MIEDO

1759 Words
NARRA CHLOE Quede algo extraña después del mensaje de Gerardo. Este cree que voy a ir y venir cuando quiera y no lo haré. Omito el mensaje y me dispose a seguir con lo que tenía que hacer, pero primero debo relajarme no quiero que mis problemas con el idiota de mi ex amigo, arruinen esta oportunidad para mi, me dije a mi misma como mantra. Me dispongo a tomar una ducha antes de que todo comience. Al salir ya Liz está esperando por mi, sentada en la cama. —Creí que tendría que llamar al fontanero para que te sacara de la tubería. Tardaste demasiado, vamos que ya nos están esperando en el lobby para salir. — le sonrío y rápidamente me cambio con la ropa que está sobre la cama y me apuro a salir. Al llegar a el lugar ya se miraba toda el area bien congestionada, no cabe ni un alma más entre calle y personas. Rodeamos el área para entrar por la parte trasera. Estoy muy emocionada, siento que tiemblo involuntariamente por la ansiedad que todo esto me causa. Como si de un sueño se tratara pasó la semana de la moda, en donde yo, Chloe Amador, modele en una de las pasarelas más importantes del mundo y en el primer día, si me dolió no estar con mi familia, pero las llamadas y mensajes llegaban sin parar. Para mi suerte no volvieron a llegar más mensajes del indeseable, dándome la tranquilidad que necesito. Mi madre al final no pudo venir a verme durante la semana. Hoy es el último día y nos darán el día libre a los modelos para recorrer Milán, para mi mala suerte y por ser menor de edad. No puedo acompañar a las demás chicas que saldrán a un club. Así que tendré que conformarme con un paseo por la ciudad. Saliendo del elevador del hotel mire a Patrick, este estaba con otro de los modelos. Ambos estaban platicando muy animados sentados en un sofá en la entrada del hotel. Yo seguí mi camino, al pasar el umbral de la puerta escuché que alguien grito mi nombre y no necesito darme la vuelta para saber que se trata de Patrick. —Chloe, Chloe. — viene a mi casi corriendo junto con el otro chico. Ambos me sonríen cuando quedan frente a mi. —Liz nos dijo que te gustaría conocer la ciudad y aquí Nico es de aquí, de Milán y nos gustaría acompañarte. — me dice amablemente. —Si, yo puedo mostrarte muchos lugar donde los paisajes son muy hermosos. No son en Milán si no en las zonas cercanas. ¿Que dices te animas? — me dice Nico viéndome con una enorme sonrisa. Es extraño para mi recibir tanta amabilidad de parte del género masculino. Ya que amigos varones nunca tuve, fueron solo los de la familia y el idiota, con los únicos hombres con los que me frecuentaba. No se si confiar o no, ellos no me dan mala vibra, más bien todo lo contrario, así que no veo cuál sea el problema si acepto. —Si claro, me encantaría. — digo sonriéndoles a ambos. —Esta bien, bella joven, por aquí la guiaremos a el carruaje que nos llevará a conocer los más hermosos paisajes. — dice Patrick señalándome la camioneta estacionada cerca de la entrada del hotel. Sigo hasta el lugar señalado y Nico abre la puerta para mi. Después de ambos subirse la aventura comienza, no puedo negar que me encanto salir con ellos. Ambos son muy graciosos y agradables, las pláticas son muy divertidas. Ahora que estamos compartiendo, aprendí que Nico tiene 22 años y Patrick tiene 21. Son amigos desde hace mucho tiempo, y nunca han tenido problemas de chicas. Ya que ellos juraron no involucrarse con nadie hasta después de los 21 lo cual ya se cumplió. —Ok, déjenme ver si entendí. ¿Significa que ambos andan en modo conquista? — les digo y ellos se ven entre sí, asienten algo desganados. —Si, esperemos que haya alguien para nosotros en este mundo. Porque así como somos, tendría que venir de otro planeta para que pueda soportarnos. — dice Nico riendo. Patrick por otro lado se pone algo ruborizado. —Bueno ya se nos hizo tarde, lo mejor es ir por algo de comer. — nos dice cambiando el tema. Lo cual agradezco porque no quería que entráramos a profundizar en el tema sentimental. No estoy lista para hablar de lo qué pasó entre Gerardo y yo. Nico no siguió hablando y el camino se tornó algo silencioso, creo que cada uno iba sumido en sus propios pensamientos. Llegamos nuevamente a Milán y fuimos a un restaurante cerca del hotel. —Deberíamos de tomarnos una foto para inmortalizar esta salida. Eres la primera chica a la que le ofrecemos nuestra amistad. Pues en este gremio solo te pueden usar para ciertas cosas, publicidad o problemas. Y nuestras carreras están en aumento así que algo de mutua publicidad no viene nada mal. — dice metiendo sus dedos en mi cabello para luego desordenarlo. —Nico. — le reprendo, ambos chicos ríen. Mientras yo ordeno mi cabello, ellos se toman fotos juntos. Me agradan estos chicos, tristemente tengo que