Luthien busca a Gondor

2071 Words
Aradia año 5.002 Luego de la pelea de Rodnog y Phantom, Dina realizaría sus primeras prácticas de poderes psíquicos con él. Los primeros pasos sería para capacitarlo en el movimiento de todo tipo de objetos con el poder de la mente. Ambos iban todas las tardes a los riveras de Norbel, para este ejercicio se necesitaba mucha concentración y silencio. Dina poniéndose en la posición de loto, cerró los ojos y las piedras que se encontraban alrededor se levantaban. Rodnog miraba sorprendido como ella lo hacía con mucha facilidad. Luego alzó pedazos de troncos pesados y por último elevó unos metros a Rodnog. Esto tardaría un tiempo para que poco a poco Rodnog tuviera la concentración necesaria y elevara las cosas. Era el primer día de la semana y Rodnog fue a clases, ahí aguardaban Victorique, Natasha y la profesora Bella. Cuando llegó las tres lo inundarían de besos, a Bella ya no le importaba lo que pensaran sus alumnos o sus colegas, para ella Rodnog era su vida y pasión. La clase empezó y alguien tocaría la puerta: -Toc, toc, toc. -Toc, toc, toc. -Adelante. -Director Espencer que grata sorpresa verlo aquí. (Bella) -Mi estimada y querida Doctora Bella, he traído a alguien muy especial que con sus talentos para la literatura rápida y profundos conocimientos en tecnología híper-espacial la he traído directamente a la mejor aula de toda la universidad, donde se encuentran nuestras grandes promesas. -Le presento, ella es Dina y viene nuestro vecino planeta “Mardok”, es un verdadero talento, la dejo en sus manos. -Gracias Director, ella queda en muy buenas manos. -Pasa Dina y preséntate con tus nuevos compañeros de clase. (Bella) Ella se presentó ante la mirada atónita de todos los chicos del aula al ver a semejante belleza, sus particulares cabellos rojos y especialmente sus ojos color violeta, cautivaban a todos los presentes. Dina acabando de presentarse, fue directamente a dar un beso en la boca a Rodnog, todos se quedaron maravillados, especialmente Victorique y más aun Natasha. Una nueva rival surgía en clases, ahora la competencia sería más fuerte para todas ellas incluyendo a la siempre atractiva y sexy Doctora Bella. Nadie sospechaba que Dina era una semi-diosa, solo Rodnog sabía el secreto y prontamente Victorique. Acabando las clases, Dina fue cogida de los brazos de Rodnog ante la mirada de Victorique y Natasha. Los celos de las dos no tardarían en hacerse notar y antes de apartarlos, Dina leyendo sus pensamientos, levantó con su poderes unos baldes de pintura y las regó en los vestidos de las dos. Regresando para verlas lo manchadas que quedaron, con una sonrisa pícara le dijo a Rodnog: -Esa es la ventaja de tener poderes divinos que puedes anticipar la jugada ante amenazas o peligros. -Veo que ellas dos se mueren de amor por ti, incluso la profesora que leí su mente mientras dictaba las clases, desea intensamente llevarte a su cama y hacer contigo todo tipo de posiciones. -¡Vasta Dina!, es suficiente. -No es necesario que sigas leyendo la mente de la profesora. -Jaja, jaja, jaja, solo te soy sincera mi querido Rodnog. Los entrenamientos continuaban y Rodnog aprendía a levantar pequeñas piedras, Dina le revelaba algunos secretos para usar con la mente. De igual manera para seguir evolucionando las premoniciones, le enseñó ciertas técnicas de respiración y un pequeño libro para que estudie. En aquel folleto indicaba que a las tres de la madrugada, era la hora donde más poderosamente la glándula pineal se activaba y se podía ver mediante visiones todos los futuros posibles así como cosas remotas del pasado. Dina le citaría para encontrarse a la madrugada e ir a la montaña para realizar esta práctica. La cita se dio y ambos se encontraron en el lugar indicado, ella le hizo cerrar los ojos para que se concentrara bien y entrara en conexión con su yo