Santiago
Sabía que el que no se aguantaría las ganas de besarla teniéndola cerca soy yo, un momento puedo, pero es algo que no aguanto por mucho, ahora la beso sin contemplaciones, pareciendo un sediento que encontró su fuente de agua que le da vida, ansioso y sobre todo necesitado, haciendo que nos envuelva el calor y el deseo, reflejándose en mi entrepierna, que está más que lista para lo que se avecina.
Lo que siento cada vez que beso a Mayra no se puede expresar con palabras simples, definitivamente es como una montaña rusa de emociones que recorren mi ser cuando la tengo en mis brazos, y sin contar cuando la estoy haciendo mía, creo que son emociones que no se si pueda soportar, pues cada vez son más fuertes, tanto así que quiero disfrutar de todos mis despertares a su lado.
Le doy
