Cinco años atrás…
Eran eso de las ocho de la noche, y varios empresarios de tres de las farmacéuticas más grandes, de Los Estados Unidos de Norteamérica estaban reunidos en un gran salón de eventos del hotel Brixton Heights en Washington D.C. Había un total de cien personas vestidas todas de blanco, en aquel lujoso lugar, el cual estaba decorado de lo más hermoso con globos de color rosado y azul para revelar el sexo del bebé de Briana Spencer de veintiocho años y Zaid Yusuf un guapo moreno de piel color canela, de treinta y seis años, de hermosos e intrigantes ojos color marrón oscuro, los cuales hicieron que Briana se enamorara de él con locura.
Zaid era descendiente de padre árabe y mamá ucraniana, y su padre era el dueño de una firma de abogados muy importante en Los Estados Unidos, pero junto con su esposa Briana se dedicó más a la empresa de ella. Tanto Briana como Zaid era una pareja multimillonaria dueños de: Ares Group Pharmaceutics, y se habían conocido gracias a una demanda que otra empresa multinacional le hizo al laboratorio farmacéutico de Briana, que en aquel entonces se llamaba: Caspian Medicines.
Briana, cuyos padres murieron en un accidente de avión cuando ella tenía como unos dieciocho años de edad, desde muy jovencita tuvo que encargarse de aquella gran empresa por ser la única heredera, haciendo que la joven viviera toda su juventud estudiando química en la universidad de Harvard y trabajando en su empresa familiar echando su vida personal hacia un lado. La rubia si tuvo como unas cinco relaciones de pareja durante toda su juventud con algunos ejecutivos de otras empresas, pero ninguna de ellas le duraban más de cinco meses porque el trabajo la absorbía y todas las ocupaciones con ese gran laboratorio farmacéutico se lo impedía. Sin embargo, si hubo un hombre que la comprendió y ese fue Zaid Yusuf, quien luego de un año de noviazgo le pidió matrimonio, y Briana como estaba perdidamente enamorada de él lo aceptó sin ningún problema.
Luego, la pareja ya tenía dos años viviendo juntos como esposos y Briana como Zaid la ayudaba mucho en la empresa, decidió cumplir con el sueño que tanto quiso desde muy pequeña el cual era: el ser madre. Asi que, ambos decidieron convertirse en padres y cambiarle el nombre del laboratorio farmacéutico Caspian Medicines a Ares Group. Zaid Yusuf y Briana Spencer, hacían un excelente trabajo juntos, convirtiéndose en una de las parejas más aclamadas a nivel de la elite social no solo de Los Estados Unidos si no también del mundo, ya que esos laboratorios farmacéuticos poseían excelentes medicinas en el tratamiento del Cáncer. No obstante, Briana con siete meses de embarazo, estando ya un poco libre de trabajo decidió junto con su adorado esposo Zaid, hacer la fiesta de la revelación del sexo del bebé invitando a todos los ejecutivos y a elite social incluyendo políticos de la casa blanca.
Todos los invitados en esa fiesta de revelación de genero del bebé estaban muy contentos y emocionados en saber si aquel bebé que llevaba Briana en su vientre iba a ser una hermosa hembra o un hermoso varón. Sin embargo, todo el ambiente cambió, cuando Zaid se subió al escenario, tomó el micrófono, y con una copa de champaña en su mano ante esas cien personas muy importantes les dijo a todos lo siguiente:
—Mi amada esposa, mi amada esposa. —miraba a Briana—Cuando nos conocimos la verdad supe que éramos el uno para el otro. Nos enloquecimos mutuamente y pensé que estaríamos toda la vida al momento de verte.
Briana sonreía ante las palabras de Zaid tocándose su panza. Pero el hombre tenía una fuerte declaración que pondría a todos de cabeza en esa noche.
