MARION Estar en ese lugar y sentir que había llegado a mi pasado fue un golpe duro para mí. Hace cuatro años cuando salí de casa luego de haber firmado el divorcio, nunca me había pasado por la cabeza el volver a pisar aquel lugar. Un lugar donde sentí que había pensado que sería plenamente feliz, pero resultó ser al revés. Él nunca me había hecho sentir como en casa por la ausencia que tuve de él. — Bruno no pienso entrar de regreso a ese lugar —dije de inmediato al ver que estábamos estacionados en la entrada de la casa, donde el mayordomo se acercó a nosotros para abrirme la puerta. Me observó por un momento con sus ojos atormentados tratando de saber qué demonios estaba pensando. — Créeme que realmente fue por idiota que te traje aquí —me aseguró con seriedad. Si algo sabía de