Alicia le estuvo suplicando durante un largo rato para el pudiera acostarse en la cama mientras ella le iba dar un masaje. Dariel se resistió al principio demasiado avergonzado y aturdido. Pero se resignó luego de ver esa cara seria de Alicia.
"Dejemelo a mi su alteza"
Dariel no pudo decir nada más mientras sus piernas eran masajeadas por Alicia con una mirada tan seria. No conocía muy bien el tratamiento que ella le quería proponer. Pero extrañamente pudo sentir que era muy experimentada por la forma en la que trabajaba.
El cambio de actitud al rededor de Alicia cambio notablemente. Era una atmósfera seria que se proyectaba alrededor de ella. Dariel no pudo evitar apretar su puño un poco esperanzado de que talvez..pudiera caminar de nuevo...esto era lo único que le había dado una sensación de esperanza tras haber experimentado tantos tratamientos, incluso tratamientos exóticos de diferentes reinos.
Si talvez...solo talvez...volviera a caminar de nuevo..se encargaría de recuperar todo lo que le fue quitado por esa mujer...¡se vengaria por todo lo que le hizo al dejarlo así!.
"¿Cuánto tiempo se tiene que hacer todo esto?"
El pregunto mientras miraba a Alicia. Ella le sonrió muy alegre al notar un pequeño brillo expectante en sus hermosos ojos dorados.
"Por ahora, tendrá que ser todos los dias su alteza. Sus piernas están completamente rígidas, por lo que no permite que la sangre circule adecuadamente alrededor de ellas. Por eso no ha podido sentir sus piernas adecuadamente debido a todos esos problemas"
Dariel se sorprendió en su corazón al ver lo que ella había dicho hace un momento. No pudo encontrar ni la más mínima vacilación y mentiras en sus palabras. Estaba sinceramente sorprendido.
"...¿Dónde aprendiste todo eso?"
No pudo evitar preguntar. Era extraño que esa persona haya adoptado un cambio de actitud tan radical con el de la noche a la mañana. Debe tener una intención oculta. Eso es lo que no se sacaba de la cabeza.
Alicia respondió un poco avergonzada al escuchar la pregunta repentina que claramente detonaba que estaba sospechando de ella.
Ella respondió un poco rígido y con una sonrisa incomoda.
"...solo lo Leí en un libro su alteza.."
No se le daba bien mentir. Y Dariel también se había dado cuenta de ese echo.
"Mientes. He leído todos los libros de medicina que se encuentran en el imperio, e incluso de otros reinos. ¿Pero me estas diciendo que lo leíste en un libro?. Dime algo más creíble"
Dariel escupió con un tono algo cínico y lleno de sarcasmo.
Aunque lo que dijo Alicia no fue completamente mentira. Pero era solo si se trataba de su mundo. Aquí no había ningun conocimiento de técnicas como esas, y ella lo sabia.
"..."
Alicia estaba nerviosa...no le podía decir que su conocimiento se basaba en otra dimensión o algo por el estilo. Pensara que se esta burlando de el y de paso también la vera como una loca.
"Su alteza...no le puedo decir como lo se...pero le aseguro que esto podrá ayudarlo...porfavor no diga que no hará la terapia"
En el momento en que ella decide soltar esas palabras de su boca. Sus mirada fue reflejada en los ojos de Dariel. Podía ver que lo quería ayudar...¿pero porque..?. Eso era algo que no se sacaba de la cabeza.
"...Esta bien, no la dejare.."
El respondió en un tono muy bajo mientras apartaba la mirada. Haciendo que Alicia suspire de alivio en su interior, para luego dedicarle una gran sonrisa. Pero el no la vio ya que había apartado la mirada.
"¡no se arrepentirá, su alteza!"
Alicia siguió dándole un masaje terapéutico con una gran sonrisa.
'¡voy a ayudarlo..!'
Se decidió fuertemente.
***
"Buenos días su alteza"
Alicia se levanto temprano y todavía estaba en su camisola. El príncipe Dariel se estaba despertando actualmente. Y lo primero que vio fue la sonrisa de Alicia que le hacia mientras lo miraba. No pudo evitar sentirse extraño de ver esa escena.
"¿Porqué despiertas tan temprano ahora?"
El pregunto mientras se peinaba su cabello hacia atrás. El siempre se levantaba todos los días temprano, pero extrañamente era el ultimo en hacerlo.
"Es hora de su terapia su alteza"
"¿En la mañana también?"
Pregunto un tanto desconcertado.
"Su alteza, ahora esta en un punto en donde hay que hacerlo cada que pueda. Cuando empiece a ver resultados, entonces cambiaremos el horario"
Alicia le respondió tan tranquila mientras mantenía su brillante sonrisa.
Dariel solo asintió en acuerdo mientras apretaba sus puños, al pensar que talvez vería resultados.
"Déjeme ayudarlo"
Alicia lo levanto mientras lo apoyaba en su cuerpo para sentarlo en la silla de ruedas. Esta vez el no evito que ella lo ayudará.
Ella noto ese hecho por lo que se sintió muy feliz en su interior.
Acomodo sus piernas en los lados de la silla. Para luego, proceder a hacerle un masaje habitual. Pero con algo diferente esta vez.
Después de haberle hecho el masaje en sus muslos y en sus pantorrillas. Esta vez ella tomo sus pies, y empezó a doblar hacia adelante y hacia atrás lentamente. Estaba sumamente concentrada que no noto que Dariel la estaba mirando fijamente.