—Sin embargo jamás pensé que me enteraría de algo horrible que hacías a escondidas mías durante toda nuestra relación. Me engañabas con otros hombres y me hiciste creer que ese hijo era mío. Me acabo de enterar que soy estéril. —enseñó las pruebas del hospital quienes certificaban que era estéril —Me hice varias pruebas porque estaba sintiéndome muy mal, y los médicos me revelaron esto. Bajos niveles de testosterona lo que conllevan a que soy estéril, ¡por ende, ese bebé de siete meses no es mío!
Toda la multitud quedó asombrada con lo que dijo aquel hombre y luego él haciéndole señas a los de tecnología, reprodujeron un video en donde Briana se estaba besando con otro hombre en un ascensor y mirando a la mujer quien estaba siendo humillada públicamente, con el rostro serio le dijo:
—¡Quiero el divorcio ahora mismo Briana!
Briana se levantó de la mesa con sus visibles siete meses de embarazo y con lágrimas en sus ojos le dijo a Zaid:
—Mi amor, Habibi ¿Qué estás diciendo? ¿Y cómo es eso que eres estéril? ¿Por qué tienes que decir eso aquí enfrente de todos? ¡Es obvio que no te engaño! ¡no se quien es la mujer del video!
—¡Esa eres tu Briana! ¡Te seguí con unos investigadores privados y si eras tú! Te expongo porque me viste la cara de imbécil todos estos años y lo que hiciste fue usarme para hacer crecer tu empresa! —Lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas —¡Yo si te fui leal y no era para que me hicieras esto Briana!
Briana con lágrimas en sus ojos, escuchaba como la multitud murmuraban de ella defendiendo obviamente a Zaid:
—¡¿Que? ¡No puede ser! ¿Cómo va a ser posible? ¿Briana engañó al pobre Zaid? ¡Qué horror y tan buena esposa que se veía!
Briana estando muy afectada con todo llorando a moco suelto le decía al hombre:
—¡Es obvio que yo jamás te engañaría Habibi!
Zaid se bajó del escenario y mirando a Briana con mucho enojo le respondió:
—¡No me digas Habibi! Ya no quiero vivir más contigo. ¡Quiero el divorcio!
Zaid se retiró del lugar dando largas zancadas y Briana fue detrás de él corriendo con lágrimas en sus ojos agarrándose su barriga.
—¡Zaid!, ¡Zaid, espera!
Pero luego, su mejor amiga llamada Jenna la detuvo de inmediato:
—¡Briana, no te humilles más por favor, deja a Zaid tranquilo, se siente muy herido!
Seguidamente, el suegro de Briana el señor Abdullah Yusuf se acercó ella y muy herido por lo que la rubia le hizo a su hijo, y le dio una fuerte cachetada en frente de todos.
«Plaf» sonido de una gran cachetada.
—¡Como te atreviste a engañar a mi hijo de esa manera!
Enseguida, varios de los guardaespaldas del señor Abdullah, el padre de Zaid al verlo que estaba muy alterado y que quería golpear a Briana, lo detuvieron de inmediato.
—¡Señor, la prensa está aquí y le están tomando fotos!
—¡No me interesa, esta zorra engañó a mi buen hijo!
Briana estaba pasmada con todo lo que estaba sucediendo, con su mano en la mejilla porque jamás pensó que su suegro, un hombre quien se veía tan dulce con ella desde hace tiempo haría semejante acto. A su vez, Jenna muerta de la rabia por lo que le hizo el suegro de su amiga en pleno estado de embarazo, le exclamó en un tono de voz muy alto:
—¡Oiga, señor Abdullah ¿cómo se atreve a hacerle eso a Briana?! ¡está embarazada!
—¡Engañó a mi hijo! —contestó el mayor con mucha ira.
—¡Pero yo no lo engañé señor, se lo juro, se lo juro por mis padres! —gritaba Brianna con lágrimas en sus ojos con mucho dolor en su corazón.
—¡Cállate, ¿querías avergonzar a mi hijo en frente de todos verdad?, ¡pues ahí lo tienes! ahora mi hijo es la burla nacional!
