A pesar de lo excitado que estaba parado ahí, si tenía mucha hambre, así que, esa comida no me vendría nada mal. No paré de mirar sus pechos, porque en verdad me los quería comer y para no parecer un sediento porque debo guardar el protocolo solo desvié la atención a que me gustaba su camisa. Ella se lo creyó por un momento y me sonrió comentándome que su habitación estaba decorada de ese personaje animado, pero en mi mente lo que estaba era arrancársela y comerme esas tetas de a poco. Pero como según yo debía descansar, decidí irme de ahí y darme una ducha para ver si se me pasaba esta calentura, porque de nuevo la tensión sexua.l se apoderaba de nosotros así que salí de ahí y fue hasta la sala y tomé la ropa que me iba a poner para luego descansar según yo.Di pasos apresurados hasta el