Aquel día horas más tarde… Eran las tres de la madrugada y Briana en ese pequeño colchón inflable, no podía dormir pensando en aquella propuesta del presidente. «Pero que extraño, como un hombre casado va a querer acostarse conmigo… de lo apenada que estaba no se lo dije. Además, ¿Será que le parezco atractiva? Yo creo que no, porque en comparación con Linda Steward su esposa que es una muñeca viviente yo soy espantosa si nos ponemos realistas. Esa mujer tiene un cuerpo de infarto, sus piernas son super largas y tiene una piel y un rostro perfecto. » No como yo que estoy llena de cicatrices por todos lados, bueno, soy una expresidiaria que se puede esperar —suspiró— no soy aquella chica de 25 años que se cuidaba y que iba al gimnasio y al spa todos los días, ya no lo soy. Ahora…si me