—¡Pero yo no sé de dónde sacaron ese video señor! ¡Eso es mentira! y además, no sabía que Zaid era estéril él nunca me lo dijo.
El mayor quien era un hombre proveniente de Arabia Saudita muy chapado a la antigua, criado en su fuerte religión del medio oriente, al ver que su único hijo varón fue humillado públicamente y engañado por una mujer, estaba casi que como una olla a presión de la furia que sentía. Asi que, él mirando a Briana con sus venas sobresalientes en su frente y cuello le gritó a viva voz, con los de seguridad sosteniéndolo de los brazos:
—¡No hables! ¡Te acepté a pesar de no ser de nuestra religión y mira cómo nos pagaste!
En aquel instante, Briana estaba humillada ante todos por la noticia de Zaid, con los flashes de las cámaras de la prensa apuntándola, y todos los empresarios de esas grandes empresas observándola con ojos juzgadores, negando con su cabeza murmurando que como se atrevió a engañar a su esposo de esa manera. A su vez, su suegro a quien ella tanto quería y consideraba como un padre, le gritaba que era una zorra, con sus ojos casi que inyectados en sangre gracias a esa gran furia por la degradación que vivió su único hijo varón, ya que para su cultura y religión, una infidelidad por parte de una mujer era un acto de deshonra muy grande. No obstante, Briana sentía como el mundo se le venía encima, porque jamás pensó que la revelación de genero de su primer bebé seria así de esa manera. Así que, ella con lágrimas en sus ojos mirando a su suegro y a la vez a todas las personas presentes, de la impresión por todo eso que vivía, no resistió y como estaba en estado de gravidez, se desmayó, cayendo en los brazos de Jenna su mejor amiga.
—¡Briana, Briana! —exclamaba Jenna sujetando a la rubia.
—¡Estúpida, que buena actriz es! —comentó su suegro con mucho desdén con los guardias de seguridad sujetándolo.
Luego, Jenna junto con varios hombres de seguridad, se llevaron a Brianna a una habitación cerca de ese salón de fiestas hasta que volviera en sí, y si no lo hacía la llevarían de urgencias al hospital. Asi que, pasados menos de diez minutos, la mujer abrió sus ojos y sintió que estaba en el regazo de Jenna su mejor amiga.
—¿Qué pasó?
—¡Briana estás bien! —Le enseñó su mano—¿Cuántos dedos tengo?
—Cinco. —respondió Briana con mucho desgano— ¿Dónde está Zaid? Tuve una pesadilla de que me pidió el divorcio en frente de todos.
Ya muchas de las personas reunidas se habían ido. Aquella fiesta de revelación de genero resultó fatal y todos decidieron irse poco a poco quedando el salón de eventos ya casi vacío. Asi que, en aquel momento, Jenna alzó su mirada hacia la puerta y muy sorprendida pudo ver que era Zaid quien entraba, dando cortos pasos con sus manos agarradas hacia atrás.
—¡Zaid! —dijo Brianna mirándolo con ojos de súplica.
Zaid con mucha ira en su mirada acercándose a Brianna lentamente con sus manos hacia atrás le preguntó:
—¿Te desmayaste para hacerte la victima verdad?
Briana con ojos de ruego le respondió al hombre:
—Zaid, no sé qué persona mal intencionada hizo esto, esos investigadores privados están bien equivocados porque jamás te engañaría, y lo de que eres estéril pues me sorprende mucho porque con el único hombre que he estado en estos dos años ha sido contigo.
—¡Pues No te creo Briana! —miró a Jenna —Salte por favor quiero hablar a solas con ella.
Seguidamente, al momento que los dos quedaron a solas, Briana comenzó a llorar no solo por la humillación que recibió si no porque Zaid la miraba con ojos de asco.
—¿Cómo no me vas a creer Zaid si sabes lo encomendada que he sido a ti en todo este tiempo? Y de paso, si decías quererme tanto ¿porque me humillaste así en frente de todos?
—¡Porque me sentí herido por tu engaño y quería que todos se enteraran de la clase de mujer que eres! Y no inventes que la del video no eres tú porque si lo eres. El investigador me mostró varios más de ti en el ascensor llevando hombres al apartamento, así que no creo que ese bastardo que tienes en tu vientre sea mi hijo!
Briana con su voz quebrada rogándole al hombre que ella amaba le exclamó:
—¡Zaid pero es que esa no soy yo! ¡te lo juro por lo más sagrado que son mis padres que esa mujer no soy yo! ¡Con el único hombre que me he acostado ha sido contigo y no con nadie más! esto que eres estéril me confunde mucho porque yo no he estado con más nadie que no seas tú! —Lo tomó del brazo —¡Zaid no me dejes! Hagámosle una prueba de ADN a nuestro bebé o a nuestra pequeña porque no sabemos que sexo es y verás que si es tu hijo. A lo mejor esa prueba de esterilidad esta mala.
El hombre se soltó de su agarre muy brusco y le explicó lo siguiente:
—¡Ahora entiendo porque casi no querías hacer el amor conmigo en algunas ocasiones inventando que estabas cansada! Y si las pruebas son verídicas, me he estado sintiendo mal de salud y como vi que en nuestra familia hay casos de cáncer decidí hacerme una prueba y me llevé la sorpresa que era estéril. Asi que no voy a hacerle ninguna prueba de ADN a ese niño que tienes ahí.
—Zaid por Dios, no me digas que no quería acostarme contigo si tú sabes que mi embarazo ha sido un poco fuerte por el trabajo. ¿Cómo querías que intimara contigo estando mal?
—¡Eres un asco Briana, no quiero verte! —Se dio media vuelta y se fue.
—¡Zaid, Zaid! —exclamaba la mujer yendo detrás de él.
Luego, la pareja llegó hasta el estacionamiento del lugar y Zaid se montó en su auto. Briana rápidamente también se montó y Zaid le dijo que se bajara en infinitas ocasiones pero ella se negó. Asi que, el hombre encendió el auto y junto con Briana se fueron del lugar.
—¡Este bebé es tuyo Zaid yo nunca te engañaría! —Le decía Briana a cada rato pero Zaid estando muy serio y callado no le contestaba.
Aquel día minutos después…
Como era invierno, Zaid conducía a toda velocidad y con un plan maquiavélico ya en mente, mientras estaba con la mujer pensó en chocar el auto para generar un accidente para que Briana se muriera o abortara, pero algo le salió mal porque un tercero fue el que murió. Zaid mató a un peatón en esa fría noche, pero como llevaba cinturón de seguridad no quedó tan grave si no levemente herido. Asi que, en medio de ese golpe que tuvo por el accidente se despertó muy adolorido del golpe y observó a Briana desmayada con su frente bañada en sangre pero aun respiraba. Luego, desde lejos vio que una persona yacía bañada en sangre en el suelo y al verlo exclamó un tanto asustado:
—¡Mierda! ¡creo que maté a alguien! ¡No puedo ir preso, no puedo ir preso!
Asi que, rápidamente, mareado y con su cabeza botando sangre del golpe contra el volante, cambió de puesto junto con Briana para inculparla a ella de ese asesinato y como era abogado haría todo lo posible para maquillar las pruebas y probar su inocencia.
Al día siguiente de esa noche hace cinco años atrás…
Briana se despertó y con lo fuerte que fue el accidente, vio su vientre y pudo observar que estaba plano y que tenía unas esposas en una de sus manos.
«¿Qué es esto? —Se vio esposada y luego se tocó el vientre —¿Dónde está mi bebé?» pensó ella.
Un guardia de seguridad que la vigilaba vio que se despertó y enseguida llamaron a Zaid y minutos después el hombre se acercó a ella. Zaid tenía un cabestrillo
en uno de sus brazos, una cinta adhesiva en su frente, y aun con la ropa de anoche manchada de sangre, asi que, él mirando a Briana frente a la policía haciéndose el inocente le dijo:
—Briana te despertaste.
