Zaid había salido del baño, porque acababa de ducharse, y mientras buscaba la ropa que se iba poner para descansar, al escuchar lo que Jenna le dijo, en tono desinteresado le contestó: —¿Qué hijo? Jenna, la ahora rubia platinada como le decía Briana, en ese momento usaba una bata corta de seda de color beige, y sentándose sobre la cama un tanto exaltada por la respuesta de Zaid, con su cigarrillo en la mano entrecerrando sus ojos, le contestó: —¡¿Como que, que hijo imbécil? no te hagas el que no sabes, es obvio que es el que tuviste con Briana. El que cuando te enteraste que sobrevivió lo mandaste a botar. Habla con ese doctor y que te diga a donde está, ese niño sería nuestro plan B si no puedo tener hijos. Prefiero criar a un hijo tuyo que a un asqueroso de un orfanato. Mira que sé qu