interior. Rodnog meditaba por unos momentos y luego abrió los ojos para leer el libro, quiso preguntarle algo a Dina pero ella no aparecía. Él un poco asustado lo buscaba hasta que un canto muy dulce se escuchaba cerca de uno de los pequeños riachuelos, él se acercó y vio a alguien bañándose desnuda, era Dina en todo su esplendor pasando las manos por sus enormes bustos y luego deslizaba su mano por su parte íntima. Rodnog se alejaría hasta que ella con un grito lo retuvo. -“Rodnog” no huyas que si me di cuenta como me observabas mientras me bañaba. -Ven y acércate que no hay nada de malo que veas a una semi-diosa desnuda. -¿Segura Dina? -Completamente segura, más bien disfrutaba mientras me mirabas, sentía unas sensaciones lindas en todo mi cuerpo. Él se acercó y Dina poco a poco le sacaría la ropa hasta que suavemente le abrazó, le besó y le acaricio todo su cuerpo. La madrugada estaba iluminaba por las dos lunas de Aradia y muchas estrellas brillantes, era el momento perfecto para que Dina entregara su virginidad que la había mantenido por más de 2.000 años. Ella se entregó en cuerpo y alma y le dijo a Rodnog que guardada el secreto, que no se lo digiera a nadie. -Mi dulce amor he entregado lo más valioso de mi inmortalidad, espero lo valores con todo tu corazón. -Dina, temo que Lúthien te haga daño como lo hizo con Elentari. -No te preocupes amor, que un campo invisible he puesto a nuestro alrededor para que Lúthien no pueda ver nada de lo que está pasando si acaso anda escondida por ahí. -Júrame que esto lo mantendrás en secreto ya que tu padre Luciel me envió solo para que te enseñara algunos poderes que poseo. -Te lo juro Dina, esto me lo llevaré a la tumba. -Eres precioso hijo del Rey, sabes que con esta unión en amor, mis energías sagradas fueron transmitidas a hacia ti y llegarán a tu glándula pineal y veras como se incrementa tu nivel de premoniciones. -Lo hago esto porque eres muy valioso para los de arriba (Mundos superiores y celestiales). -Tú fuiste el gran héroe en la antigua Aradia y la Galaxia entera, eres muy especial. -Dina, jamás creí en mi corta edad que tengo de vida que fuese alguien muy importante para los dioses, yo que apenas me destacaba en ser un buen estudiante en el colegio y que mis metas eran llegan a ser un filósofo. -Eres ele elegido Rodnog y siéntete muy afortunado. En una de las estrellas oscuras donde se situaba el castillo de Nazgul, decidió ir personalmente a acabar con Rodnog ya que Phantom sorpresivamente quedó muy herido en una pelea con él. -Hijo mío Mordor, quédate tú en el trono en lugar mío hasta que venga con la cabeza de Gondor. -Ve padre que confío en ti que así lo harás. De repente en Nazgul se prendió su cuerpo en fuego y voló a los cielos, se dirigía a Aradia directamente a la ciudad donde residía Rodnog. No le importaba si donde él se encontrase, quería a como dé lugar destruirlo de una vez por todas. Rodnog en esos momentos caminaba junto con Dina por los parques coloniales, en un lugar muy antiguo donde se reflejaba mucho de la antigüedad de la ciudad, más o menos uno 300 años. Las pocas personas que caminaban por allí, vieron desde arriba una bola de fuego que poco a poco se iba haciendo más grande, de repente esa bola tomó una forma humana, era un ser con una apariencia siniestra y llevaba una espada gigante de doble filo entre sus manos. Aquellas personas empezaron a correr pero fue demasiado tarde para ellas, bolas de fuego salían de los brazos de Nazgul y en segundos los consumió a todos. Rodnog y Dina vieron la terrible masacre y al ser que lo había ocasionado, Nazgul con una furia inconmensurable se acercó a ellos y sacando su espada fue directamente a Rodnog para decapitarlo. Pero Dina usando sus poderes telequiténicos, levantó unos inmensos troncos que se hallaban cerca y los lanzó sobre el Maligno. Él con su espada y unos