces hacer muy bien mi trabajo mira. — me dice enseñándome algunas fotos desde la cámara y se ven muy bien. Nunca me he considerado ser perfecta, pero las fotos quedaron dignas de revista. —Muchas gracias. • me limito a decirle con algo de pena. —Ve y cámbiate, terminaremos muy pronto. — me dice él muy emocionado. Yo asiento y camino hasta donde me alistaron. Me cambian el peinado, maquillaje y el vestuario. Y repetimos lo mismo, pero con vista a el lago. —Finito, finito. Muchas gracias a todos y a todas. — dice el fotógrafo oficializando que hemos terminado, todos aplaudimos y agradecemos también. Nos quedamos un momento esperando a que todos recogieran sus cosas para ir a el hotel, refrescarnos e ir al desfile. Desde hace un rato me siento algo intimidada por uno de los modelos. Es muy, pero muy guapo, trato de no hacer contacto visual con él, pero es inevitable es un hombre muy imponente y hermoso. Mi respiración se acelera un poco cuando lo veo acercarse a mi. —Hola, me llamo Patrick. Solo quería decirte que tienes muchísimo talento y estilo como modelo. Trabajo en una compañía que recluta nuevos talentos como el tuyo. Y para que no sientas que soy un acosador o un pervertido queriendo aprovecharme de ti. Puedes tener esto, es mi tarjeta. En la página de internet y r************* puedes encontrar más información sobre ella. Yo, aparte de reclutar también modelo. Como lo acabo de hacer hoy. — me quede viéndolo y no puedo evitar sonrojarme. —Aleja tus garras de este bello ángel, Patrick. — escucho a Liz decirle a Patrick. —Yo me asustó un poco, pues Liz lo mira mal, pero luego la veo reír. —Eres mala Liz. ¿Que pensara esta bella señorita de mi? — le dice él. Cruzándose de brazos. —Tu, siempre de resentido. No te asusten Chloe, estoy jugando. Lo digo solo porque, Patrick vuelve locas a las chicas y luego no quieren trabajar. — dice ella haciéndole una mirada reprobatoria a Patrick. Tal parece que es un jugador, me digo a mi misma. —Es inofensivo, pero ser tan guapo lo hace irresistibles para las chicas. Ya estamos listos para partir. Te espero en el auto Chloe. — Me dice Liz guiñándome el ojo. Yo levanto mi mirada hacia Patrick, este me sonríe y no puedo evitar embobarme por su sonrisa. Aun con su camiseta gris y pantalones jeans apretados, haciendo que su cuerpo se marque mucho más, no puedo evitar que Gerardo venga a mi mente. —No te preocupes por Liz, así bromeamos siempre. No te entretengo más, nos estaremos viendo más tarde. Un placer conocerte, Chloe. — me dice y se acerca a mi a darme doble beso de mejilla. No se porque me hace sentir un calor en mis mejillas muy extraño, jamás me había sentido así. Solo por Gerardo. —Un placer Patrick. Nos miramos después. — le digo el solo asiente y camino hasta el auto dejándolo ahí. Camino hasta el auto y Liz me mira riendo. —Parece que te cautivó nuestro querido Patrick. — yo me limito a negar viendo por la ventana. —No, pero no puedo negar que es muy guapo. — le digo para que ya deje el tema. —Si, es un buen chico solo que su belleza tiene sus pros y contras entre la chicas. Bueno dejemos a Patrick tranquilo, le han de doler las orejas a el pobre ya que estamos hablando de él. Lo siguiente es ir a el hotel para que te midas los vestidos con los que modelarás en un par de horas. He avisado a tu madre sobre el desfile dice que está cerca de la zona que en dos días venía a ver tus próximas presentaciones. Que te desea mucha suerte que subas fotos en tus redes o se las mandes para verlas. — me Dice animada. Yo solo asentí, hasta cierto punto mi situación es parecida a la de Gerardo. A diferencia que Gerardo culpa a los problemas que han pasado con sus hermanos. En mi caso han sido los empleos de mis padres. Mi padre tiene que atender el bufete que le dejo mi abuelo Samuel en Bella Vista y mi madre persiguió su sueño de ser relacionista internacional. Es la encargada de hacer negocios en otros países con los negocios que tiene el señor René. Cómo está representación, fue un contrato que ella consiguió para la compañía de Patricia y tía Jimena. Coloco un par de fotos en mis redes, al menos de las que puedo publicar ya que algunas no se me permite por exclusividad. —Que bueno, ojalá pueda pasar por aquí. — le digo un poco desanimada. Ella asiente, después de un rato llegamos hasta el hotel y ya tenía mi habitación llena de personas. Mire 4 vestidos sobre la cama, me acerqué a ellos, los detallo y mire que estaban muy hermosos. —Buona serata, señorita Chloe. Nosotros seremos sus estilistas y modistas. Estos son los vestidos que desfilará el día de hoy. Puede medirse los así podremos arreglar cualquier mal entalle en usted. Y no digo nada solo les sonrío y asentí. Pues entiendo que los vestidos no estaban hechos para mi. Si no para otra modelo, después de medirme los cuatro vestidos, los arreglos eran mínimos. Aprovecho a sentarme sobre la cama un momento, saco mi teléfono para ver los comentarios y mensajes en mis fotos y claramente mi familia son los principales que me aparecen aparte de muchas otras personas secundariamente. Un mensaje llama mi atención, y es de la persona que hace solo unas horas me dijo que ya no podía seguir nuestra amistad y que guardáramos distancia. -Cuídate, te ves hermosa y algún hombre puede acercarse para lastimarte.- Leo varias veces el mensaje para ver si no me equivoque y parece que leí bien. Gerardo y sus cambios son un verdadero dolor de cabeza.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD