Muy temprano salí a trotar, observé un rato la casa vecina en busca de Damián pero no logré verlo.
De vuelta me bañé y desayuné, hice unos volantes para repartir por el barrio y sus alrededores en busca de clientela y de regreso a casa me encontré a la joven mujer que acompañaba a Damián al mercado.
- Buenos días señora - dijo amablemente
- Buenos días - le respondí.
- He notado que está poniendo un almacén, me gustaría conocer los productos que vende -.
- Por supuesto, ahora mismo estaba repartiendo algo de publicidad por el sector, si quiere pase en una hora que tendré abierto y conoce -.
- Será un placer - dijo mientras regresaba a su casa.
Realmente es una mujer muy hermosa, aunque debo admitir que se ve muy joven para ser la pareja de Damián... Pero eso a la final no es asunto mío.
Poco mas de una hora apareció en mi puerta, quedó fascinada con lo que hago, tomó su teléfono e hizo una llamada.
-Hola, estoy en la tienda de nuestra vecina, quiero comprar algunas cosas, ¿que opinas?- hizo una pausa escuchando atenta -Está bien, ya nos vemos, te amo-. Y colgó, es obvio que estaba hablando con Damián.
Debo admitir que sentí muchos celos y algo de rabia, pero no tengo motivos para odiarla, total, fui yo quien lo abandonó, él merecía rehacer su vida y ser felíz.
Quise indagar un poco sobre ella pero no fuí capaz, no quería sentirme aún peor.
-Señora Alicia, ¿todo esto lo elabora usted?-
-Así es- respondí.
-¿Podría enseñarme?, siempre me ha parecido fascinante todo este tema artístico.
-Verá usted, jamás he dado clases y tampoco sé cuánto debo cobrar-. Eso no me lo esperaba, no estaba segura de aceptar su propuesta, no quería tener a la esposa de mi ex metida en mi casa.
-Pues hagamos algo, averigua los costos y me dices ¿si?-
Decidí aceptar, pero tengo claro que ella no debe enterarse de mi pasado con Damián.
Varios de los vecinos pasaron y vendí un par de cosas. Mañana seguiré repartiendo volantes.
Siento que fue un día productivo.
Cerré sobre las 6 de la tarde y me dí un baño, estaba por vestirme cuando pude ver hacia su casa, allí estaba sin camisa, se notaba que al pasar de los años seguía ejercitándose como siempre; un calor intenso se apoderó de mi y un deseo incontrolable por estar entre sus brazos apareció.
Apenas y me rodeaba la toalla, corrí un poco la cortina de mi cuarto para observarlo mejor.
Me quedé completamente desnuda frente a la ventana y casi sin darme cuenta, me encontré acariciandome...
Cerré mis ojos y me dejé llevar por los impulsos.
Es la primera vez que me masturbo... Fue muy placentero, mientras lo hacía, imaginaba a Damián besándome y acariciándome; pero luego, me sentí sucia y pecadora, ese tipo de comportamientos no son de una mujer decente.
Volví en mi y casi puedo asegurar, que él me observaba desde su ventana...
Su mujer entró en el cuarto y pude notar que se exhaltó bastante, inmediatamente corrí mi cortina y procedí a vestirme.
No sé que me está pasando, pero no me gusta esto.