movimientos rápidos los cortó en pedazos, viendo esto ella, formó unas bolas de luz con sus dos manos y las lanzó hacía Nazgul, él hizo lo mismo con sus bolas de fuego pero de tamaños más grandes. Otro nuevo intento hizo Dina, haría uso de un poder oculto que lo tenía guardado en casos de urgencia, ella cerró los ojos y un resplandor salió de su frente que fue directamente a los ojos de Nazgul y él quedaría ciego por unos instantes. -Rodnog, ¡corre! y huyamos del Maligno, antes que reaccione y venga por nosotros. Ellos corrían y Nazgul no tardó mucho tiempo en recuperarse y con una velocidad increíble, logró alcanzarlos y un mortal golpe daría a la semi-diosa arrojándola a varios metros de distancia. Ahora Rodnog quedaría solo frente a Nazgul. -¡Maldito engendro de Luciel!, es hora de decir adiós, no me sorprenderás como lo hiciste con Phantom. Rodnog temblaba de miedo y sabía que este era su final hasta que alguien con una velocidad como los rayos de la luz, le llevó a unos metros atrás y lo dejó junto a Dina. Ese ser brillaba intensamente que los ojos de Nazgul se hirieron, el ser habló: -Yo soy alguien de tu talla, ven y pelea conmigo. -¿Quita ese brillo de luz y déjame ver quién eres? La luz del ser disminuyó y era Lúthien con su armadura de guerra, su brillo era como el de las estrellas del cielo y una espada celeste colgaba de sus manos. -¡Sabes quién soy! ¡Verdad! -“Lúthien”. -Enfréntate a mi hermano de Luciel. -Diosa de los infiernos has venido a defender a tu querido Gondor. -No dejaré que nunca te atrevas a tocarlo. -Entonces Lúthien que empiece la pelea. Nazgul dando el primer salto, arrojó bolas inmensas de fuego hacia Lúthien, ella con sus manos divinas los apagaba, de inmediato ella respondió con unas descargas eléctricas arrojándoles directamente al cuerpo de Nazgul. Él cayó al suelo por la potencia de aquellos rayos pero en unos momentos reaccionó. Ahora él Maligno haría uso de unos rayos gama que salían de sus dedos, Lúthien los esquivaba velozmente y en un contragolpe sacó unas filosos cuchillos hechos de diamantes para incrustarlos en las piernas de Nazgul, más la armadura que poseía era demasiado fuerte como para ser penetrada. Los dos se separaron y sacaron sus espadas para defenderse, los choques eran tan brutales que los suelos se partieron en dos. Lúthien la aventajaba y dividió la espada de Nazgul en dos y él cayó al suelo, ella estaba a punto de darle el golpe final y alguien abrió un portal para agarrar a Nazgul y llevarlo de allí. -¡Huiste hermano de Luciel!, jamás podrás vencer a la Luz así hayas vuelto con mayor poder. (Lúthien) Regresando a ver dónde estaba Rodnog, ella se acercó para coger a su amado y abrazarlo con todas las fuerzas de su corazón. -Mi amor, ¿estás bien? ¿No te sucedió nada? -Estoy bien Lúthien y mil gracias por tu ayuda, si tú no fuera por ti hubiera muerto. -Mejor ayudemos a Dina que sigue inconsciente con el golpe que le dio ese maligno ser. -Voy a poner mis manos sobre su mente para que despierte. Imponiendo sus manos, la diosa reanimó a la semi-diosa y al despertar vio a Lúthien y sin pensarlo dos veces, se puso de rodillas. -¡Mi diosa! ¿Acaso estoy en el sublime reino de Abgal? -¿Nazgul me quitó la vida que he venido a tu reino? -No mi pequeña Dina, mira a Gondor a mi lado. -¿No he muerto entonces mi divina diosa? -Te curé Dina con mi poder, fui yo quien vine a rescatarlos de Lord Nazgul. Ahora que estamos todos bien, vuelvan tranquilos, yo por mi parte volveré a Abgal. -No olvides Gondor lo mucho que “TE AMO” y que siempre velaré por ti. Me miran sus ojos, su encanto rodea mi ser cuando regreso con él hoy él me inspira siempre lo amaré, porque él es el amor de mi vida Oír su voz, sentir su piel pero pronto volveré y ya no marchare Y yo estaré allí donde tu estés yo velare por ti…
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