Briana después que conversó con Javier, se fue directo hasta el hospital para ver a ese niño que había robado su corazón. La conexión que tenía ella con ese niño, la llevaba a él como un magneto y sentía que no se podía separar de él. Ella no sabía el porqué, pero era el vínculo natural de madre e hijo que los dos tenían. Briana desde que lo conoció y el presidente le dio permiso, lo visitaba cada vez que podía porque deseaba con todo su corazón cuidar de él, y hacerlo feliz por todo lo que vivió. Ambos, tenían cicatrices: Briana las cortadas que le hacían algunas mujeres, estando en prisión y el pequeño, por ser un cenicero humano, todo eso fue gracias a lo que sufrieron por estar separados por culpa del demonio de Zaid. Sin embargo, por cosas del destino la vida los volvió a unir, y ahor