—¡Zaid ¿Qué es todo esto? ¿Por qué estoy esposada aquí? y ¡¿Dónde está nuestro bebé?!
—Te tuvieron que practicar un aborto para salvarte la vida cariño. Y lo de las esposas es porque… mataste alguien cuando conducías.
—¿Qué? ¿Cómo que maté a alguien Zaid? ¡Yo no era la que conducía!
—Briana no empeores más las cosas. Recuerda que me dolía la cabeza y te ofreciste a llevarme a casa por todo lo que nos pasó.
—¡Zaid deja de decir mentiras!
Luego, los familiares de la víctima el cual era un hombre de unos cincuenta años quien venía de trabajar, supieron que Briana había despertado y muy dolidos fueron a gritarle.
—¡Te llevaste a nuestro padre idiota! ¡Eres una total imbécil! ¡Idioootaaaa!
Zaid, junto con los guardias de seguridad tomaron a la familia de la victima para que no fueran a golpear a Briana. La rubia lloraba desconsoladamente y le decía a todos que ella era inocente de aquel crimen que jamás cometió y Zaid siendo un abogado corrupto con sus contactos maquilló todas las evidencias de todas las cámaras aquella noche borrando en donde él salía subiéndose en el automóvil junto con Briana. Asi que, logró salirse con la suya y mató a dos pájaros de un tiro. Hizo que Briana abortara aquel bebé y como estaba presa, logró quitarle el laboratorio farmacéutico de sus padres. Según, Zaid fue benevolente, e hizo que el jurado le diera a Briana cinco años de cárcel los cuales para ella fueron un total infierno.
Tiempo actual…
Era la mañana del tres de mayo del 2019 y Briana Spencer ya salía en libertad. La mujer llevaba puesto un vestido muy ancho de color blanco, el cual su amiga Bernice le había regalado por medio de una de sus hijas. Briana no tenia absolutamente nada ni un solo centavo y tampoco tenía un lugar a donde ir ya que Zaid Yusuf le había quitado todo. Sin embargo, los hijos de Bernice los cuales vivían en casa de su abuela le dijeron a Briana que la esperarían en casa. Asi que, ella estando frente a la celda de su mejor amiga con lágrimas en sus ojos le dijo:
—Te visitaré con los niños. Se que aún están en la escuela y por eso no me vinieron a buscar.
—Cuídalos por mi mientras tanto y has que se porten bien.
—Me encantará cuidarlos, sabes que los amo mucho.
Y en ese momento, las dos se dieron un gran abrazo a través de esos barrotes.
—Le dije a Deshawn, y a Laquisha que te hicieran un pastel, no te sorprendas si no está muy prolijo que digamos.
—Jajaja, lo comeré con mucho gusto. Vendré el miércoles a verte.
—¡Que no se te olvide eh mujer!
Luego, otra guardia de seguridad no la mala gente tomó a Briana del brazo y se la llevó del lugar. Las demás reclusas escupían al suelo muy molestas mientras veían a Briana irse porque ella si salió en libertad y ellas no.
—¡Estúpidos blancos, —exclamaba una reclusa—siempre se salen con la suya! ¡la malnacida mató y solo le dieron cinco años. A mí por haberme encontrado droga me dieron veinte!
—¡Cállense o si no, no salen al patio! —comentaba la guardia de seguridad llevándose a Briana.
