Eduard
Apenas llegamos a la parcelación me dirijo a la casa de Rain, todos los del concejo están ahí y me miran cabizbajos en cuento entro. Lori llega a mi lado y me abraza desconsolada.
—¿Qué ha pasado? —le pregunto.
—La enfermedad de Rain lo está matando. —Mis ojos se agrandan más de lo normal. Rain tomó el papel de padre cuando perdí al mío y después de tantos años lo he llegado a apreciar mucho.
Sin contestar nada me deshago del agarre de Lori y entro a la habitación donde se encuentra Rain. Está recostado en su cama con la mascarilla de oxígeno en su rostro, sonríe apenas me ve, desgraciadamente no puedo devolverle la misma sonrisa de alegría que él me da.
—Muchacho, ¿te han hecho venir por una tontería? —dice con dificultad.
Me siento en la orilla de la cama y tomo su mano.
—Jamás serás una tontería viejo tonto... ¿Cómo estás?
—Creo que esta de más decirlo —dice desganado y yo trato de no pensar en ello—. Estaba seguro de que esta maldita enfermedad me mataría, por eso decidí que tú te encargaras del grupo ALFA desde un principio, y por lo que puedo ver tome la mejor decisión de todas. Me iré al cielo tranquilo por haber hecho lo correcto aún que hay algo pendiente...
—Rain, no pienses en nada ahora, solo mantente cómodo y descansa. —Trato de pararme, no soy tan fuerte como para verlo morir.
—Siempre evadiendo responsabilidades... Eduard... escucha... por favor... necesito que me prometas que te emparejaras con una buena omega... que te quiera y cuide como tú lo harás... y sobre todo pueda darte muchos cachorros.
—Rain...
—Eduard... —Tose—. Prométemelo, si no... no podre morir en paz y tú serás el culpable de eso. —Cierro los ojos pensativo, todos tienen una obsesión con ese tema, pero... si en verdad esa es su última voluntad ¿Quién soy yo para decepcionarlo?
—Te prometo... emparejarme con alguien que ame y pueda darme descendencia. —Me mira feliz por mis palabras, aún moribundo sabe como persuadirme. Sonríe, realmente me alegra haberle prometido que me casaré porque sé que eso lo hará muy feliz por lo que le restará de vida.
...
Me despierto de golpe cuando la Luz del sol se cuela estrepitosamente por mi ventana, mis ojos tardan en adaptarse y reconocer a la persona que ha osado interrumpir mi siesta, suelto un gruñido cuando me doy cuenta de quien se trata.
Miro el reloj de mi buró, 8:30 am. Suelto un suspiro fastidiado.
—No me jodas, déjame dormir —le digo dando una vuelta sobre la cama, tapando totalmente mi cuerpo.
—Esto tiene que terminar. —Jala con mucha fuerza la sabana y me destapa haciéndome sentir el frío de la mañana—. He sido paciente contigo, han pasado 5 días desde que Rain murió, sé que él era como tu padre, pero... mírate... él confió en ti para llevar la empresa de la manada no para que te ahogaras en alcohol todos los días. —Me señala
Me siento en la cama y tomo mi cabeza, la resaca me está matando y Lori gritándome es insoportable.
—Vamos, tienes una empresa que dirigir, además, hoy tendrás una reunión con la abogada de XIGNUX. —Levanto la vista, sorprendido, ¿Qué acababa de decir?
—¿Me he esforzado en evadirla para nada?
—¿No comprendes la seriedad de las cosas?... grupo ALFA está siendo demandado por más de 50% de las acciones, ¿crees que evadiendo los problemas los solucionas? —Alza una ceja y sé que sus palabras también tiene que ver con el hecho de que todo mundo espera que me empareje, y que he estado evadiendo el tema igual. ¿En qué estaba pensando cuando se lo prometí a Rain?
—Está bien —digo en rendición.
Lori asiente complacida y sonríe por mi cooperación.
