Gondor descubre su pasado

2039 Words
-Rodnog te tengo buenas noticias, una vez más tuve una visión a cerca de ti con la misma mujer que se presentó en el primer sueño lúcido. -Y para mi gran alegría, he viajado en el tiempo retrocediendo 3.000 años, vi las ciudades antiguas de Aradia y unos habitantes que las reconocí perfectamente, eran las míticas Elfas. -¿Cómo es posible que hayas viajado en el tiempo Victorique? -Si recién estábamos investigando a cerca del asunto y solo unos pocos apuntes logramos recolectar para su construcción. -Fue aquella hermosa mujer que una vez más habló de ti, ella me reveló lo que faltaba para poner a funcionar el aparato. -Tuve que ir a las montañas donde hay unas minas abandonadas hace siglos atrás, ahí encontré unos cuarzos de cristal que son la fuente de poder que me faltaba para poder viajar siete veces más rápido que la velocidad de la luz. -Solo de esa manera se puede retroceder en el plano físico e ir a cualquier época del tiempo y el espacio. -No te creo Victorique, ahora estoy esperando la aprobación para poder estudiar en el Instituto. -¡Eres un necio Rodnog!, yo cumplí con mi trabajo y es asunto tuyo si me crees o no. Adiós. Victorique se fue muy molesta por la incredibilidad de Rodnog. Ahora solo se dedicaría a seguir viajando en el tiempo a otras épocas y a continuar armando su otra obra maestra, “La tele-transportación”. Rodnog por su parte comenzaría su primera clase en el Instituto, todos eran jóvenes varones y los profesores de muy avanzaba edad pero muy estrictos. El más fuerte de carácter se llamaba “Káiser” más conocido como el Master desalmado. Este anciano tenía características muy anticuadas y a la vez legalistas. Siempre se lo veía con dos libros en sus manos, un viejo bastón de metal metratónico y con un mandil café. Rodnog no se imaginaba que por un tiempo, él sería su gran dolor de cabeza. El anciano entró a la clase y todos le miraban con cierto temor, tenía unos aires de arrogancia y de imponencia. En su presentación, sacó a presumir todos sus títulos y logros alcanzados, luego habló seriamente a cerca de los temas a tratar y su metodología que iba a impartir a lo largo del año. -Buenos días jóvenes promesas, si algún día lo llegan a ser. -Me presento, soy el Master Káiser y les impartiré las asignaturas de física-astronómica, filosofía cósmica y tecnología híper espacial. -Para su información, yo tengo cinco títulos profesionales, fui el alumno más destacado de su tiempo; dos doctorados, dos masterados y un PHD, tanto en ciencias espaciales, filosofía cósmica y experto en materia de tecnología espacial. -Mi metodología de estudios será que al menos lean un libro a la semana de los cuales les voy a dar a lista, yo solo tomo exámenes y pruebas, nada de exposiciones y tareas. -El que esté de acuerdo quédese de lo contrario tienes las puertas abiertas para abandonar el salón. Todo el curso se quedó helado al ver la frialdad y despotismo del Master Káiser, Rodnog tenía que aceptar sus exigencias. Acabando las clases se dirigió al comedor para pedir algo de comer y beber. Cuando se acercó a hacer su pedido, una chica vestida con su delantal  rojo-blanco lo atendería. Esta niña era muy bonita, mediana en estatura, ojos verdes, cabello rizado n***o y piel bronceada. Quedaría impresionada al ver la belleza particular de Rodnog y no tardaría en coquetearle y hacerle la conversa. Él se daría cuenta con tal solo ver la manera de mirarlo y su forma particular de su atención. Los fantasmas de su anterior universidad parecían que volvían a su vida, cuando la Doctora Bella lo acosaba constantemente para llevarlo a la cama y hacerle probar de su fruta prohibida. Más él tenía que buscar una manera de evitar tener cualquier tipo de amistad con aquella risueña y amable chica, de pronto el Master Káiser entraría