Ángel de la muerte

Gracias a ella estamos vivos

-¿Quién es Midoriko?-Naraku me mira sin expresión y no es como si me importa ya que yo hago lo mismo.

-¿Quién te dijo sobre ella?-levanta una ceja.

-Nadie importante, ahora contesta-me siento como una policia haciendo un interrogatorio.

-Midoriko, es la persona que creo la perla de shikon-wao, me siento halagada de que la misma Midoriko aparezca en mis sueños a visitarme.

-¿Cómo la creo?-pregunto con mucho interés.

-Eso no lo sé-frunzo el ceño-nadie lo sabe-añade.

-Bien-me pongo de pie-voy a caminar...por ahí-salgo del palacio y me dispongo a caminar por el bosque, mientras más camino más siento esa extraña presencia. Camino y mucho, porque salí del bosque hace ya mucho tiempo, camino y veo a un chico peliplata... Inuyasha. Esta peleando contra un cangrejo gigante el cual parece regenerarse con cada golpe.

Al parecer todos están en problemas, el cangrejo gigante ataca a un pequeño zorrito que está con ellos, el pequeño corrió, pero el cangrejo lo ataca provocando una herida en su brazo.

La chica que me parece sincera, creo que se llama, ¿Sango?, si creo que así se llama la chica, está sentada en la gata gigante con el monje detrás de ella, parece que el cangrejo le esta dando a todos un gran problema.

Kikyo sinónimo de zorra, digo perdón, solamente Kikyo, esta herida, y esta expulsando almas de su cuerpo, según escuche es normal ya que de esto es que esta hecho su cuerpo.

-Inuyasha-suspiro, esta sudado y peleando de una manera que se vé jodidamente sexy-¡¿pero qué demonios digo?! Inuyasha es mi enemigo, pero tampoco puedo negar las verdades de la vida, y el que él sea un jodido dios, aunque es mi enemigo, él esta muy, pero muy bueno.

Veo que el cangrejo le hace una herida a la chica y eso no sé porque me enfurece, hay un arco y flechas a unos pasos delante de mi y no dudo en tomarlos, apunto al cangrejo donde veo un fragmento de la perla, que fue la presencia que sentí hace un rato y disparo y la luz rosada aparece haciendo polvo al cangrejo, creo que después de todo la pelea con Hakudoshi si dio resultado. Todos voltean donde estoy yo y yo solo camino a donde estaba el cangrejo tomando el fragmento, bajo la atenta mirada de todos en mi persona.

Narra Inuyasha

Después de la pequeña platica con Kikyo seguimos nuestro camino en silencio, todo estaba bien hasta que Kikyo hablo.

-Un fragmento de la perla, esta cerca-nos avisa Kikyo.

-¿Dónde realmente?-pregunto, pero antes de tener respuestas un cangrejo gigante aparece delante de nosotros.

-El cangrejo tiene el fragmento-dice Kikyo sacando su arco y colocando una flecha.

-¿Dónde esta el fragmento señorita Kikyo?-pregunta Miroku.

-Está encima de sus ojos-todos comenzamos a atacar al cangrejo, sin embargo él se regenera con cada golpe.

-Se regenera-avisa Sango, en un descuido el cangrejo ataca a Kikyo dandole un fuerte golpe por el hombro de donde empezaron a salir almas.

-Mierda-susurro a la nada, hago la técnica del viento cortante pero igual se regenera luego de un rato.

-Vamos su excelencia-oigo decir a Sango para que Kirara se transforme en una gata gigante y Sango y Miroku suban en ella.

-Shippo ayuda a Kikyo-sugiero yo mientras esquivo las patas del cangrejo. Shippo hace lo que le digo y empieza a correr hacia Kikyo, pero el cangrejo lo ataca, él corre pero al final termina herido su brazo derecho.

Sango ataca al cangrejo con su hiraikotsu, pero el cangrejo la golpea haciendo que ella, Miroku y Kirara caigan. Cuando pienso que ya estamos derrotados una flecha sagrada aparece haciendo polvo al cangrejo, todos miramos en dirección a donde provino la flecha y nos encontramos con Kagome, ella camina hacia el cangrejo y coje el fragmento de la perla y luego voltea a darnos el frente.

-Kagome-susurro sorprendido.

Narra kagome

-Kagome-escucho susurrar a Inuyasha, no le hago caso y camino con mucha elegancia y seguridad hacia la chica llamada Sango, ella se encuentra sentada en el césped con una herida en el estomago que esta votando mucha sangre. Sigo caminando bajo su atenta mirada, está observando cada uno de mis movimientos, me paro frente a ella y luego me pongo de cuchillas.

-¿Puedo ver tu herida?-pregunto con un tono dulce sorprendiendo a todos y me incluyo tambien.

--Claro-quita la mano del lugar donde esta herida y puedo ver que es grave, pongo una mano sobre la herida y ella hace una mueca de dolor, dejo mi reiki fluir y cierro los ojos, cuando los abro quito mi mano y veo que ya no hay herida.

-Desaparecio-dice Sango con una sonrisa, y luego me mira-gracias Kagome.

-No es nada-me levanto y camino hacia el zorrito.

-K-Kagomesita-dice el pequeño zorro con lágrimas en los ojos, trato de ser fría con él, pero al parecer hasta me suavisa la mirada.

-¿Me dejas curar tu herida?-él solo asiente y hago lo mismo que con Sango.

-Gracias-dice llorando de felicidad y me abraza, yo me tenso enseguida pero luego le corresponde.

-Bueno ya-le digo separándome, camino hasta estar en frente de Kikyo.

-Kikyo-digo con la voz mas fría que puede haber en el mundo entero.

-Kagome-me responde igual, la tensión que hay se puede cortar con una aguja.

-¿Es grave tu herida?-pregunto igual de fría.

-¿Qué?, ¿me vas a curar?-pregunta con voz burlona y una sonrisa arrogante.

-Lo siento, pero no curo a perras como tú-digo y me levanto, su sonrisa desaparece y una en mi cara aparece, todo queda en silencio, al parecer esperaban que la cure, de verdad creían eso, deben de estar locos para pensar que iba a ayudar a... Kikyo.

-El fragmento de la perla es nuestro-escucho a Kikyo decir.

-Como puedes ver... yo lo tengo-camino hasta quedar cerca de Inuyasha.

-Inuyasha haz que nos de el fragmento-dice Kikyo e inuyasha solo me mira.

-No puedo hacer eso Kikyo, gracias a ella estamos vivos-sonrío triunfal y Kikyo me mira con cara de que me quiere fusilar, eso me da una gran idea, camino hasta estar frente a Inuyasha.

-Gracias inuyasha-digo muy cerca de sus labios.

-¿P-porque m-me a-agradeses?-pregunta tartamudeando.

-Por esto-lo tomo de la nuca y uno mis labios con los suyos...