volver a casa mañana. —Debemos intercambiar números. — les digo animada, les doy mi número y ellos me envían un mensaje para guardar ambos números. Salimos del restaurante y caminamos hasta la entrada de hotel. Me despido de ambos con un beso en ambas mejillas. —Buenas noches, preciosa. Descansa. — me dice Patrick, dándome un abrazo. Nico me sonríe y avanzan hasta la salida. Yo me quedo un momento viéndolos partir. Hasta que ya me siento extraña por las miradas de las personas en el lobby. Subo hasta mi habitación donde ya me están esperando mis maletas arregladas. Entro a darme un baño para refrescarme y quitarme un poco de la sensación pegajosa de mi piel debido a el viaje. Pongo mi ropa de dormir y cuando ya estoy por acostarme sobre la amplia cama, mi teléfono suena con el timbre de mensaje. -Gracias, la pasamos muy bien con tu compañía. Ten un feliz viaje de regreso a casa y espero que no te olvides de los amigos que hiciste en Milán. Por cierto ve tus r************* . - dice el mensaje desde el número de Patrick. No puedo evitar emocionarme por su mensaje. Yo también espero y deseo lo mismo, han sido muy buenos conmigo. Ahora mi curiosidad es mayor después de haber mencionado mis r************* . Tengo más de mil notificaciones entre nuevos seguidores, comentarios y mensajes. Tal parece que la foto de los tres ha causado revuelo en las redes de todos. Como menciono Nico esto a sido publicidad sana. Para colmo hay un me gusta de parte de Gerardo Galeano. Antes me preocupaba que pensara, pero ya no. No más, este viaje me a servido de mucho en especial para dejar ir. Gerardo formo parte fundamental de mi vida hasta hace unos días. El recuerdo de lo que fue el para mi, estará siempre conmigo. Más uno no puede obligar a nadie a quererte. Así que aprovecho para valorarme yo y amarme yo primero que otra cosa. Gerardo se puede ir a ver si ya puso huevos el conejo, será solo un recuerdo en mi vida. Un primo lejano que se fue lejos. -Sabes que eso ni tu misma te lo creer Chloe Isabel Amador. - me dice mi conciencia. Como tú digas querida, solo se que el que haya conocido a Patrick no es por casualidad, tal vez el destino lo mandó por una razón o motivo. Que espero muy pronto poder resolver esto que se está martillando en mi mente. Contestó que muchas gracias por la invitación y que también ellos no se olviden de mi. La mañana siguiente siguió su curso. Liz, las otras modelos y yo, nos fuimos a tomar nuestros vuelos. Me hubiese encantado poder haberme quedado aquí y no tener que volver a mi triste realidad. Al llegar a mi destino Leo ya está esperando por mi en la entrada del aeropuerto. Llego hasta mi casa, donde desde el patio, suspiro al ver la ventana que da hasta mi habitación, el último recuerdo de Gerardo en mi habitación. —Bienvenida, mi niña. – me dice Mari con su sonrisa que tanto la caracteriza. —Hola Mari, gracias. ¿Mi familia? — le pregunto ya que el silencio en esta casa es abrumador. —Tu madre no ha vuelto, tu padre dijo que llegara antes de la cena. Tu hermana llegó hace unos minutos. Está un poco deprimida ya sabes. — me dice y me extraña, la presencia de Ceci en la Casa. Le agradezco a Mari y a Leo, por sus atenciones. me volteo para irme a mi habitación. Estoy por abrir la puerta cuando vi a mi hermana Acercarse a mi. —Nena, ¿tienes unas toallas sanitarias? Siento cólicos y no ando preparada. — me dice y algo muy, pero muy importante viene a mi mente. No, no, no. Mierda eso no me pudo haber pasado. Como se me pasó comprar y tomarme esa pastilla. Mis manos tiemblan ante la posibilidad de que puedo estar embarazada. Respira Chloe, te estás adelantando. Me digo a mi misma. —¿Chloe? — me llama Ceci, sacándome del momento tan ansioso e irresponsable en el que me metí. Yo asiento, levemente contestando su pregunta. Voy hasta mi baño y le saco dos toallas de esté, se las entrego. Sorpresivamente, Cecilia me abraza y me da un beso en la frente. Algo que jamás ha echo desde hace muchos años, desde que era una niña de 8 años. Llorando porque no me dejaban jugar cosas de grandes y terminaba siendo castigada por mis padres. —Estoy muy orgullosa de lo que hiciste en Milán. Espero que este sea solo el primero de muchos proyectos en tu carrera. Ahora me voy, te quiero mucho hermana. Si necesitas algo, lo que sea, házmelo saber que yo te ayudaré. — me dice aún con sus brazos rodeándome, yo me dejé hacer y me refugio en los brazos de mi hermana. No se si tomar ese abrazo y esa frase como algo bueno o malo. Porque o es mi hermana demostrándome su amor sinceramente o es un mal augurio a que algo muy malo está por pasar. Ahora estoy muy lejos de sentir ansiedad. Lo único que siento en cada partícula de mi cuerpo es miedo.
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