Seguidamente, la mujer salió de la cárcel, con aquel vestido blanco, unos zapatos converse desgastados, y una pequeña bolsa con la ropa que llevaba puesta con aquel juicio injusto que le dieron. Zaid en varias ocasiones iba a visitarla a la cárcel diciéndole que le quitó toda la empresa y que por eso fue benevolente con ella dándole cinco años y no veinte que era lo que se merecía por homicidio. Asi que Briana con su alma apagada caminó por todo ese camino el cual llevaba hasta unas curvas montañosas de ese lugar tan alejado. La mujer parecía un zombi porque su vida estaba destruida, no sabía que hacer, ahora era expresidiaria y de paso sin un centavo. Por lo tanto, sin darse cuenta caminó unas tres horas lentamente. Luego, pensamientos suicidas llegaron por su mente al recordar que no pudo ser madre y que no tenía familia. Ella por un momento de su vida pensó que Zaid Yusuf y el bebé que llevaba en su vientre serian su familia ya que la de ella había fallecido.
—Mmmm, la verdad si me lanzo por esas rocas moriría instantáneamente —dijo la mujer en voz baja.
Asi que, Briana se subió por aquel barandal que protegía la autopista de que los carros no se chocaran y mirando hacia abajo pudo ver las rocas que estaban en ese lugar. Entonces, lanzó la ropa que tenía en la mano y vio que cayó rápidamente. Luego, una hoja de papel estaba cerca de una roca allí abajo a donde ella estaba mirando, y en ella vio la cara de su exesposo quien se estaba postulando para la presidencia. Aquella hoja era un panfleto de propaganda en donde Zaid salía con una sonrisa mostrándole a todos que era un buen partido para ser presidente de la nación. Esa hoja de papel fue la señal que hizo que Briana quien estaba parada en esa baranda la detuviera de suicidarse.
«No, no ¿qué iba hacer? ¿Iba a acabar con mi vida y Zaid siendo feliz? ¡Y Bernice y los niños se pondrían muy tristes!» Pensó.
Asi que, ella aún parada allí desde lejos vio aquella hermosa vista y se prometió que se vengaría de Zaid como sea. El mundo tenía que saber, la clase de hombre que era ese candidato presidencial. Sin embargo, un motorizado pasó por aquel camino, y vio a aquella mujer con ese vestido blanco parada en aquel barandal. De la impresión, ese motorizado casi chocaba su motocicleta pero como era de las costosas sus frenos hicieron su cometido antes de algo peor. Pero si logró perder el equilibrio cayéndose él junto con la motocicleta.
Briana, enseguida al ver ese suceso quedó boquiabierta, y enseguida logró bajarse de aquel barandal yendo corriendo hasta donde aquel motorizado de elegante traje de cuero azabache con rojo.
—¡Oh, Dios, mío, oh, Dios mío! ¿Se encuentra bien?
Aquel elegante motorizado quejándose del dolor, con el casco aun puesto miró a la mujer y le dijo:
—¡Obvio que no, por tu culpa casi me mato! ¿Te ibas a matar o qué?
Briana algo nerviosa para que no la descubrieran le contestó:
—Eh… no, claro que no, solo estaba viendo… unas cosas.
—¿Viendo unas cosas sola en esa baranda en esas rocas tan suicidas? —Se quejó del dolor —¡Auch!
—¡Oiga si quiere lo acompaño hasta el hospital se está quejando mucho!
—No, no puedo ir hasta un hospital público porque soy el pre…—Luego aquel misterioso hombre se quedó callado.
—¿El que? —preguntó Briana con curiosidad por llevarlo al hospital.
—Nada, solo ayúdeme a levantarme y luego ayúdeme a levantar mi moto. —continuaba quejándose del dolor.
—¡Pero señor ¿y si llamamos a emergencias? se ve que le duele mucho el brazo!
—¡Ay ya señorita, le dije que no puedo ir a un hospital público! Deje de hacer preguntas.
—¡Oiga, no me grite solo intento ser amable con usted! —Le extendió su mano y lo ayudó a levantarse.
—Perdóneme, es que tuve un día algo estresante y uso mi motocicleta para relajarme un poco.
—Mmmm, ya ¿Y se va a quedar con el casco puesto?
Nota de la autora Lily Andrews:
¿Quien será ese hombre misterioso de traje de motorizado elegante? comenta si te gustó el segundo episodio querida lectora