"Sera mejor que no le digamos a nadie de esto todavia"
El dijo de repente haciendo que Alicia mirara hacia arriba.
Ella también lo ha estado pensando, pero no sabia que como sacar el tema. Se alivio de que Dariel lo haya echo.
"Tiene razón su alteza, no sera bueno que "alguien" lo descubra"
Alicia enfatizo la palabra "alguien". Ella sabia que el lo entendería.
En el palacio de Dariel había espías que fueron implantados por la concubina. Y Dariel también lo sabia, pero no pudo hacer nada tras perder su poder.
La concubina Leona Armanis es una princesa de un pequeño reino extranjero. Ella nunca logro ganarse la sinceridad del emperador porque el ya tenía en su corazón a la difunta emperatriz. Y ella sabia que era difícil que su hijo, que tiene características extranjeras sea el emperador. Por lo que recurrió a métodos sucios para lograr su propósito.
En la novela que había leído Alicia, el protagonista sabia de los sucios métodos que hacia su madre. Pero el no hizo nada, se limito en prepararse para cuando lo escojan como príncipe heredero. Pero no fue hasta el s******o de Dariel que le fue oficialmente otorgado el titulo.
El emperador quedo devastado por la muerte de su hijo, y Leona aprovecho la oportunidad para envenenarlo y decir que murió por un infarto debido a que no aguanto la muerte de Dariel. Logrando tomar el control con su hijo
'¡Esa mujer es una Arpía y su hijo también!'
Pero esta vez ella no dejaría que Dariel termine con un mal final como en la novela.
"..."
Dariel guardo silencio luego de que Alicia dijera esas palabras. Su instinto nunca se equivocaba. Y ahora mismo le decía que ella sabia de su situación. Pero no se lo pudo preguntar directamente.
Todo era extraño...la actitud que ella adoptaba con el ahora le daba una extraña inquietud...
Toc toc.
Alguien toco la puerta, y se escucho una voz preguntando si Dariel estaba despierto.
Alicia se sobresalto, y rápidamente acomodo las piernas de Dariel para luego levantarse.
Dariel se aclaro la garganta y permitió que esa persona pasara.
"Buenos días altezas"
Ella los saludo cortésmente mientras hacia una reverencia. Esa era la doncella que se armo de valor y enfrento Alicia. Su nombre era Lena y era una joven mujer de cabello castaño.
Lena se sorprendió en cuanto vio que el príncipe Dariel estaba sentado en su silla de ruedas. Al igual de que podía ver que la princesa Alicia lo estaba ayudando, y sorprendió al ver que el no había dicho nada para apartarla.
No pudo evitar preguntarse que paso entre ellos dos durante la noche.
"Su alteza, vamos a prepararla para el desayuno"
"Entiendo"
Pero antes de dirigirse al baño, ella le susurro lo más bajo que pudo para que nadie más lo escuchara.
"Su alteza, continuaremos esto después"
Dariel asintió sutilmente ante sus palabras, para luego prepararse para el desayuno. No podría creer que pensaba que ella lo ayudaría. Pero quería seguir creyendo un poco en ella.
Quería volver a caminar...
***
Luego de que se preparan para el desayuno. Ambos se dirigieron al comedor mientras Alicia empujaba la silla de Dariel y el no le decía nada para apartarla. Dejando sorprendido a todos los sirvientes.
Alicia le hablada de varios temas pero el solo se limitaba a asentir.
Todavía seguía con su actitud fría, pero era un gran avance en solo un dia. Lo que la hacia muy feliz.
En el momento en que llegan al comedor. Los sirvientes que se encontraban allí, les hicieron una reverencia a ambos. Alicia solo se limito a asentir, ya que la mayoría de ellos solo son espías enviados por la reina Leona. Por lo que obviamente no podría tener una actitud agradable.
Lo mismo era con Dariel. Incluso al estar en una silla de ruedas, el todavía mostraba un aura solemne digno de un m*****o de la familia real. Era obvio que el terminaría siendo el próximo emperador si solo pudiera caminar.
Demostró a una edad temprana que era más digno que nadie de ese titulo. Pero eso se lo arrebato Leona...
"Aquí, su alteza"
Alicia coloco su silla de ruedas junto a la de ella con demasiada naturalidad. Lo que sorprendió a todos.
Era un alivio que Alicia poseyera los recuerdos de la antigua alicia, pudiendo conocer la etiqueta de los nobles.
No estaba nerviosa al ver todas esas vajillas y distintas copas en la mesa. Ya que sabia por los recuerdos que poseía como tendría que comer y para que sirve cada tenedor y cuchillo en la mesa.
"Empiecen a servir"
Dariel dio la orden para que sirvieran la comida.
Alicia presenciaba la escena de como los sirvientes entraban sincronizados con distintos platos que colocaban en la mesa. Logrando crear una exquisita vista a sus ojos. Ella vio la expresión de Dariel, y tenía una expresión fría mientras miraba la comida.
Ella se sorprendió que no reaccionara, pero recordó que no era la primera vez que el presenciará un festín.
"Aquí tiene su té, su alteza"
Un sirviente se aproximó en darle una elegante taza de té a Dariel. Alicia se sobresalto ya que conocía el secreto de ese té.
No sabia que hacer...pero, ¡Tenía que evitar que Dariel lo tomará!