El inicio..
-Ernesto no vayas hoy para esa ciudad, tengo un mal presentimiento.
-Tú y tus presentimientos, nada pasará, además estaremos a tan solo dos horas de distancia, volveré lo más rápido ya lo verás.
-Si ya no puedo convencerte de que no vayas, al menos no olvides avisar apenas estés en la casa de tu socio.
-Lo haré no te preocupes, apenas llegue te llamo.
De pronto desperté… solo fue un sueño…
[…]
Mi nombre es Mayra Castelli, tengo 30 años de edad, soy cirujana cardiológica, vengo de una familia conocida de la ciudad, mis padres son dueños de una de las mejores editoriales de la ciudad además de que a mi madre le encanta el diseño y la moda, por eso tiene una empresa que se dedica a el diseño y modelar.
Hace aproximadamente dos meses mi novio Ernesto Villanueva me pidió matrimonio, después de casi 6 años de noviazgo, pues en lo que me especialice él me ha acompañado siempre, tenemos una relación muy bonita, vivimos juntos desde hace un año, aunque el por su trabajo viaja mucho y son pocos los días que coincidimos por mis guardias en el hospital, pero cuando tenemos esos pequeños espacios los sabemos aprovechar.
Tengo dos hermanos, Alaia y Nicolás , ambos están en unas bonitas relaciones también, en el caso de Nicolás fue un poco más difícil el conquistar a la que es ahora su esposa, mi querido hermano es unos de los mejores abogados del país, tiene un estudio jurídico de renombre, nunca han perdido un caso, y Alaia que lleva 2 años casada y está embarazada de su segundo hijo que por lo que se es varón, tiene mucha alegría pues ya tienen a la niña así que se quedaran con la parejita por lo pronto.
Creo que yo les tengo envidia de la sana pues ellos ya están realizando una a una las cosas que desearon en su vida, tengo fe que pronto será mi oportunidad y seré muy feliz como los son mis queridos hermanos.
[…]
La mañana había pasado tranquila, me tocó trabajar desde la mañana, amo lo que hago, trabajar salvando vidas es lo más bonito que me ha pasado, aunque me afecta de gran manera cuando una de esas vidas se apaga.
Se dice que la desgracia no viene sola siempre acompañada de algunas cosas que si bien es cierto ignoramos no porque eso es algo que hayamos decidido sino más bien por el descaro de otras personas, hace aproximadamente tres meses atrás tuvimos una pelea que casi hace que una relación tan larga como la nuestra llegue a su fin, yo recibí algunas llamadas y mensajes en donde me aseguraban la infidelidad de Ernesto, no sé cómo me convenció de que todo era mentira, creo que por todo el amor que le tengo es que termine creyendo en lo que me decía.
Estábamos a horas de contraer matrimonio, sería una ceremonia sencilla pues yo no he sido nunca de cosas ostentosas, eso no es mi fuerte, la gente piensa que porque mi familia tiene dinero soy de las que me gusta gastar a manos llenas, pero no es así, aunque por palabras de mi papá yo no debería estar de empleada en un hospital sino tener mi propia clínica, pero ese es un proyecto que tengo en mente y que espero que pronto salga a la luz, pues lo estoy creando con recursos propios, algo que sea trabajado por mí.
Mi boda se llevará a cabo en uno de los hoteles de la ciudad, decidimos que sea allí pues son pocas las personas que asistirán, estoy muy nerviosa soy mujer de emociones fuertes, pero sin embargo hay cosas que aún me dejan ver ese espíritu adolescente que vive en mí, y este es uno de esos casos.
Mi hermana me dice que todo está listo, que aún no llega el novio pero que de pronto ya está por llegar, mi hermano está un poco molesto a Nicolás nunca le ha caído bien Ernesto, mi hermano siempre dijo que no se metería en mis decisiones pero que esperaba que todo fuera como siempre lo he deseado.
Mi mamá entro al dormitorio a decirme que ya estaban esperando por mí, que Ernesto aún no había llegado que si era posible que me comunicara con él pues ya en la sala estaban tanto el juez como el sacerdote que oficiará la unión.
Sin más tomé mi teléfono y marqué su número, pero no tuve ninguna respuesta, seguí insistiendo sin ninguna señal de Ernesto, hasta que sonó mi teléfono, era una llamada del número de él, pero no era de su parte sino de otra persona.
- ¿Usted es familiar del dueño de este teléfono?
- Soy su novia, dígame, ¿paso algo con él?
- Soy del departamento de criminalística, al señor lo hemos encontrado sin vida dentro de un vehículo que causo un accidente en la vía principal del centro de la ciudad.
- ¿Qué? ¡¡No!! Dígame que lo que me dice no es verdad… ¿Dónde se encuentra ahora él?
- Ahora estamos en la oficina forense, ¿puede venir a hacer el reconocimiento del cuerpo?
- Salgo para allá señor oficial.
- ¿Necesita la dirección?
- No se preocupe sé dónde queda.
Con el corazón destrozado, salí de la habitación a la que había entrado para poder llamar a Ernesto, mi madre que venía a mi encuentro me tomó en sus brazos y lo único que hice fue llorar, llorar de manera desconsolada, había perdido a mi novio, mi compañero de aventuras por más de 6 años.
Papá se encargó de dar a conocer que la boda no se realizaría y de despedir a los invitados, cancelar todo lo planeado en el hotel y así dirigirnos a la casa para poder cambiarnos de ropa y acudir a la oficina forense, ya en la salida del hotel al ir bajando las escaleras, en una de las entradas se escuchaba una conmoción y sin querer me dirigí hacía la entrada, pues la que estaba alterada pidiendo que la dejaran entrar pues debía hablar con alguien dentro era una mujer con una nena de aproximadamente unos 4 años de edad, la mujer se veía un poco alterada y su ropa no está del todo bien, al parecer las cosas para ella no estaban muy buenas.
Me acerqué a ella con la intención de ayudar, sin más al verme ella me dijo que justamente era conmigo la persona con la que quería hablar, yo por mi lado asombrada sin conocer a aquella mujer, igual le pedí a las personas de seguridad que la dejaran entrar pues si seguían con la actitud de molestia la niña iba a empezar a llorar. Les pedí que fuéramos a uno de los muebles que había en el lobby del hotel, y le dije a uno de los camareros que por favor le diera algo de tomar a ellas, necesitaba que se serenara y me dijera que era lo que necesitaba hablar conmigo.