—Te veré en 15 minutos allá abajo y báñate, apestas a Borbón.
...
—Gracias a la luna que está de regreso Sr. Lane. —Hana entra a mi oficina apenas llego a ella, parece estar atareada—. Él Sr. Mauricio ha estado preguntando por usted y los del consejo quieren saber cuando podrá atenderlos para leer el testamento del Sr. Rain —empieza hablar demasiado rápido—. A las 11 tiene el desayuno pre programado con su jefe de seguridad y a las 12 la cita que agendo Lori... necesito que me firme unos documentos y que revise otros.
Coloca sobre mi escritorio una pila de papeles sin firmas y otra más para revisar, abro los ojos sorprendido, cuanto trabajo ha surgido en mi ausencia.
—Además tiene una cita con unos nuevos inversionistas...
—Espera... inversionistas, ¿De qué hablas?, no tenía nada programado.
—Es por eso que el Sr. Mauricio lo buscaba con tanta urgencia, él dijo que le explicaría —dice apenada.
—Está bien, no te preocupes. —Me siento en la silla y empiezo a revisar los documentos—. Comunícame con el antes de que atiendas los demás asuntos. —Hana asiente y sale de mi oficina.
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Jia
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Este caso se estaba tornando más difícil de lo que supuse, sí, había tenido al Sr. Lane en mis narices y lo dejé ir. Como una tonta se me escapó.
Joder. ¿Desde cuando una cara bonita me distraía de mi verdadero objetivo? También, Quien iba a pensar que él se vería casi igual después de 10 años de diferencia, por Dios, se conserva muy bien.
Tenía todas mis esperanzas perdidas cuando lo busqué por los días siguientes y nadie sabía donde estaba, pero lo realmente sorprendente fue cuando su asesora me llamó para agendar una cita para el día de hoy.
Así que...
Me miro al espejo antes de salir de casa, visto con una falda en tubo con una abertura en una pierna, unas zapatillas altas y una blusa casi traslúcida color roja, me quedo por un momento pensativa. No es así como me vestiría para tratar asuntos del trabajo. ¿Por qué me he vestido tan provocativamente? Doy media vuelta y regreso al armario poniéndome algo más formal, cuando ya estoy satisfecha con mi aspecto salgo y tomo un taxi para dirigirme a los establecimientos del grupo ALFA. Al llegar me encuentro de nuevo con la despistada secretaria y me saluda.
—Me están esperando esta vez. —Sonríe y asiente.
—El Sr. Lane la recibirá en un momento, él salió, pero no tarda en venir. —Frunzo el ceño.
—Dígale a su jefe que más le vale no hacerme esperar mucho o si cree que estar jugando al gato y el ratón es divertido está muy equivocado. —Hana, como logro leer en su gafete, se inclina poco a poco hacia atrás mientras le advierto con enojo.
—Le prometo que no es así, él llegará en cualquier momento. —Trato de creerle y me tranquilizo, acomodo mi vestimenta y sin que me señale donde, camino directo a la oficina.
—Lo esperaré aquí. —No escucho objeción aún que tampoco la espero.
La oficina no tiene nada particular, escritorio de cristal, sillas de cuero y el enorme ventanal que deja apreciar toda la ciudad por lo alto, ¿Qué puede tener el Sr. Lane de especial? A simple vista aparenta ser el típico magnate, prepotente, egocéntrico y cretino que todos son, tal vez es estrepitoso tener una imagen tan detallada de él sin conocerlo de verdad, pero es lo que me inspira a simple vista. Entonces algo llama mi atención en el lugar, hay una pequeña cama en una de las esquinas, no es una cama que usaría una persona normal, más bien es el tipo de cama que usa un canino, volteo para todos lados por si veo algún perro por la oficina, pero no es así, además, como podría tener aquí a un animal de un tamaño como ese. Me paro y me alejó cuando escucho voces acercarse, tomo de nuevo mi poción anterior cuando escucho como abren la puerta...