al comedor y dirigiéndose directamente a aquella chica le dijo estas palabras: -Mi hermosa doncella, ¿me tienes listo mis patatas con arroz floreado y ensalada groom? -Si Master Káiser, solo aplasto el botón verde y en un minuto su pedido estará listo como de costumbre. -¿Por qué tanto el apuro mi querida niña? -Estoy atendiendo a un chico y él es mi prioridad. -¿Quién es el intruso del cual mi pequeña niña a fijado sus ojos? -Master, discúlpeme pero eso no es de su interés. -Todo me interesa de ti, pequeña niña. Ella se dirigió donde se encontraba Rodnog y prestándole su máxima atención se quedó por un buen rato con él. Desde lejos Káiser miraba con unos celos incontrolables aquella escena. Un grito fuerte pegó y llamó a la chica. -¡¡¡Señorita!!! Yo soy el más respetado y eminente en todo este instituto, tiene que prestarme atención a mí y no a un vulgar neófito. Enseguida ella fue a donde él para darle su respectivo pedido, más él le tiró en la basura y salió del salón de comidas airado. Sin antes regresar a ver a Rodnog para no olvidarse de su rostro. Para mala suerte de Rodnog, él era su profesor de clase y no tardaría mucho tiempo en reconocerlo. Y así fue, al día siguiente cuando cada alumno se presentaría en el salón de clases en presencia del Master Káiser, fue el turno de Rodnog y lo reconoció. -Usted se llama Rodnog, ¿acaso es el mismo joven que ayer le vi en el patio de comidas? -No lo sé Master, no lo sé. -Tendré un especial seguimiento sobre usted joven neófito, espero se esfuerce y saque buenas notas o si no se quedará conmigo en todas las materias. -A todos ustedes mis alumnos, para la próxima semana vendrán bien estudiados, que les tomaré una prueba de los II tomos de la composición nuclear y atómica de la órbita de cada uno de los planetas de nuestro sistema estelar. Los alumnos se disgustaron ya que aquellos tomos tenían 3.000 páginas cada uno. Era el fin de semana y Rodnog una vez después de estudiar una parte de uno de los II tomos, se quedó dormido y al abrir los ojos, una luz más brillante que el sol le tomaría de las manos para llevarlo a otro lugar. Fue el mismo lugar donde fue llevaba en visión Victorique. Gondor no notaba que el tiempo transcurriera, estaba en lo que parecía ser una enorme pradera con inmensos campos verdes, y sobre todo los colores, estos parecían fundirse con luz, lo que les daba una tonalidad aún más fuerte. No había sol, él los buscó por todos lados pero la luz parecía emanar de algún lado o más bien de todos lados. De la mano de este ser luminoso llegó hasta un especie de estructura de cristal, estaba construido totalmente de cristal. Cuando entró, pudo ver cuartos que no tenían paredes de ladrillo, perecían estar construidas de energía que brillaba, era translucida pues se podía ver a través de las paredes. Dentro de estos cuartos había otros seres de deslumbrante belleza, todas parecían adolescentes y parecía estar reunidas en una mesa redonda. Todas aquellas con los que él se topaba en el pasillo o corredores eran jóvenes muy jóvenes. Ellas parecían conocer a la persona que me llevaba de la mano, todas le saludaban y recuerdo que le decían "Gloria al Único” que dio y da a sus estrellas matutinas", ella respondía con una reverencia. Casi al llegar a la altura de una enorme puerta, se detuvieron allí y dijo esta palabra: palabra: "Por voluntad del Único deseamos entrar" y automáticamente las puertas se abrieron. Estas puertas también eran como de energía que asemejaba la gelatina, pero brillaba, era de color azul cielo. Mientras Rodnog seguía caminando, Inmediatamente la luz toco su cabeza como acariciándole y pudo sentir una paz enorme y reconfortante, sintió un calor suave y paz, muchísima paz. Atravesó la puerta y ante ellos apareció un espejo enorme, muy grande. Al momento de pasar por la entrada, dos