Mientras tanto Briana… «¡Ring…ring…!» sonaba el celular. La mujer después de lavar unas sabanas a mano con la abuela Monique, escuchó el celular de Jamal sonar. El chico le había dejado su celular mientras recibía las llamadas del laboratorio de fertilidad. Asi que, corriendo desde el patio, con su ropa mojada fue hasta la cocina para recibir la llamada. —¡Ay, ay ¿Será que me seleccionaron? —Se preguntaba Briana corriendo hasta la cocina —¿O me llamarán para rechazarme porque seguro vieron que mentí? «¡Ring…ring…!» sonaba el celular. Briana de inmediato llegó hasta la cocina y tomó el celular estando muy ansiosa con su corazón queriéndosele salir del pecho. Así que, respiró profundo y de inmediato atendió la llamada escuchando la voz de una de las enfermeras. Llamada telefónica: —¡H