William no pudo negar que a pesar de que estaba molesto, tenia unas ganas inmensas de besar la boca de Briana ahí en frente de los escoltas, pero por el protocolo era prohibido. Asimismo, Briana al igual que William miró por unos segundos su boca y también deseó besarla porque ya se imaginaba aquel encuentro intimo que ambos tendrían en horas de la noche. Luego, le entregó al niño a Briana, se despidió de él tocándole la cabeza diciéndole que pronto se verían de nuevo. —Vendré a darte las buenas noches, Jeremy. —comentó William. Seguidamente, William puso su mirada en Briana y resistiéndose a ese beso prohibido con el cual querría marcar su territorio enfrente de todos, por esas carcajadas que le molestaron hace rato, se despidió de ella. —Nos vemos pronto, señorita Spencer… Briana q
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