seres estaban en una recámara adornada con todo tipo de piedras preciosas sobre una cama hecha de diamantes y oro puro. Estos dos seres se besaban y se hablaban promesas de amor. Aquella luz que tenía de las manos de Rodnog le dijo: -Amado mío, somos nosotros en una vida muy antigua donde tuvimos un gran romance, cuando eras casi un dios. -Tú eres el hijo del Rey de los dioses, “Luciel”, tu nombre verdadero es “Gondor”, vuelve con la joven mortal del cual me presenté dos veces en sueños. -Necesitas saber quién eres realmente, porque una gran maldad está a punto de resucitar y solo tú mi amado Gondor, podrás destruirlo. -“TE AMO MI DULCE NIÑO” Cada vez que estoy a solas contigo, me haces sentir como que soy joven otra vez. Cada vez que estoy a solas contigo, me haces sentir que me siento viva otra vez. Da igual la distancia, siempre te amaré. Da igual el tiempo que nos quede, siempre te amaré. Da igual las palabras que diga, siempre te amaré La extraña visión había terminado y Rodnog despertaría con una cálida paz nunca experimentada en su vida. Ahora con todas estas verdades que le revelaron, por fin creyó a su amiga Victorique de todo lo que le había contado, especialmente de aquella mujer que la había visto en sus sueños por dos ocasiones. Ese mismo día se dirigiría a su casa para platicar a cerca de estos misterios. -Toc, toc, toc. -Victorique abre la puerta, soy Rodnog, necesito hablar contigo de urgencia. -¡Ábreme por favor! -Toc, toc, toc. -¿Qué es ese escándalo que vienes a hacer en mi casa Rodnog? -Es verdad todo lo que me contaste y también creo que viajaste en el tiempo con tu máquina. -¿Y quién te hizo cambiar de opinión que ahora si me crees? -Aquella mujer que me contaste de tus sueños se me apareció ayer a la madrugada, me llevó al mismo lugar donde a ti te había llevado. -Me mostró cosas que aún las comprendo pero con el tiempo las entenderé. Lo que me dijo es que volviera contigo porque una gran maldad está a punto de despertar. -Según veo Rodnog, esta situación es de una envergadura crucial para que seres de los mundos superiores requieran de nuestra ayuda en el plano físico. Los dos volvieron a tener una profunda amistad y nuevamente se dedicarían de lleno a todo lo referente con la máquina del tiempo y la tele-transportación. En esta ocasión Victorique probaría con los mismos cuarzos de cristal para hacer funcionar el aparato de la tele-transportación. Esto lo dejaría para dentro de dos semanas. Rodnog volvería a sus clases dispuesto a dar el examen de los II tomos que el Master Káiser había dicho. El examen fue muy difícil sobre todo que a Rodnog le ubicaron en la primera fila y lo más cercano de Káiser. El tiempo terminó y solo pocos acabaron el examen con mucha dificultad y entre una de esas personas era Rodnog. Llegó el momento de entregar las calificaciones y solo una persona logró sacar el puntaje perfecto, Rodnog, Káiser de mala gana tuvo que felicitarlo sin antes soltarle un indirecta con la cual le declararía una guerra abierta. -Estudiantes y neófitos tengo que decirles que solo una persona logró sacar una nota perfecta, señor Rodnog póngase de pie que ha sido usted quien sacó la mejor nota. -Gracias Master Káiser. -No se alegre tanto joven, el otro día alguien a quien quiero mucho poco a poco me la está arrebatando y ahora pretende hacerme la competencia en sus cualidades intelectuales. -Cuídese Rodnog que no soy fácil de vencer. Toda el aula se quedó pasmada al escuchar las fuertes palabras que Káiser le dijo a Rodnog. Claramente esta era una prueba de una guerra abierta para seguirle haciendo la vida imposible. En esta ocasión el arrogante y despectivo profesor, tendería una trampa para que expulsaran a Rodnog del Instituto y se librara de una vez por todas de él.
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