El último Lobo Blanco

Capítulo 19: El Ataque

POV Aria

El ambiente se había tornado denso. Mis ojos miraban alternadamente entre la Luna, cuyo rostro demostraba visiblemente la conmoción, e Ivar, cuyo lobo estaba demasiado presente; sus ojos oscuros y el pelaje creciendo en sus brazos lo denotaban.

- Habla, madre- rugio y era la voz de Blade -¿Padre sabe de esto?

- Tu padre no lo sabe- era algo impactante de ver a la Luna de la manada tartamudeando ante su propio hijo cuando siempre demostró fortaleza ante todos – solo hice lo que creí correcto y no me puedo arrepentir porque gracias a eso, tu naciste. Si tuviese que volver a hacerlo, solo para poder tenerte, lo haría sin dudarlo- Luna Ella quiso acercarse a Ivar y este solo gruño para que mantuviese su distancia.

- Y tu… ¿Qué me estas escondiendo?- sus ojos se enfocaron en mi y las olas de enfado me golpeaban. La ira comenzo a crecer en mi interior al sentir su propio enojo chocar contra mi. ¿Por qué demonios estaba enojado? ¿No debería estar yo enfadada por haberme dejado plantada anoche?

- Cállate Blade – mi loba se hizo presente sin que yo pudiese evitarlo- ¿Acaso estuviste disponible para hablar durante la noche o nos dejaste aquí esperando por ti durante horas? Tuve que consolar a mi humana porque ni siquiera tuviste la decencia de honrarnos con tu presencia- Irina estaba más dolida que yo, ella ansiaba estar con su compañero y su decepción era tal que no podía manejarla. Se sentía como si nos hubiese rechazado sin siquiera enunciar las palabras.

- Irina- Blade estaba cada vez mas enojado pero ahora recluida en el interior de mi mente, viendo como se desarrollaba la escena, su aura no me afectaba. Tome nota sobre preguntarle a Irina el porqué a ella no le afectaba tanto el aura de Ivar mientras el enfado de Irina luchaba por mantenerse firme

- ¡Que te calles!. Mi humana y yo no te vamos a ocultar nada, el libro de ayer habla de la misma bruja de ojos violetas que tu madre conoció. Tu sabes que la enfermedad te esta consumiendo y es cuestión de tiempo.

- ¿Qué quieres decir?- gruñó comprendiendo que había algo mas que debia decirle. Pero no había forma suave de decirlo

- El libro ayer nos dijo que debíamos encontrar la bruja, que tu tiempo es limitado y que si no la hallamos moriras. Podemos retrasar la maldición y darnos mas tiempo si te marco, asi que ahora ya lo sabes, cede el control a tu lobo ahora- Senti como una oleada de poder emanaba desde Irina hacia Blade, doblegándolo e instándolo a volver a su interior.

- Aria- murmuro Ivar alcanzándome rápidamente para fundirme en un abrazo posesivo mientras aspiraba mi aroma intentando calmarse.

- Ve con tu madre, hablaremos luego- le respondi y luego de depositarle un beso en la mejilla, me aleje de el con mucho esfuerzo.

Luna Ella lloraba ante el descubrimiento que su único hijo podía llegar a morir y me partia el corazón. No podía imaginar el dolor que estaría sintiendo en esos momentos pero a mi también me dolia. Estaba dispuesta incluso a marcarlo para darle mas tiempo de vida, en mi interior estaba determinada a encontrar a la bruja de ojos violetas y romper su maldición aunque no tuviese demasiada información o ni supiese donde empezar.

Cuando llegue a la habitación, Irina se agito en mi interior y me puse alerta. La ventana abierta de par en par hacia que el viento se colase y agitase las cortinas. Un olor particular inundaba todo el ambiente. La mezcla de tierra y agua estancada me dio arcadas mientras hice un chequeo rápido para saber, que lo que fuese que estuvo allí, ya no lo estaba. Todo parecía estar en su sitio y nada parecía faltar pero algo llamó mi atención y era una foto en la mesa de luz.

Alli estaba plasmada mi imagen, la misma era de hace unos días en la escuela y tenía tachados los ojos y la boca. Verla me dio escalofríos, pero fueron peores cuando la di vuelta y allí, realizado con distintos periódicos enunciaba “Nunca estarás protegida, cuando menos lo esperes, nos encontraremos y no podras escapar”

Sin siquiera tener tiempo de procesar lo que alguien me había dejado en forma de amenaza, las alarmas de la manada comenzaron en ese instante, resonando en toda la manada anunciando un ataque y no pude evitar pensar que esto era demasiado extraño. ¿Un ataque a plena luz del dia?. Guardé la foto en mi mochila de la escuela, luego me ocuparía de ello junto con la lista de enormes preocupaciones pendientes que parecía solo crecer cada instante y nunca menguar.

“quédate dentro de la casa con mi madre y los omegas, dejare unos soldados también. Cierra las ventanas” el enlace de Ivar resonó en mi cabeza y yo quería desobedecer esa orden. Desde muy pequeña había aprendido a luchar y apoyar a la manada era el destino de todo aquel que ya hubiese conseguido su lobo, pero sabia que él intentaba cuidarme, a regañadientes acepte su orden sin dejar de pensar lo poco comun que era esto.

Me reuní con Luna Ella y los demás luego de ayudar a cerrar la casa mientras la ansiedad crecia. Mis sentidos agudizados escuchaban los susurros de las mujeres que rogaban por la protección de los dioses y no pude evitar de pensar en que el misticismo y la religión aun regian gran parte de nuestras vidas pero ¿Cómo negarlo ya? El vinculo fortaleció sentimientos que tenia guardados en mi interior por Ivar y hoy en dia era la clave para darle mas tiempo de vida. Al mismo tiempo yo era un lobo blanco que él debia proteger. El destino nos había unido por estas razones.

“Por favor, vuelve a mi” le dije mediante un enlace mental y supe que no contestaría pero se que me oyó. Atrás quedaba mis sentimientos de decepción por lo de la noche anterior, no sabia porque él no quiso estar conmigo, pero ahora nada importaba. La ansiedad me consumia, me enfermaba y me empujaba a pensar en escenarios fatídicos. Mis pensamientos se tornaron tan oscuros como la profundidad del océano. “dime que sientes a su lobo” le rogué por enésima vez a Irina, quien no parecía molestarse con mis insistentes preguntas. “Estan luchando, pero ellos estan bien”. Si hubiese estado marcada, sentiría lo que Ivar siente completamente, podria ubicarlo en cualquier lugar, no dependería de la conexión emocional únicamente de nuestros lobos. Volví a reafirmarme que tenia que marcarlo y no solo por intentar su salvación. Un pensamiento oscuro de posesión invadia mi mente y mi corazón.Ya no podía seguir negándomelo mas. Ivar debia ser mio en todos los aspectos posibles porque siempre me había gustado. ¿Por qué siempre precisamos eventos traumáticos o fuertes para enfrentarnos a nuestros sentimientos mas profundos? Quise comparar mis sentimientos actuales con los que tuve con Lucas y no existía comparación alguna. Estar con Ivar era una montaña rusa de emociones que muchas veces eran producto de cuestiones ajenas a nuestras propias decisiones pero que igualmente nos atravesaban.

Mi mente divagaba, abstrayéndome de todo, mirando como el tiempo parecía dilatarse infinitamente y los minutos parecían horas interminables, hasta que en un momento lo sentí antes de que cualquiera pudiera hacerlo, mis ojos se posaron expectantes en la puerta y mi cuerpo fue lanzado hacia adelante como si tuviese vida propia. Salí hacia el exterior y lo vi. Ivar andaba descalzo, cubierto solo por unos pantaloncillos cortos y sin remera. Estaba completamente sudado y podía oler la sangre de invasores en el. No lo pensé y corrí hasta chocar contra el y fundirnos en un abrazo que era para mí lo más cercano al paraíso.